Vivianna se acurrucó entre los brazos de su novio, tranquila y quieta. De vez en cuando, levantaba la mirada para ver su rostro dormido, con rasgos encantadores y hermosos. Al mismo tiempo, se sentía preocupada por Margaret y Fletcher.
Después de descansar por aproximadamente una hora, Augustine despertó de manera repentina a causa de una pesadilla. Su cuerpo tembló con violencia. Ella se sobresaltó y extendió sus brazos para sostener su cabeza. Con gentileza, acarició sus cabellos y dijo: "No tengas miedo. Estoy contigo. Ya todo está bien".
Él abrió sus ojos con lentitud. Apretó más su cuerpo contra el suyo. Su frente estaba sudorosa y su hermoso rostro había palidecido por el miedo de aquel sueño.
"¿Tuviste una pesadilla?", le preguntó ella, besando su mejilla.