Muerte.

En el reino de Nicanor, un lugar ficticio donde criaturas de todas las formas y tamaños conviven en armonía, existía una leyenda sobre un ser diminuto de raza esfera que poseía un gran conocimiento y viajaba por los mundos ayudando a su prójimo. Este ser era el único capaz de ayudar a detener a Isadora, como muchos de los héroes pensaban que era Daemone, pero Daemone solo era alguien sabio capaz de dar otro tipo de ayuda a los seres de la montaña. Un día, este ser diminuto, cuyo nombre era Rubera, se presentó ante un grupo de valientes guerreros formado por Circón, Odt, Granat, Zaf y Piira.

Les dijo que habían sido elegidos para una misión crucial: encontrar los 20 objetos dispersos por todo el pueblo Eclipse que les darían el poder necesario para derrotar a Isadora de una vez por todas. Los guerreros aceptaron el desafío con acuerdo y se embarcaron en una búsqueda heróica que los llevaría a los rincones más remotos y peligrosos de Nicanor. En su camino, se enfrentaron a todo tipo de peligros y retos, desde gigantes monstruosos hasta trampas mortales. Sin embargo, a medida que avanzaban en su misión, comenzaron a surgir conflictos internos entre los miembros del grupo.

Circón, el líder del grupo, se mostraba cada vez más distante y desconfiado, mientras que Odt y Granat discutían constantemente por el liderazgo. Zaf, el más joven del grupo, se sentía marginado y Piira, el que siempre es hecho a un lado, luchaba por hacerse escuchar en un mundo dominado por hombres. A pesar de estos obstáculos, los guerreros lograron encontrar el primer objeto "La espada de la Luz" y cada vez se acercaban más a su objetivo. No obstante, justo cuando parecía que la victoria estaba al alcance de la mano, un nuevo villano hizo su aparición en Nicanor.

Se trataba de Esmokii, un mantarraya oscura que había sido desterrada del reino por sus crímenes. Esmokii, en su afán de venganza, quiso ir tras los héroes de las montañas para que no quedara ningún ser que lo encerrara otra vez, se propuso destruir a los guerreros y apoderarse del objeto que habían obtenido. Y así comenzó una nueva batalla entre el peligro de Nicanor y los héroes de las montañas Nova:

— Esmokii: ¿Es eso una espada de luz? Tendré que arrebatarsela de las manos, ¿no es molestia?

Los guerreros se vieron superados por la fuerza y la magia de su nuevo enemigo, y en medio de la batalla, uno de ellos cayó bajo el filo del cuchillo de Esmokii, Zaf. La muerte de su compañero sacudió el mundo de Granat.

— Granat: ¡No, Zaf! ¡Por favor! ¡Despierta, amigo!

Hasta lo más hondo de sus almas y les hizo dar cuenta de que debían superar sus diferencias y unirse como nunca antes lo habían hecho. Circón renunció a su orgullo y reconoció la valía de cada uno de sus compañeros, Odt y Granat dejaron de lado sus rivalidades y se unieron en un único propósito, Pira encontró su voz y demostró ser tan valioso como cualquier otro, su coraje y osadía en la batalla serían valiosas. Juntos, los guerreros se enfrentaron a Esmokii en un épico enfrentamiento que sacudió los cimientos de Nicanor.

Después de mucho, no pudieron contra Esmokii y perdieron el objeto principal, aún así la luz volvió a brillar en el pueblo Eclipse y la paz regresó a Nicanor luego de que Esmokii se fuera con el objeto. La pérdida de su compañero les había dejado una profunda cicatriz en el corazón, los guerreros sabían que este sacrificio había sido en vano.

— Granat: Zaf…

Continuará…