En la sala de estar se encontraban Caleb, Lou y Mey, sentados en el sofá.
Caleb por su parte ya estaba más calmado. Mientras que Mey, por dentro, aún estaba confundida; sus emociones estaban dispersas. Lo que más la tenía al borde de los nervios, era que Lou estaba a lado de ella, mostrando su corpulento cuerpo.
Era inevitable para ella estar sentada al lado de este hombre sin pudor.
Lou se mantenía en silencio, esperando que pasaría a continuación.
- Entonces, ¿dices que ella no ha venido aquí?. - preguntó Caleb, rompiendo el silencio.
Estaba incrédulo por saber que Rubí no se encontraba en el hogar de Mey.
- Es la verdad. Ella no ha venido aquí. - entonces respondió Mey.
Ella percibía la desesperación en la voz de él. Creyó que Caleb le importaba demasiado dónde se había metido Rubí.
Mey hizo memoria y recordó que ese día Caleb, fue duro y áspero con la chica pelirroja. Pero entonces, ¿por qué tanta prisa para encontrarla?
Ella no entendía esa situación.
Lou todavía se mantenía en margen, sin apartar la vista de Caleb. Analizando cada unas de sus facciones y escuchando sus palabras de Caleb.
También se aseguraba que el guardabosques no se atreviera a lastimar a la chica humana. Si tan solo veía un movimiento en falso, no dudaría en actuar.
¡El guardián protector haría su aparición!
No obstante, Caleb no soporto la mirada fulminante de Lou.
¿Acaso ese hombre intentaba matarlo con la mirada?
- Hey, Deja de verme así. Aquí no soy el malo. - espetó Caleb.
Sin embargo, Lou no se inmutó para nada. Su mirada fría eran dagas que lentamente atravesaban a su presa.
Caleb crispo sus ojos. De alguna manera la mirada fría del ser inmutable era insuperable.
Desde luego que Mey se percató de la tensión entre ambos.
Cabizbaja miró su muñeca, que todavía su piel estaba rojiza por el apretón. No le tomó tanta importancia. Entendía que cualquier es capaz de hacer una locura, cegado por la ira y cometen errores sin que sean consciente.
A veces las consecuencias salían sobrando.
Mey: - Cof...ire por té. - mencionó y se puso de pie, caminando a prisas hasta la cocina.
No quería que ambos comenzarán una disputa. Pensó que para apaciguar la tensión, un té vendría mejor y así cada quien se tranquilizaria por completo.
De vuelta en la sala de estar...
Lou y Caleb se observaban en silencio. Para Caleb, no tener pistas de su hermana y Rubí, lo tenían de nueva cuenta en el borde de la desesperación.
¿Dónde se fue la chica pelirroja?
Por otro lado, Lou tenía la Intuición de lo que le ocurrió exactamente a código A79. Quería suponer que ella encontró un lugar para hospedarse y ocultarse pero por la radical y destacable apariencia de la chica Venus y si andaba deambulando por ahí, sin protección... Entonces el Escuadrón UECRA ya la tenía en sus manos.
Ahora quería averiguar por qué este hombre humano la buscaba.
Lou: - ¿Por qué la buscas? ¿Te interesa?. - entonces soltó de golpe con una mirada neutral.
Caleb: - ¿Eeh?. - chisto con el ceño fruncido.
¿Interés? ¿Qué tipo de pregunta era esa?
Caleb se enderezó, mirando fijamente al hombre enigmático.
- Ella NO me interesa. - contestó Caleb con una severidad y seriedad que era perceptible para Lou.
Él pestañeo un par de veces antes de responder algo.
<
No culparia a Caleb por dejar en claro que no le interesaba a código A79. Además, ningún ser humano debía mostrar empatía con lo seres alienígenas.
Lou estaba a punto de hacer otra pregunta cuando Mey apareció con una tetera y tres tazas en una charola.
Enseguida Mey se apresuró a servir el té porque de nueva cuenta la tensión era palpable y más intensa que hace un rato.
Lou al tener la taza de té, inhalo el dulce aroma y penetrante de la canela. Era una delicia para sus sentidos. Sin esperar, Lou dio un sorbo y luego soltó un suspiro.
- Esta delicioso. - confesó él.
Enseguida Mey sonrió mientras que su loco corazón revoloteba por la confesión de Lou. No creí que tales palabras la sofocaran de una manera especial para su corazón.
