CAPÍTULO 68

Al escuchar lo que Malisa acababa de decir, Cora se enderezó un poco, frunciendo el ceño. Su tono se volvió cortante, desconcertado.

—Espera... ¿a qué te refieres con problema? ¿Qué está pidiendo Levi ahora? ¿Cuál es el problema?

Su voz contenía una mezcla de preocupación e irritación. Se suponía que el trabajo sería limpio, sin complicaciones, sin cabos sueltos. ¿Por qué ahora?

Al otro lado, Malisa podía escuchar la tensión en la voz de Cora. Mantuvo su tono sereno.

—Tranquila, Cora —dijo con calma—. No pidió nada. No exigió más dinero, y no nos está amenazando.

Cora se quedó callada, pero su respiración era ligeramente más pesada ahora.

Malisa continuó.

—Solo dijo que quiere hablar contigo. Eso es todo. Solo una palabra. No dio detalles, pero insistió.

Cora parpadeó, confundida.

—¿Quiere hablar conmigo? ¿Sobre qué? Ni siquiera traté con él directamente. Tú eras quien lo manejaba.