El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo.
Dejó su país de origen en desgracia.
Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años.
Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!"
Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar.
Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".

Extraño, cásate con mi mamá

Vivianna fue hacia su oficina, pero, antes de entrar, se apresuró en ir con Linda para reportarle su tardanza. Tocó la puerta y entró. "Linda, lo siento. Me desperté tarde", dijo en tono de disculpa.


Linda revisaba su bandeja de entrada frente a su escritorio. Al oírla, levantó la mirada para ver su preocupación. "Descuida. Yo tengo la última palabra aquí. Tu tardanza no importa".


Sin embargo, Vivianna de todos modos sentía que eso no era algo bueno. No pudo evitar preguntar con curiosidad: "En el pasado, la señora Kaman venía a veces para asegurarse de que todo marchara bien en la empresa. ¿Por qué nuestro jefe no viene?"


Linda se quedó sorprendida por unos segundos. "Bueno, es solo una industria común para nuestro jefe y él anda muy ocupado. Probablemente, no tendrá tiempo para venir a ver cómo va todo", comentó sin dar mayores detalles.


"Si ese es el caso, será lo mejor", respondió ella con alivio.


Chapter 400 El día de presentación