El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo.
Dejó su país de origen en desgracia.
Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años.
Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!"
Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar.
Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".

Extraño, cásate con mi mamá

El empleado le sopesó, e informó con cierta inquietud: "Creo que Augustine debió haber tomado medidas hace medio mes".


Entonces, el rostro de Henry volvió a cambiar. ¿Medio mes? Estaba seguro, que con los medios de aquel, habría investigado el asunto casi a fondo.


"¿Has contactado con el conductor?", quiso saber.


"¿El que fue liberado hace un año? No tengo ni idea de dónde pudo haber ido".


"Date prisa y encuéntrale. Él era el que estaba a cargo. Si no podemos conseguirlo primero, estoy seguro que Augustine lo hará".


"Está bien, iré a buscarle ahora mismo".


"Dame información precisa antes de la tarde. Si realmente no tenemos salida, entonces no podemos quedarnos quietos y esperar a morir".


El otro lo miró con expresión asustada, e interpeló: "Presidente Lambert, ¿qué debemos hacer si Augustine encuentra suficientes pruebas?".


Chapter 216 Es solo un cuerpo de carne y hueso