Se podían observar turistas saliendo de las salas de desembarque. En menos de dos minutos, arribó entre la multitud un hombre apuesto vestido con camisa negra, jeans oscuros y gafas de sol, que llevaba una maleta.
Bajo las gafas de sol, resaltaba su nariz larga y delgada, y sus dos labios finos bastante sensuales y maliciosos, lo que daba la impresión de que era un apuesto donjuán.
Cuando Vivianna lo vio por primera vez, pensó para sí misma: "¿Es una estrella de televisión? ¿Dónde están sus fans? ¿Por qué no oigo sus gritos?"
Justo en ese instante, Farid esbozó una sonrisa y dijo: "Ya llegó".
"¿Cuál es?", preguntó ella de inmediato, buscando entre todos los jóvenes que habían salido.
Farid suspiró con resignación y señaló al hombre algo llamativo. "Es él", dijo.
Los ojos de la joven se abrieron enormemente por la sorpresa. ¿Qué? ¿Era él? Había creído que un médico debía verse más maduro, reservado y tranquilo. ¿Cómo podía ser él?