El ama de llaves las condujo hacia el vestíbulo y les dijo con una sonrisa: "Por favor, tomen asiento".
"¿Está la dama Xi en casa?", consultó Yulia con curiosidad.
"Qué coincidencia. Nuestra dama tenía algo importante que hacer hoy, así que salió, pero nuestro joven maestro está en casa. Él las atenderá".
Vivianna y Yulia se miraron entre ellas. ¿Joven maestro? ¿No iba la dama Xi a ver el diseño borrador ella misma? ¿Entonces ellas habían ido hasta allí en vano?
En ese instante, llegó otro sirviente para servirles el té. Ambas se sentaron sobre el sofá de cuero dorado oscuro. Miraron discretamente el vestíbulo, lujoso y con hermosos detalles. Y bebieron el té.
Después de un par de minutos, se escucharon unos pasos acercándose al vestíbulo. Ambas mujeres dejaron sus tazas de té de inmediato para ponerse en pie y recibir al joven maestro.
De pronto, unos pasos firmes se detuvieron y ambas pudieron ver a una figura alta y encantadora vestida de traje frente a ellas.