Finalmente, sus grandes ojos reflejaron un rostro hermoso y lleno de odio. Y un par de iris azul oscuro, cuan cuchillo afilado, le perforaron sus orbes y le hicieron temblar incontrolablemente.
Incluso sintió el impulso de querer escapar.
"Oh, Dios mío. ¿Él es el Maestro de aquí?".
Lina, que estaba junto a ella, también abrió ligeramente los ojos. No podía creer que el dueño de aquella villa fuese un hombre tan apuesto y de raza mixta. Ciertamente, tuvo malos pensamientos; por lo que se limitó a bajar la mirada nerviosamente
Luciana, por otra parte, también se encontraba inquieta. Durante la entrevista, y debido a que era extranjera, habría utilizado su alias en inglés 'Niji'. En consecuencia, siquiera el mayordomo estaba al tanto que su verdadero nombre era Luciana.
"¡Nos encontremos de nuevo!". La voz burlona de Henry sonó excepcionalmente peligrosa.