(Al día siguiente – Cerca del tablón de anuncios de la Academia Militar de Rodova)
Si había alguien más devastado que David al ver que Leo obtuvo 61/80 en Fundamentos de Teoría Mágica
Ese era Su Yang.
De pie frente al enorme tablón de anuncios, con sus ojos saltando entre su propio 9/80 y el 61/80 de Leo, parecía un hombre que acababa de ver a su mejor amigo ascender a la divinidad mientras él permanecía como un simple mortal, atrapado en la cruel realidad del fracaso académico.
Sus dedos temblaban mientras señalaba el nombre de Leo.
Luego el suyo propio.
Luego de nuevo el de Leo.
Y entonces, con el trágico dramatismo de un héroe de guerra traicionado, se agarró el pecho como si acabara de ser atravesado por una espada.
—¡Fragmento del Cielo! Tú... ¡tú absoluto traidor! —exclamó Su Yang, volviéndose hacia Leo con la cruda traición de un hombre abandonado a morir en el campo de batalla.