Ciudad A, territorio nacional
Augustine partió hacia el País R. Salió desde un aeropuerto privado que no tenía ningún registro de viajes internacionales. Y, entonces, el avión se elevó directo al cielo.
Había intentado soportarlo durante la noche, pero su corazón seguía tenso y no podía relajarse ni por un segundo.
Su guardaespaldas le sugirió tomar un descanso primero, pues tardarían en llegar al País R, donde emprenderían una búsqueda de rescate exhaustiva. Por ello, debía reservar sus energías.
Él obedeció y cerró los ojos, ya que no tenía ninguna intención de descansar en el País R.