Los inmortales deben ascender al Plano Divino para alcanzar la cima, pero si incluso para los más talentosos el éxito no está asegurado, ¿Qué se puede esperar de alguien sin talento? Ha pasado tanto tiempo desde que alguien ha oído de un ranker supremo, que su existencia se ha convertido en poco más que un mito. Ya nadie lo considera como un verdadero objetivo.
Liberado al fin de sus cadenas, Lawrence, capaz de viajar libremente entre planos, ve crecer su ambición con cada paso que da. Pero, en un mundo donde existen los destinos, es difícil saber si cada uno de sus pasos estaba escrito antes de su nacimiento.