Chapter 24: Traces over the abyss

Dicen que el verdadero cultivo comienza cuando dejas de sentir miedo a la muerte y empiezas a tener miedo de tus propias decisiones. Li Wei, por su parte, ya había cruzado esa frontera hacía tiempo. Ahora sólo le preocupaba no tener suficiente tiza para dibujar todas las runas que su flamígero maestro le exigía.

Con los materiales por fin reunidos —gracias a una mezcla letal de suerte, sarcasmo y saqueo con humo violeta—, Li Wei volvió a su escondite tras la cascada. Se sentó frente a la piedra plana que se había convertido en su mesa de trabajo. La llama de Ignis Eternum flotaba sobre ella, como un sol de juicio en miniatura.

—Hoy aprenderás el primer ciclo completo de inscripción rúnica. Prepárate para fracasar varias veces, sangrar en los dedos y cuestionar tu inteligencia.

—Perfecto. Lo que necesito para mejorar mi autoestima.

—Silencio, y escucha. Las runas no son solo glifos. Son pactos. Cada trazo invoca una parte del Dao. Si dibujas mal... el Dao también se equivoca. Y eso nunca es bonito.

Genial. Pactos con el Dao. Porque nada dice 'principiante' como jugar con las leyes universales usando huesos molidos y cristales que vibran.

Ignis le indicó que comenzara con la Runa de Reflejo : una inscripción simple usada para crear un escudo reactivo de Qi. No defendía del todo, pero desviaba ataques leves.

—Utilice el polvo de hueso espiritual como base. El círculo debe ser trazado con precisión, asegurando su estabilidad. Cualquier inestabilidad resultará en vibración, lo cual provocará una detonación.

Li Wei ascendió, controlando su respiración. Las primeras dos veces el trazo se rompía antes de cerrar el círculo.

—Tu Qi no es agua. No lo derrames. Guíalo como un zorro roba gallinas: suave, sigiloso, letal.

A la tercera, lo logró. El círculo brilló levemente. Ignis no dijo nada, pero flotó un poco más alto.

El siguiente paso fue usar la raíz de niebla lunar para estabilizar el flujo de Qi. Frotó suavemente el tallo y canalizó su energía a través del trazo. Finalmente, incrustó el fragmento de cristal de resonancia en el centro de la runa.

Un pulso de luz. Una onda de energía lo envolvió por un segundo. Un escudo. Inestable, pero real.

—No está mal —dijo Ignis—. Tal vez no mueras joven.

Eso viniendo de él es un poema de alabanza.

Pasaron horas repitiendo el mismo ciclo. Fallaba. Corregía. Ajustaba su respiración. Aprendía a sentir el flujo del Qi como una corriente bajo la piel. Al anochecer, había logrado crear tres runas básicas: Reflejo , Desliz (para moverse más rápido por un segundo) y Freno (que ralentizaba al objetivo al contacto).

Ignis explicó que aquellas eran solo la superficie.

—Las verdaderas runas pueden alterar el tiempo, engañar al espacio o invocar memorias antiguas. Pero todo empieza con trazar un buen círculo.

Li Wei se acostó al borde del estanque oculto, con las runas grabadas en madera rudimentaria flotando cerca.

No tengo un linaje celestial, pero tengo ingenio y una llama legendaria que no me deja dormir. Tal vez no gane el torneo... pero al menos haré que alguien se tropiece con una runa y quede en ridículo. Es un inicio.

Ignis, viendo la curiosidad de su aprendiz, habló de algo más ambicioso:

—Has reunido los materiales adecuados. Te enseñaré a crear una bolsa dimensional rudimentaria. No será como los anillos espaciales de los cultivadores avanzados, pero te bastará por ahora.

Li Wei se incorporó al instante.

—¿Una bolsa que guarde más de lo que puede contener? Eso suena... útil. Y ligeramente ilegal.

—Sí, y ambas cosas lo hacen mejor. Usa una bolsa de cáñamo reforzado como base. Traza la runa de expansión en su interior. Necesitarás un polvo fino de hueso espiritual y energía constante. El cristal actuará como núcleo estabilizador.

Li Wei trabajó bajo la guía estricta de Ignis, grabando con paciencia los patrones en la tela. Cuando finalizó, vertió su Qi en el cristal y la runa se activó. La tela se estremeció… y luego, se relajó.

Guardó una roca del tamaño de una sandía dentro. Esta desapareció sin cambiar el volumen de la bolsa.

—¡Funciona! ¡Soy un alquimista con mochila encantada!

—Eres un novato con suerte. No abuses del espacio o colapsará… y te tragará contigo.

Perfecto. Ahora puedo esconder cosas, correr, y crear explosiones. Lo siguiente será conquistar el mundo. O al menos… sobrevivir al torneo.

El entrenamiento con runas había comenzado. Y Aethelgard no volvería a ser igual.

Pero antes de que Li Wei se retirara a descansar, Ignis habló con un tono más serio, cargado de poder antiguo:

—Tu cuerpo ha evolucionado, pero aún careces de un método formal de cultivo. Sin una técnica, tu Qi crecerá desordenado, vulnerable. Ahora que has demostrado algo de disciplina… puedo confiarte una.

Li Wei parpadeó. —¿En serio? ¿Después de todo este tiempo?

—Silencio. Observa y escucha. Esta técnica se llama Caminos del Velo Interno. Fue usada por cultivadores que carecían de raíces espirituales fuertes, pero tenían voluntad inquebrantable. Es discreta, astuta… como tú.

Ignis proyectó una secuencia rítmica de respiración, circulación y puntos clave en los meridianos que formaban un patrón circular en el dantian.

