El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo.
Dejó su país de origen en desgracia.
Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años.
Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!"
Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar.
Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".

Extraño, cásate con mi mamá

"Entonces, ¿qué hay de tu futuro?", le preguntó él con preocupación.


Ella infló sus mejillas y respondió: "Me cuidaré yo misma".


Con esa respuesta, él se preocupó aún más. Una chica con su apariencia, si saliera a trabajar, no tendría a nadie en quien confiar y encima otros hombres podrían aprovecharse de ella.


"Si confías en mí, puedo ayudarte a encontrar un trabajo", le dijo, sintiendo que era necesario ayudarla. Podría encontrarle un trabajo con facilidad.


"¿En serio? ¿Qué tipo de trabajo es?", le preguntó ella con curiosidad.


"Yo tampoco, pero me esforzaré mucho".


Farid se echó a reír y entonces se dio cuenta de que habían estado conversando aún en esa postura. Debajo de las sábanas, su delicado cuerpo aún estaba pegado al suyo. Y, de pronto, sintió que estaba teniendo una reacción, pero, claro, era algo que sucedía en las mañanas.


Sin embargo, no quería que ella lo descubriera. De lo contrario, seguramente le tendría miedo.


Chapter 475 Un adiós incierto