¡Tienes razón! NecesitaCapítulomos agregar un poco más de chispa, especialmente entre Alice y Dere, con algo más de interacción, aunque sea cortante y con esa tensión latente. Vamos a darle un giro a la historia con más diálogo, arrogancia y algo de tensión entre los personajes. Aquí te dejo la continuación del capítulo, ajustado para que sea más dinámico.
Capítulo 14: Nuevos Caminos y Tensión Latente
El vuelo a Brasil fue largo, pero Alice estaba demasiado emocionada como para que le importara. Mientras miraba por la ventana del avión, la ciudad de Río de Janeiro se asomaba a lo lejos. Un destino lleno de luces, glamour y la oportunidad de su vida. En su cabeza, ya se imaginaba en el centro de atención, deslumbrando a todos con su pasarela.
Pero lo que no había anticipado era lo que sucedería al estar con Dere durante todo el viaje. Aunque su relación se había mantenido firme y profesional, algo en su interior comenzaba a inquietarla. Su seguridad, su calma, esa forma imponente de estar en todos los lugares, vigilante, la desconcertaba… y sí, la atraía. Pero jamás lo admitiría.
Al llegar a la ciudad, el calor y el bullicio la golpearon con fuerza. El hotel estaba lleno de modelos, periodistas y fotógrafos que ya se estaban acomodando para el evento. Todo en su vida había cambiado en cuestión de horas, y su papel de modelo era ahora mucho más que un sueño.
Dere la acompañó desde el primer momento, sin mostrar el más mínimo interés en las luces que rodeaban el hotel, pero con su mirada fija en ella, como siempre.
En su habitación, Alice se preparaba para el evento. Dere estaba en la puerta, esperando como siempre. Pero esa mañana, Alice tenía algo más en mente. Su actitud de superioridad siempre había sido su escudo, y Dere no era la excepción. En su interior, ella sabía que su presencia le incomodaba. Quizás por eso mismo, quería desafiarlo.
— ¿Vas a quedarte ahí todo el día, Dere? — Alice lo miró de reojo mientras terminaba de ponerse la ropa. Estaba lista para salir a la pasarela, pero la presencia de Dere en la habitación comenzaba a incomodarla más de lo que ella misma esperaba.
Dere, con su típica calma y tono serio, respondió con un encogimiento de hombros, como si la actitud de Alice fuera algo normal.
— No tengo mucho que hacer, Alice. Solo asegúrate de no meterte en problemas. — Su voz fue firme y distante, lo cual solo aumentó la irritación de Alice.
— Oh, claro. Como si eso fuera posible. — Alice frunció el ceño mientras tomaba su bolso. — ¿A qué hora tienes que empezar a seguirme? ¿En cuanto pise el escenario o ya cuando me esté metiendo en problemas? — La provocación estaba clara. No era solo porque estuviera molesta, sino porque en el fondo quería ver una reacción de él.
Dere no se movió, su mirada fija en ella, aunque esta vez con algo más de intensidad. — Nunca estoy lejos, Alice. Ya lo sabes.
Alice lanzó un suspiro molesto y se dirigió hacia la puerta. — Qué aburrido... — Su tono de voz fue bajo, casi como una burla, y lo dejó salir primero, como si estuviera mostrando quién tenía el control de la situación. Pero Dere no cedió. Él simplemente abrió la puerta y la dejó pasar, su presencia constante pero no invasiva.
La Pasarela
Al llegar al evento, la tensión seguía en el aire, y no solo por la magnitud del espectáculo que estaba por comenzar. Alice se encontraba con otros modelos, muchas de las cuales la miraban con una mezcla de curiosidad y celos. Pero en su mente solo había un pensamiento: Dere.
— ¿Qué? ¿Ahora te vas a esconder en un rincón mientras yo desfilo? — Alice le preguntó a Dere mientras se preparaba en uno de los camerinos.
Dere no mostró ninguna emoción. — No. Solo estoy aquí para asegurarme de que no te hagas daño. — Su respuesta fue breve, cortante.
Alice lo miró por un segundo, antes de sonreír con una mezcla de arrogancia y desafío. — Qué gran "protección". — Su tono de voz estaba cargado de sarcasmo.
El evento comenzó, y Alice caminó por la pasarela con gracia, aunque no podía evitar sentirse observada. No solo por los miles de ojos del público, sino también por Dere, cuya mirada estaba fija en ella, evaluando cada uno de sus movimientos.
Cuando Alice terminó su pasarela y salió de la escena, Dere estuvo ahí, esperando, como siempre. Alice, al notar su presencia, no pudo evitar sentirse algo molesta, pero también… satisfecha.
— ¿Bien? ¿O crees que debería quedarme más tiempo haciendo esto para impresionar a alguien? — Alice preguntó mientras se acercaba, desbordando arrogancia, sabiendo que iba a provocar una reacción.
Dere la miró fijamente. — Si te refieres a "impresionar", solo haces tu trabajo. No necesitas hacer nada más. — La forma en que dijo esas palabras era aún más fría de lo habitual.
Y entonces, por primera vez en mucho tiempo, Alice sintió un cosquilleo en el estómago, algo diferente. No era solo la molestia por la indiferencia de Dere, sino por lo que sentía cuando él la trataba de esa manera. ¿Por qué le molestaba tanto que fuera tan distante, tan... controlado?
La Noche en el Hotel
De vuelta en el hotel, Alice se recostó en la cama, mirando al techo. Sabía que Dere estaba en la habitación contigua, haciendo su ronda, como siempre lo hacía. Sin embargo, había algo que se estaba formando en su interior. Algo que, aunque no quería admitir, le estaba inquietando.
Dere era diferente. No solo era su guardaespaldas. Había una intensidad en él que no podía ignorar. Y aunque lo odiaba por su actitud distante, no podía evitar desear que mirara más allá de la "Alice modelo" y la viera como lo que realmente era.