—Primero, aprende a respirar con intención. Luego, haz que tu Qi camine en espiral. A cada giro, fortalecerás tu núcleo sin expandirlo agresivamente. Esto es refinamiento sutil.

Li Wei imitó los movimientos, sentado en loto, dejando que el Qi se desplazara como niebla obediente. Ignis ajustaba su postura, corregía su control, y a cada ciclo completo, su energía se volvía un poco más densa.

—Este es tu primer paso como cultivador real —dijo Ignis—. El zorro empieza a abrir los ojos.

Con cada trazo, cada respiración… estoy dejando de ser solo un estratega para convertirme en algo más. Tal vez incluso… un guerrero.

English Translation

Chapter 24: Strokes on the Abyss

They say true cultivation begins when you stop fearing death and start fearing your own decisions. Li Wei, for his part, had already crossed that border a long time ago. Now his only worry was not having enough chalk to draw all the runes his fiery master demanded.

With the materials finally gathered—thanks to a lethal mix of luck, sarcasm, and a violet-smoke-infused raid—Li Wei returned to his hiding spot behind the waterfall. He sat in front of the flat stone he had converted into his workbench. Ignis Eternum's flame floated above it, like a miniature sun of judgment.

"Today you will learn the first complete cycle of runic inscription. Prepare to fail multiple times, bleed from your fingers, and question your intelligence."

"Perfect. Just what I need to improve my self-esteem."

"Silence, and listen. Runes are not just glyphs. They are pacts. Each stroke invokes a part of the Dao. If you draw incorrectly... the Dao also errs. And that is never pretty."

Great. Pacts with the Dao. Because nothing says 'beginner' like playing with universal laws using ground bones and vibrating crystals.

Ignis instructed him to begin with the Rune of Reflection: a simple inscription used to create a reactive Qi shield. It didn't fully defend, but it deflected light attacks.

"Use the spiritual bone powder as a base. The circle must be traced with precision, ensuring its stability. Any instability will result in vibration, which will provoke a detonation."

Li Wei nodded, controlling his breathing. The first two times the stroke broke before closing the circle.

"Your Qi is not water. Do not spill it. Guide it like a fox stealing chickens: smooth, stealthy, lethal."

On the third attempt, he succeeded. The circle glowed faintly. Ignis said nothing, but he floated a little higher.

The next step was to use the lunar mist root to stabilize the flow of Qi. He gently rubbed the stem and channeled his energy through the stroke. Finally, he embedded the resonating crystal fragment in the center of the rune.

A pulse of light. A wave of energy enveloped him for a second. A shield. Unstable, but real.

"Not bad," Ignis said. "Perhaps you won't die young."

Coming from him, that is a poem of praise.

Hours passed, repeating the same cycle. He failed. He corrected. He adjusted his breathing. He learned to feel the flow of Qi like a current under his skin. By nightfall, he had managed to create three basic runes: Reflection, Glide (to move faster for a second), and Brake (which slowed the target upon contact).

Ignis explained that those were just the surface.

"True runes can alter time, deceive space, or invoke ancient memories. But it all begins with tracing a good circle."

Li Wei lay down at the edge of the hidden pond, with the runes carved into rudimentary wood floating nearby.

I don't have a celestial lineage, but I have ingenuity and a legendary flame that won't let me sleep. Maybe I won't win the tournament... but at least I'll make someone trip on a rune and look ridiculous. It's a start.

Ignis, seeing his apprentice's curiosity, spoke of something more ambitious:

"You have gathered the adequate materials. I will teach you to create a rudimentary dimensional bag. It won't be like the spatial rings of advanced cultivators, but it will suffice for now."

Li Wei sat up instantly.

"A bag that holds more than it can contain? That sounds... useful. And slightly illegal."

"Yes, and both things make it better. Use a reinforced hemp bag as a base. Trace the expansion rune on its interior. You will need a fine spiritual bone powder and constant energy. The crystal will act as a stabilizing core."

Li Wei worked under Ignis's strict guidance, patiently engraving the patterns into the fabric. When he finished, he poured his Qi into the crystal and the rune activated. The fabric shivered... and then, it relaxed.

He put a rock the size of a watermelon inside. It disappeared without changing the bag's volume.

"It works! I'm an alchemist with an enchanted backpack!"

"You're a lucky novice. Do not abuse the space or it will collapse... and swallow you with it."

Perfect. Now I can hide things, run, and create explosions. Next up will be conquering the world. Or at least... surviving the tournament.

The training with runes had begun. And Aethelgard would never be the same again.

But before Li Wei retired to rest, Ignis spoke with a more serious tone, laden with ancient power:

"Your body has evolved, but you still lack a formal cultivation method. Without a technique, your Qi will grow disorderly, vulnerable. Now that you have demonstrated some discipline... I can entrust one to you."

Li Wei blinked. "Seriously? After all this time?"

"Silence. Observe and listen. This technique is called Paths of the Inner Veil. It was used by cultivators who lacked strong spiritual roots, but had unyielding will. It is discreet, cunning... like you."

Ignis proyectó una secuencia rítmica de respiración, circulación y puntos meridianos clave que formaron un patrón circular en el dantian .

Primero, aprende a respirar con intención. Luego, haz que tu Qi descienda en espiral. Con cada giro, fortalecerás tu núcleo sin expandirlo agresivamente. Esto es refinamiento sutil.

Li Wei imitó los movimientos, sentado en posición de loto, dejando que el Qi se moviera como una niebla obediente. Ignis ajustó su postura, corrigió su control y, con cada ciclo completo, su energía se volvió un poco más densa.

"Este es tu primer paso como verdadero cultivador", dijo Ignis. "El zorro empieza a abrir los ojos".

Con cada brazada, cada respiración... dejo de ser solo una estratega para convertirme en algo más. Quizás incluso... un guerrero.