EL PLAN

El aire envolvía su cuarto. Sebas miraba por la ventana, su mente divagando. "A veces quiero estar en los momentos donde estábamos todos juntos, no separados", pensó. Recordó una escena donde todos jugaban: Kuda y él atrapaban, mientras Jhosua, Egen, Isma y Joseph se escondían.

Mientras pensaba eso, alguien apareció por detrás. Era Atiart, su pelo blanco como la nieve. Lo vio y dijo: "Todavía triste por no pasar...". Sebas se volteó con cara de enojo. "¿Qué quieres, maldito?", espetó.

"Solo vengo a consolarte, después de todo, me interesa cómo peleaste. Tienes un buen potencial", dijo Atiart con una sonrisa, dejando a Sebas con dudas en sus pensamientos, aunque su rostro aún mostraba enojo.

"¿Qué quieres decir?", preguntó Sebas, todavía molesto por la interrupción en su cuarto.

"Tu forma de luchar me gustó. Creo que si podemos entrenar juntos, podremos mejorar los dos", respondió Atiart.

"Pero mi estilo de combate me hizo perder", dijo Sebas con furia acumulada.

"Más bien, perdiste por tu forma de ser", contestó Atiart, con una sonrisa en el rostro. "Si pudieras ser un poco como Jhosua, podrías llegar a ser alguien enorme, muy fuerte." Mientras decía esto, la luz de la ventana por reflejo sus ojos tomaron un color dorado.

Sebas tuvo duda: "¿Cómo lo convencerás? Conociéndolo, no querría ayudarme a ser como él, y me pregunto cómo haríamos para que yo fuera como él."

Fue interrumpido por Atiart: "Confía en mí. Yo me encargo de esto. Te veo mañana a las 9 p.m., y no digas nada a nadie." Con eso, se marchó.

Mientras tanto, Aime le decía a Etirm: "El comandante siempre nos detuvo, siempre quería hacer algo para detenernos".

Drow los interrumpió: "No creo que quisiera detenernos, creo que tenía otra motivación, ya que nos pudo expulsar por no completar la misión". Diciendo esto, se sentó al lado de Aime, miró al cielo y continuó: "Mi hermano era recluta y no completó la misión a tiempo y fue vetado. Con esto sieento que nos quiere ayudar, pero al mismo tiempo detenernos". Bajó la cabeza, mirando a ambos. "Creo que el comandante tiene un plan con nosotros, aunque no sé de qué departamento sea".

Aime concordó con él: "Tiene sentido. Después de todo, nos ayudó y perdonó a muchos. Incluso a mí me dijo qué hacer y qué no hacer en peleas y estrategias, pero dándome una advertencia".

Etirm se quedó con una cara de miedo y sorpresa. Levantándose, dijo con voz temblorosa: "Tengo que irme ahorita, recordé algo".

El comandante de la guerra, en su base, vigilaba a todos con aprensión. El portador del poder del fragmento que había enviado le infundía miedo, algo inusual. Mientras los supervisaba, le llegó un aviso: el comandante del ataque estaba desaparecido y necesitaba que los niños se apresuraran a llenar ese vacío. Tenía que llevarlos al centro de poder en dos semanas y capacitar a los más fuertes. Al ver esto, le agradó la idea, ya que así podía separarlos.

Al día siguiente, los despertaron a todos. Se les comunicó que su comandante había desaparecido y que, por urgencia, debían apresurar todo, dándoles un límite de dos semanas. No hubo respuesta inmediata. Luego, les informó que al día siguiente el equipo A pelearía contra el B, y que necesitaba hablar con cada uno para saber cómo se sentían después de la muerte de su comandante.

Después de decir esas palabras, el comandante de la guerra se retiró en silencio.

Tras esto, Traset solo lloró, sorprendiendo a todos .

Atiart y Etirm abrazaron a Traset, pero sus abrazos eran falsos. Traset lo sintió, dándose cuenta de que ellos sabían algo, aunque rápidamente descartó la idea de que conocieran su plan para infiltrarse y romper todo desde adentro. No tenían el poder de leer mentes, y nadie en ese lugar lo tenía. Por eso, durante la pelea, se había esforzado en proyectar la idea de que su ingreso a la base era para seguir un legado falso, para que si alguien intentaba leer su mente, eso fuera lo que encontraran. Aun así, dudó si realmente sabían algo.

Después de todo, Traset creó otra personalidad, la cual Jhosua le había enseñado. Jhosua le había advertido que era difícil mantenerla a largo plazo, porque, como él mismo decía, "una desaparece o se fusiona". Aunque suena bien, es un problemón para el equilibrio psicológico. Así que Traset tenía que actuar como era, porque si seguía reflexionando mientras lloraba, posiblemente generaría un desequilibrio, ya que le costaba llorar y pensar.

Entonces, escuchó la voz de Atiart: "Amigo, seguramente el comandante esté vivo, créeme. Alguien así de fuerte no estaría muerto, seguramente pasó algo". Traset aprovechó esto y volvió a la personalidad que creó con ayuda de Leudo, diciendo: "Confiaré en ti, después de todo, los que mueren son inútiles".

Después de esto, Atiart se acercó al grupo de Sebas y comentó: "Sebas, serás parte del equipo de Jhosua. El comandante nos dio permiso, hablé con él".

Todos se enojaron, diciendo que les diera solo a uno, ya que ahora serían cinco. Atiart simplemente dijo: "Drow, ve con ellos". Así, el equipo A quedó conformado por Sebas, Jhosua, Atiart, Ingl, Aime, Perry, Daytan y Drow.

Una vez reunidos, Jhosua dijo: "Tenemos que planear cómo derrotarlos". Atiart intervino: "Ya sé. Sebas, contra Traset con Jhosua; yo con Etirm y los demás con…". Y así estuvieron todo el rato, planeando su estrategia.

Mientras tanto, Etirm simplemente dijo que pelearan con quien les tocara y que se fueran con el otro, argumentando que seguramente los contrincantes irían por los que podían ganar. "Si hacemos cambios, podemos generar confusión y así derrotarlos", dijo. Mientras hablaba, unos destellos de color dorado salían de él, aunque desaparecieron al instante. Drow y Traset lo notaron, pero no fueron los únicos.

Un tipo con una armadura verde, roja y negra, cuya cara tenía colmillos rojos y tiras rojas, los observaba. El otro tenía una armadura azul y naranja, una cola naranja y picos rojos en el cuello. De sus cascos salieron voces incomprensibles y se marcharon rápidamente.

En la noche oscura, un portal se abrió. De él emergieron una figura de cabello blanco con vendas en los ojos y otra con una máscara de cruz negra con toques dorados, ocultando su rostro pero dejando ver su cabello verde. El de las vendas en los ojos preguntó: "¿Preparado? Solo tenemos un objetivo". El de la máscara confirmó.