Además, tener a Lou con el torso al aire libre y que él actuará de manera pacífica, la ponía en una situación delirante.
Pero también se sintió aliviada, al darse cuenta que Lou se había olvidado la pequeña discusión que tuvieron en la cocina y todo por aquel hombre de la revista.
Ella misma se dijo que no volvería a poner en dudas las palabras de Lou.
Le dio un sorbo a su té; se aclaró la garganta y se dirigió a Caleb para averiguar un poco más sobre Rubí.
- Bien, ¿no tienes ideas de dónde pudo ir ella? ¿Algún lugar que haya ido antes?
- No tengo idea. Ella no salía de casa. Pero lo que más urge saber dónde está mi hermana. - contestó Caleb, apretando con fuerzas la taza de té.
- ¿H-Hermana?. - inquirió Mey.
- Mm. Es mi pequeña hermana, ella desapareció. Cuando llegué, ambas no se encontraban. Yo creo que Rubí...se la pudo haber llevado o que mi hermana pudo salir a buscarla por su cuenta. Realmente...no tengo la menor idea. - expresó él con frustración.
Mey no pasó inadvertida por la frustración y molestia del guardabosques.
- Ella no se llevó a tu hermana.
Tanto Mey y Caleb abrieron sus ojos como platos por la afirmación de Lou.
- ¿Qué...es lo que dices?. - preguntó Caleb, escéptico y mirando fijamente a Lou.
- Em... L-Lou, ¿qué dices de repente?. - ella también preguntó, escéptica por lo que escuchó.
Pero Lou reafirmó sus palabras.
Caleb apretó sus puños y su expresión cambió.
¿Cómo este hombre puede afirmar algo a la ligera?
¿Cómo podía estar seguro que Rubí no se llevó a Etna?
Mey se sobresalto cuando el hombre enigmático se puso de pie; mostrando su escultural cuerpo y sus omóplatos que se marcaban, haciendo contraste con las líneas que tenía por su ancha espalda.
- Rubí fue...capturada.
Nuevamente Caleb y Mey se quedaron perplejos.
¿Rubí capturada? ¿Quién se la llevó y cómo?
¿Por qué Lou ahora declaraba eso?
- ¿Qué demonios? ¿Cómo puedes saberlo? ¡¿Acaso estás jugando conmigo para protegerla?!. - escupió Caleb exasperado.
No toleraba que la situación estaba tomando otro giro. Y menos creía que Lou dijera que Rubí fue capturada.
¿Quiénes eran realmente estos dos que aparecieron la misma noche?
Mey: - Er...calmense. Lou, ¿cómo sabes esto? Digo, tú...
- Mm. Comprendo la confusión de ambos. Pero es probable que la hayan encontrando y la han confinado. Ya no puedo revelar más información. - mencionó Lou, contundente y preciso.
Lou tenía en cuenta que el Escuadrón UECRA ya rondaba la zona en particular.
Rubí destacaba por su magnífica apariencia y su belleza esplendorosa como una mujer de 22 años, frágil y delicada en el planeta Tierra, era sin duda una tentación para el sexo masculino.
Si ella andaba deambulando por ahí, lo más probable que fuera vista y capturada de manera inmediata.
Y la mente de Mey algo se prendió. Recordó el instante que Lou la tomó como protección porque lo seguían.
Ella fue de ayuda para que Lou ocultará su mera presencia de quienes lo buscaban.
'¿Entonces si esa chica pelirroja fue atrapada, Lou también sería el siguiente...?'
Un miedo atravesó el corazón de Mey. Si llegarán a dar con Lou, eso quiere decir que sólo era cuestión de tiempo para que lo atraparán.
'¡Lou está en peligro!', gritó su corazón.
El hecho de imaginar que Lou se lo llevarán, que no lo volvería a ver, ni escucharía su voz grave, sus miradas indescriptible y todo de él, absolutamente todo de su enigmática presencia, la dejó helada y su pobre corazón latía por el temor de no volver a Lou.
Era un hecho impensable y doloroso.
Al mismo tiempo, Caleb frunció su ceño al atisbar la mirada de Mey.
Una expresión anhelante pero triste. Esos ojos esmeraldas reflejan un sentimiento indescifrable.
<<¿Acaso esta chica...? ¿O ellos dos...tienen algún tipo de relación?>>, se cuestionó Caleb. Indagó que quizás ambos tenían cierto sentimiento en especial.
Ni siquiera Lou se percataba de la mirada deseosa pero angustiante de Mey.