Para confirmar los pensamientos en su corazón, Lin Wan se propuso acercarse a Zhang Hao cuando el trabajo estaba a punto de terminar.
Ya no había pacientes que vinieran a consultas, y el departamento estaba tan silencioso como si no hubiera nadie allí.
—¿Te gustaría cenar juntos esta noche?
Parecía que solo con tal excusa podría encontrar más de qué hablar con Zhang Hao.
—No, gracias, la cena está lista en casa esperando a que regrese —respondió Zhang Hao con indiferencia, mientras ordenaba los diversos artículos en su escritorio.
Lin Wan había anticipado esta respuesta, así que no se sorprendió.
—La mujer que vino hoy, ¿cuál es tu relación con ella, si no te importa que pregunte?
Zhang Hao dudó por tres segundos, luego dijo con una sonrisa:
—Ninguna relación, en realidad. Si no hay nada más, me iré primero.
Después de cambiarse de ropa, Zhang Hao salió del departamento sin mirar atrás.
Lin Wan observó su figura alejándose, suspirando.