“No te preocupes, sabes que puedes pedirme lo que necesites, Ren” Dice la chica mientras se coloca en pie y se acerca a él, cogiendo la toalla de sus manos y colocandose en la espalda de Ren. “Deja que te ayude” Dice mientras le seca el pelo, siendo ella un poco más alta que él. “Has vuelto a pensar en él, ¿Verdad?” Dice con un poco de tristeza en su tono.
“Así es… No hay ni un día que no pueda pensar en él” Contesta Ren con los ojos cerrados, dejando que ella seque su pelo.
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Poco a poco la oscuridad desaparece con una visión borrosa que se aclara con el paso de los segundos. Ren se encuentra en el interior del coche volcado y destrozado, con los brazos llenos de sangre y cristales clavados, al igual que en el rostro.
“¿Hermano? ¿¡Hermano!?” Dice Ren despertando por completo, moviéndose con complicaciones pero sin poder salir del interior del coche, teniendo medio cuerpo fuera y chafado por el techo contra la ventanilla. Ren desvía la mirada hacia detrás de él, viendo el asiento del conductor vacío, pero con un gran agujero en el parabrisas. Siguiendo el rastro de cristales con la vista, Ren encuentra a su hermano tirado en el medio de la carretera junto a un gran charco de sangre extendido bajo él.
Un gran camión se encuentra parado al lado de ellos, del cual baja una figura alta y grande masculina, con una gorra y una mascara que oculta su rostro al completo, vistiendo totalmente de negro.
“¡Ayuda, ayuda a mi hermano por favor!” Grita Ren entre lloros mientras sigue intentando salir.
El hombre se acerca al cuerpo de Takeshi, colocando sus dedos en el cuello de él para comprobar su pulso, llevando su mano al bolsillo y levantándose mientras saca el teléfono tras eso.
Ren se queda quieto algo confundido por los gestos y la apariencia del hombre.
“Objetivo neutralizado, está muerto” Dice en japonés una voz grave del otro lado de la máscara, mirando a los ojos temblorosos de Ren y volviendo al camión, marchándose de la zona.
Ren no podía hablar ni continuar llorando, simplemente estaba con los ojos temblorosos mirando fijamente hacia donde estaba aquel hombre, sin reaccionar ni hacer nada más.
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“¿No tiene más familia?”
“Sus padres murieron cuando era un bebe y siempre lo ha cuidado su hermano”
“Que lastima de criatura”
Dicen varias voces en mexicano, encontrándose varias personas en el funeral.
Ren se encontraba observando fijamente el ataúd, apartado todas las voces de fondo y quedándose en un mundo vacío a solas frente al ataúd, mirándolo fijamente con los ojos abiertos y una expresión extraña, mostrando tristeza, dolor, un trauma, pero sobre todo… Irá.
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