Capitulo XVI-3

Era festivo y no teníamos nada que hacer por suerte el toque de queda paro en la mañana.

Bast había perdido su oportunidad por el atentado, pero viendo que ahora se podía salir en la mañana aprovecho. Se vistió con su mejor ropa, maquillaje, tacones, collar, aretes, perfume la joven iría con todo, si no aprovechaba ahora perdería.

Mientras se dirige a la casa de Augusto, la joven semihumana se roba la mirada de muchos transeúntes sean hombres o mujeres.

Confiada llega al barrio mixto y se encuentra a una joven.

- Hola- saluda Astrea con su cara de póker.

Era una joven rubia vestida de sirvienta, su rostro no demostraba emoción alguna, la joven sumamente elegante no desvía la mirada de Bast.

- Soy Bast una amiga de Augusto, me han dicho que tú lo visitas continuamente los fines de semana.

- Si, el me gusta.

Bast no esperaba tal sinceridad de esa chica.

- Ya veo…. ¿eres una bruja?

- Si, las hijas de Augusto son importantes, trabajo para su tía.

- Aja…

Quizá Bast se sentía insegura. Ya que pensó que esa chica no llevar una conversación.

- Voy a salir con Augusto hoy- le dijo a Astrea.

- Si…

Bast vio cierta reacción en la joven bruja.

- Yo ya salí con él. Vengo a entregarle una carta de sus hijas y también a pasar el día- Astrea vuelve a golpear la puerta como si no pasase nada.

¿Esta chica no entiende o qué? Piensa para sí misma Bast un poco molesta. Pareciera que está aquí para molestarla. Pero no es así, Astrea solo está haciendo lo que siempre hace.

- Ya veo…. ¿entonces hoy quieres salir con él?

- Si.

- Aja, pero lamento informarte que él va a salir conmigo hoy.

- Si.

Se ve un pequeño tic en el ojo de Astrea.

Eso alegra a Bast. Haría flanquear a la bruja.

Pero no esperaba lo siguiente.

- Qué bueno. Entonces esperare, mi ama no me necesita mañana me dio el día libre- responde Astrea y golpea nuevamente la puerta.

¿Pero a esta que le pasa? Se pregunta Bast. ¡Porque siempre me encuentro una molestia tras otra!

- ¡Amo le toca abrir la puerta! - grita Alpha desde el baño.

- Ya lo sé- me levanto de mi cama.

Abro la puerta.

- ¡Hola Astrea como te ha ido! Y ¡hola Bast ¿hoy tenemos la cita?!

- Hola- Astrea busca en su bolsillo- carta de hijas.

- Hola Augusto, si hoy vamos a tener nuestra cita y será todo el día, así que no saques excusas - exclama Bast.

Tomo la carta y las invito a pasar.

Astrea lleva un nuevo uniforme de color azul y una horquilla plateada que adornaba su cabello.

Mientras Bast llevaba puesto un corto y escotado vestido blanco que no dejaba mucho a la imaginación, llevaba un bolso de cuero café.

- Te ves muy bien Bast. Dame un momento mientras me cambio- le digo.

- De acuerdo- responde ella mientras observa el lugar donde viven Augusto y sus dos pactos. Un hogar sencillo, Alpha estaba durmiendo en el sofá, mientras Tera se sienta en el mueble, se sienta e inmediatamente llama a su amiga.

Bast se sienta junto a su amiga, luego Tera le susurra algo al oído.

- Nada de cogérselo en la primera cita.

- ¡Que! ¡yo no….!- Bast no termina de responder ya que se torna roja.

Entonces su amiga suelta una carcajada.

- Es broma has lo que quieras.

Me siento un poco extraño después de intentar hacer ese hechizo. Pienso mientras busco mi mejor ropa.

me digo mientras me coloco la camisa. ¡Naa no creo!

Visto un conjunto parecido al que mis hijas me eligieron hace tiempo… como las extraño.

