Capitulo 1

Thomas tenía 12 años y vivía en un pequeño pueblo donde la iglesia era el corazón de la comunidad. Desde muy pequeño, sentía una conexión especial con la fe, pero fue en ese año cuando, con una mezcla de inocencia y determinación, pronunció su sueño más grande: *ser Papa*.

—Quiero ser Papa algún día —le dijo a su madre mientras caminaban hacia la iglesia—. Quiero guiar a toda la gente y hacer que el mundo sea un lugar mejor.

Su madre lo miró con una sonrisa tierna, pero también con preocupación.

—Es un sueño muy grande, Thomas —le dijo—. Pero si Dios te llama, todo es posible.

En la escuela, sus compañeros no entendían su pasión. Algunos se burlaban, otros simplemente no creían que un niño pudiera aspirar a algo tan grande. Pero Thomas no se dejó vencer. Cada día, después de las clases, se quedaba en la iglesia, leyendo libros sobre santos, papas y la historia de la Iglesia.

Su párroco, el padre Miguel, notó su devoción y comenzó a guiarlo, enseñándole no solo sobre la doctrina, sino también sobre la importancia de la humildad, el servicio y la paciencia.

—El camino es largo, Thomas —le dijo un día—, pero con fe y dedicación, puedes llegar muy lejos.

Esa noche, antes de dormir, Thomas se arrodilló junto a su cama y rezó con fervor.

—Señor, dame la fuerza para cumplir mi sueño. Quiero ser un Papa que ayude a todos.

Así comenzaba la vida de Thomas, un niño con un sueño que parecía imposible, pero que estaba dispuesto a perseguir con todo su corazón.