-Asi que tu eres la hermosa Arachne- se gira hacia mi dirección-. Te estaba esperando...
Sus ojos me recorren de pies a cabeza lo único que puede ver de mi son mis ojos. Es la primera vez que lo veo, y tiene ese aire de importante e imponente, una corriente me recorre por completo al mirarlo directamente a los ojos que desde aqui puedo distiguir el azul que lo adorna, luce implacable con lo que parece ser un traje hecho a la medida. Pero no vengo hablar.
Apunto a su dirección.
-Vine a cobrar una deuda, no a tomar el té.- disparo.