Después del arrebato de Cipher, Leo se preguntó cuál podría ser la razón detrás de la creciente inestabilidad mental del grupo.
Después de todo, los libros que había leído advertían sobre la locura que se infiltraba lentamente —durante semanas, no días—, sin embargo, el equipo ya se estaba atacando entre sí como perros rabiosos.
Sin embargo, después de pensarlo durante solo unos minutos, entendió exactamente por qué.
No era solo el bosque.
Incluso en cualquier planeta normal, si una persona se veía obligada a permanecer despierta durante días, corriendo constantemente, luchando constantemente, constantemente bajo amenaza, mientras se le privaba de sueño adecuado, comida, luz y comodidad, seguramente aparecerían grietas en su comportamiento.
No porque quisieran estar irritables.
Sino porque simplemente ya no les quedaba paciencia para ser amables.