Antes de salir Astrea me dice algo.

- ¿Puedo quedarme esta noche?

- Si, de hecho, tenemos un cuarto para invitados, solo dame tiempo para acomodarlo.

- Entiendo- Astrea juega con los pies y mira al suelo- ¿puedo dormir con usted?

- Si claro- respondo sin darle importancia.

Habitualmente su maestro no debería responder cosas así a la ligera, ya que era extremadamente reservado sobre esos temas. Definitivamente había entregado algo más.

Bast le aprieta el brazo a Augusto con cierto recelo y molestia.

La joven bruja se cubre la cara ya que se torna roja como un tomate.

Entonces Bast lo saca rápido antes que las cosas se le compliquen.

¿Por qué Augusto se comporta así? se pregunta ella.

No debería ser tan ¿relajado? Ni idea. Ella se había dado cuenta de que empezaba a tartamudear fuera con ella o con la mujer de la tienda de flores. También escucho que era muy formal con la bruja, pero ahora era totalmente distinto.

- Dime Bast ¿Qué vamos a hacer?

- Quiero que me acompañes a cierto lugar, pero quiero que te coloques esto- Bast saca una venda oscura y me cubre los ojos- no te la quites hasta llegar al lugar.

- Se ve divertido, me recuerda cuando estaba en la escuela y jugaba a la gallina ciega.

Me pongo a reír, lo que alegra a Bast ya que ella también suelta una risita.

- ¡Qué cosas dices Augusto!

Mientras tanto en la casa.

- ¡HAAAAAA! ¡bruja atrevida, soy la única que puedo dormir con el amo! - Reclama Alpha mientras acusa con el dedo a Astrea.

- ¿Por qué? - Astrea mueve la cabeza sin saber.

- ¡No te hagas la tonta! Grita Astrea jalándose el cabello.

- ¡Deja de molestar! Regaña Tera pensativa- me preocupa el maestro.

Alpha zarandea a Astrea quien esta quieta como una estatua.

- Augusto no está perdiendo su humanidad- comenta Astrea.

Los dos pactos le prestan atención.

- ¿Cómo lo sabes?

- Yo puedo detectar cualquier cambio negativo en las personas, se me es extraño que ustedes quienes me dijeron que él no podía ser afectado por ninguna cosa se preocupen.

Tera se masaje los ojos.

¿entonces que le está pasando al maestro? Tera mira a Alpha. La mocosa sigue igual que siempre.

- ¿Mocosa te sientes diferente?

- ¡HE! No realmente no.

Tera suspira aliviada, tampoco sintió alguna interferencia en el alma de su maestro.

- Astrea gracias por hacerme recapacitar, tu si eres útil no como esa mocosa idiota ¿de qué mierda le sirve tener un enlace con los sentimientos del maestro si ni sabe cómo leerlos?

- ¡Oye! ¡yo si se interpretarlos!

- Aja, lo dudo. Bueno como recompensa te sedo el honor de dormir con mi maestro hoy.

- ¡HEEEEE!

- No molestes niña, la brujita me dio una idea de lo sucedió. Ahora que el maestro no está debo buscar el libro que el leyó.

Alpha solo se estaba haciendo la estúpida, ella si sabía lo que sucedía. Necesariamente no era malo, pero su amo si perdía algo fuera de los años. Solo dejaba salir lo que normalmente no se atrevía a decir. Alpha se ríe en sus adentros.

Como las cosas habían vuelto a la normalidad en la mañana mucha gente ve la extraña escena de Augusto con la venda mientras Bast se lo lleva.

Algunos conocidos de Bast empiezan a chiflar a la joven pareja.

- ¡Lo lograste Bast! - dice uno.

- No te lo vayas a quedar solo para ti- le grita su amiga quien estaba con su hija.

La semihumana se sonroja, pero está muy alegre. Ya que Augusto estaba muy hablador y no hablaba de lo de siempre, sino que son cosas interesantes o graciosas.

