El día de la redención es conocido por muchos como el día en que las diosas murieron, para poder renacer entre su gente, personas que la misma alma de las diosas elegiría. La elección era un completo misterio para todos, algunos decían que miraba la bondad y humildad de sus corazones, otros que se tratara de personas fuertes con un carácter de acero.
Las seis diosas llegaron a este mundo a bendecir unas antiguas tierras con sus poderes elementales, se cuenta que Kisha y Amaris llegaron al mismo tiempo, el sol y la luna tocaron la tierra por primera vez juntas. El sol para quemar todo a su paso y controlar los cielos, la luna para inundar todo y controlar la tierra.
Con el tiempo se dieron cuenta que sus poderes no eran suficiente para poder controlar todo el mundo, necesitarían ayuda. De Kisha nació Agnes, la diosa del fuego e Isaura, la diosa del aire. De Amaris nació Crystal, la diosa del agua y Akina, la diosa de la tierra.
Bendijeron muchas tierras y crearon muchas otras más, hasta que un grupo armado con diferentes creencias quiso hacerse con sus poderes y manipularlas, murieron muchas personas, huyeron junto a los suyos a unas tierras muy lejanas, ese día tomaron la decisión de que cada doscientos años moriría y nacería un descendiente quien ocuparía su puesto.
Con las muerte de las diosas surgieron los primeros descendientes, niños quienes aprenderían a controlar los poderes que se le había asignado su diosa y que al cumplir los veintiún años tomarían el mando de aquellas tierras a las que viajaron que les puso como nombre: Hirina.
Sin embargo, las diosas antes de marcharse eligieron a un guía para que enseñara a los descendientes en su camino a la corona de Hirina, quienes los llamaron: sacerdotes. Estos serían los únicos seres inmortales en Hirina, para que se pudiera preservar la historia y los aprendizajes.
En Hirina se pueden encontrar todo tipo de criaturas, desde ogros y centauros, hasta personas con capacidades de usos de encantamientos.
Los descendientes en Hirina, más que tener al mando a la nación, son la vitalidad de toda la extensa tierra, donde su energía fluye y nutre la tierra, con la ausencia de alguno, podría existir un desequilibro que pondría en riesgo la existencia misma.
Aun así, han existido cosas que no se encuentran escritas en la historia.