"Ya casi es hora de cenar. Llegaremos allá después de la cena, pero no podemos ir vestidas de esta manera; debemos lucir un hermoso vestido de noche".
Vivianna estaba ligeramente sorprendida. "¿Un vestido de noche?", repitió. "No traje ninguno".
"No te preocupes, tengo preparado un juego de vestidos para ti. Nos cambiaremos después de la cena".
Vivianna no pudo reprimir una risa. "Veo que realmente estás preparada", comentó.
Un destello de astucia brilló en los ojos de Margaret. "Por supuesto; he venido aquí para relajarme. Tenemos que irnos, es hora de cenar".
En ese momento, Zeph bajó. Él y Margaret se miraron disimuladamente. Margaret parpadeó delante de él y dijo que el plan estaba saliendo a la perfección.
"Zeph, es hora de cenar", le informó Vivianna a su hijo.