- Sabes Bast, me pone muy contento que me hayas invitado a salir, no todos los días tu bella amiga te invita- le digo mientras sonrió.

No sé cómo son sus reacciones, pero creo que debe estar alegre también.

- Debí ser yo quien te invitara a salir.

Por un momento nos detenemos.

- ¡Q-qq-que cosas dices Augusto! - dice Bast mientras siento que su mano tiembla.

- Si lo creo, debí hacerlo hace mucho ya que eres una de las primeras personas que conocí, además le agradas mucho a mi hija Antonia. Ella me dijo una vez que sería feliz si yo saliera contigo.

- V-v—vaamos no digas esas cosas, me haces sonrojar, no sabía que le agradaba tanto a tu hija.

- Si también me agradas mucho, te debo mucho por ayudarme aun siendo un desconocido.

¿Pero qué está pasando? Se pregunta Bast. ¡Debería ser el quien esta sonrojado no yo!

- Si—sigamos.

- ¡De acuerdo!

Pasamos un rato hasta que siento que empezamos a subir.

Luego de unos 10 minutos llegamos.

- Quédate quieto un momento- dice Bast, mientras me quita la Venda.

Cuando ella me quita la venda veo el hermoso paisaje.

Estábamos en una colina rodeada por un campo de flores multicolor, un pequeño riachuelo el cual era visitado por aves pequeñas.

- Fantástico.

Algunos insectos sobrevuelan las flores.

Me agacho y toco una de las flores, apenas la toco esta se abre y empieza a brillar, algunos insectos pequeños e inofensivos empiezan a revolotear por los pétalos de las flores.

- ¿Es lindo verdad? Lo descubrí cuando era pequeña- Bast toma una de las flores y se la coloca en el cabello- vengo aquí cuando quiero pensar.

- Es muy hermoso, no pensé que un lugar así estuviera tan cerca del pueblo.

- De hecho, es muy lejos del pueblo - dice ella mientras se rasca una mejilla- es solo que no te diste cuenta cuando llegamos aquí.

- ¿Haa? ¿enserio?

Ella se ríe – es una broma, este lugar es cercano, pero nadie lo conoce porque está oculto.

Doy un vistazo nuevamente.

- No me parece conocido.

Bast sonríe.

Aunque estuviéramos en épocas de lluvias teníamos la suerte de ver el sol. Hacia demasiado calor, me pregunto cómo estaría Bast ya que venía en ese sensual vestido corto.

- ¿Puedes cerrar los ojos nuevamente? Me pide Bast.

- ¿Otra vez? Digo sonriendo- ¡vamos quiero ver esta vez! Le digo giñando el ojo y colocando mis manos en suplica.

Ella suelta una risita.

- Que extraña forma de pedirlo- Bast aplaude y de la nada una pequeña cabaña en la cima de la colina.

- ¡Como lo hiciste! Le digo impresionado- ¡puedes usar magia!

- Un poco- exclama Bast medio avergonzada- casi ningún semihumano la puede usar, pero yo aprendí a usarla gracias a mi padre Seth, no es lo mejor, pero sirve.

- ¿Bromeas? Creaste una casa de la nada. Yo ni siquiera puedo hacer eso.

- No puedo crear cosas de la nada, solo oculto lo que ya existe.

- Entonces, ¿tu ocultaste todo?

- Si, es un lugar solo para mí, uso mi magia para ocultarlo de todos, me llevo tiempo hacerla.

- Ya veo- miro a Bast directamente a los ojos- ¿puedes mostrarme tu cabaña?

La semihumana no sabe bien que responder, ya que sería el último lugar que visitarían en su cita.

Ella esconde sus brazos detrás de su espalda.

- Nop, será el último lugar que visitaremos.

Un poco decepcionado Augusto lo acepta.

Nos quedamos un rato disfrutando la belleza de la naturaleza mientras comemos un pequeño tentempié sentados en un mantel decorado.