El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo.
Dejó su país de origen en desgracia.
Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años.
Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!"
Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar.
Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".

Extraño, cásate con mi mamá

La familia cenó animadamente. Una vez concluida la cena, un extraño silencio flotaba en la granja, produciendo una sensación de vacuidad. Sin necesidad de salir de casa, sentados frente a la ventana, podían contemplar el maravilloso espectáculo del cielo estrellado y la enorme luna llena.


El pequeño no cabía en sí de contento. Tras la comida, tenía una idea fija en su mente: deseaba dormir con sus padres, pero, inesperadamente, su padre lo había forzado a alejarse.


De modo que, haciendo un puchero, regresó a su habitación, sintiéndose ofendido. Luego, se quedó dormido mientras sostenía a Pelota entre los brazos.


Vivianna se cruzó de brazos y miró al hombre que acababa de trasponer el umbral de la puerta."¿Por qué hiciste que Zeph se fuera? Podrías haberlo dejado dormir aquí con nosotros", le dijo en tono de reproche.


"No me parece una buena idea. Tiene casi cuatro años, así que ya va siendo hora de que deje de estar tan apegado a nosotros", dijo Augustine.


Chapter 343 Una sola vez