El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo.
Dejó su país de origen en desgracia.
Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años.
Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!"
Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar.
Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".

Extraño, cásate con mi mamá

Augustine bajó la mirada y se acercó más a Vivianna. Esta última se asustó un poco y se apoyó contra la pared del ascensor.


"La próxima vez que te encuentres en ese tipo de situación, solo diles que soy tu hombre. Te aseguro que te tratarán con respeto".


El rostro de la mujer se sonrojó al instante. Luego agitó su mano y respondió: "No es necesario".


Debido a que estaban demasiado cerca, Vivianna abrió mucho los ojos y vio el rostro de Augustine.


"¿Te parezco guapo?". Al darse cuenta de que lo estaba viendo, el hombre arqueó las cejas.


"El único hombre al que considero guapo es a mi hijo. Te pareces un poco a él, así que técnicamente no estás tan mal", le respondió.


«¿Qué clase de lógica es esa?», pensó Augustine, un poco molesto.


En ese momento, la puerta del ascensor se abrió. Habían llegado a su destino.


Vivianna salió caminando y se dirigió hasta la recepción: "¿Puedo saber dónde está la oficina de la señorita Betty Young?".


Chapter 77 Riqueza y poder