Capitulo XXI

PUNTO SIN RETORNO "LIARA"

Fue un día común y corriente.

Alguien pasa por la puerta.

- Ding dong Liara- exclama una voz que conocía.

Era otro miembro de los ocultistas.

Calamidad del caos Meiers.

Se presenta como un apuesto hombre de negocios.

Con su traje elegante, bien portado, guantes blancos, zapatos lustrados y brillante, con antejos y sombrero, utiliza magia que imposibilita el reconocimiento facial, no es tan buena como la de ##### pero es buena.

De acuerdo con la fachada él es el dueño de la compañía, el mismo sujeto que me había estado molestando durante tanto tiempo, desde el día que me vio hace ya mas de diez años no ha dejado de fastidiarme. Al igual que todas esas veces lo ignoro.

- ¿Qué quieres? Pregunto de mala gana.

- Esa no es la forma de dirigirte a tu jefe- me dice en burla.

- No eres mi jefe, nadie es mi jefe- respondo irritada.

Mientras Meiers se burla, va derecho donde están las flores, con un solo toque las desintegra.

- Arriba no están muy contentos por tu lento avance- exclama, mientras toma otra flor y la huele- yo tampoco estoy muy alegre.

- ¿Arriba? No recuerdo que seamos una "organización" con jefe- respondo.

- Bueno, desde que el culto filtro información sobre nosotros, hemos tenido que parar algunas operaciones.

- Eso no es problema mío, antes deberían agradecerme por descubrirlo.

- Si,si, pero tu deber es preparar el terreno para el festival, es necesario por lo menos 3 de nosotros para enfrentar a Velvet- recomienda mientras toma otra flor y la huele - ¿te divierte estar aquí? ¿has encontrado algo que te guste? Porque yo perdí algo que me gusta- Pregunta.

- No me vengas con estas mierdas, y deja de molestarme de una maldita vez- le digo.

El muy maldito sube los hombros y cierra los ojos satisfecho -lo pregunto porque se te ha visto con un humano muy alegre.

- ¿Y eso que? ¿sigues espiando lo que hago? ¿eres un acosador? No sabes el asco que me dan los acosadores.

- No, no, nada especial, solo que normalmente ya habrías matado a cualquiera que se te acercara, así que se me hace curioso eso.

Menudo hijo de puta.

- Lo que yo haga no es problema de ustedes, o acaso ¿quieres que mate a otros de tus subordinados? O quizá ¿sea porque tus otros dos lame traseros murieron? ¿o es porque jamás me interesaste?

Una noticia sobre dos sujetos muertos sobre un tejado se había extendido, la policía estuvo investigando el caso.

- Claro, claro- el desgraciado desintegra la flor que estaba oliendo, molesto por lo que le dije.

- No destruyas la mercancía- le digo molesta.

- Creí que no te importaba- apunta el sujeto.

- Necesito mantener la imagen.

- ¿A si? ¿para ese humano? - pregunto burlonamente.

- ¿Vas a llorar? - pregunto de manera sarcástica.

Dos personas pasan por la puerta, una de ellas se queda mirando a otro ocultista.

Él sonríe y la pobre chica queda encantada.

Un demonio con bella sonrisa, gracias a su magia única quien lo vea imagina a la persona que más anhela en el mundo.

Ante los ojos de un sabio mágico.

Solo es un demonio disfrazado de humano.

No es igual que la chica demonio que acompaña al señor cocinero.

El en verdad es un demonio hecho y derecho, el cual se oculta bajo una forma humana.

Los clientes se van.

- Veo que hay muchos juguetes en este lugar, seria agradable cambiar contigo algún día, o quizá deberías venir conmigo Liara.

- ¿Acaso quieres arruinar mi operación? Y no, no me interesa ir contigo.

- Bueno, puedo considerar tu operación arruinada hace mucho.

- ¿Enserio? Este bastardo ya me está sacando de quicio -porque no resolvemos nuestros problemas en la noche.

- Tal vez, pero no vine a eso, solo vine a advertirte.

La tensión entre los dos ya estaba superando lo normal.

Escondo mis manos detrás de mi espalda, mientras el sigue oliendo las flores con total calma.

El primero que hiciera el movimiento iniciaría una guerra en este pueblo.

Mientras hablamos otra persona pasa por la puerta.

- ¡Hola, señorita de las flores! -Comenta el señor cocinero -el jefe me envió a darte una invitación, ya que prácticamente colaboras mucho con el restaurante, el jefe quiere darte un regalo- exclama el señor cocinero, quien llevaba una invitación en su mano. Mira al otro ocultista, luego lo saluda -mucho gusto señor soy Augusto, trabajo en el restaurante.

El demonio lo mira de pies a cabeza. El demonio piensa ¿esta frágil cosa tan frágil es mejor que yo?

- se dice el demonio para sí mismo mientras le lanza una mirada de desdén a Augusto.

El demonio le sonríe -mucho gusto soy el dueño de la empresa donde trabaja Liara- estira su mano para estrecharla con el señor cocinero.

Lo mira directamente a los ojos, con esa mirada arrogante y llena de odio, pero el señor cocinero no parece afectado por nada, de pronto veo un pequeño cambio de color en el centro de su pupila.

El señor cocinero esta por devolverle el estrechón de mano, cuando lo detengo.

- Estoy ocupada Augusto, ¿puedes volver más tarde? - le digo sin desviar la mirada del ocultista.

- Discúlpame, no sabía que estabas en una reunión con tu jefe- se disculpa - de todas formas, te dejo la carta.

Tomo la carta y la guardo.

El señor cocinero mira al sujeto y dice:

- Y señor es un gusto conocerlo, si me permite decirlo Liara es una excelente vendedora y nosotros en el restaurante estamos muy agradecidos con ella.

pienso.

Antes de irse el señor cocinero comenta intrigado en otro idioma.

< ¿Por qué tu jefe tiene cola y cuernos?> mira de manera extraña al otro ocultista, mientras el color plateado va desplazando al dorado de sus ojos.

Ninguno de los dos entiende lo que dice el señor cocinero, pero notamos el ligero cambio de color en sus ojos.

Simplemente se disculpa y se va.

Meiers lanza una esfera acida contra el descuidado señor cocinero, quien da la espalda al salir de la puerta.

Actuó rápidamente y apunto con un dedo a la esfera acida antes de que golpee su objetivo, las dos magias chocan y crean una pequeña explosión.

- Interesante- exclama el bastardo- ¿te preocupa ese juguete? ¿quizá deberías prestármelo?

El señor cocinero se aleja lo suficiente, para no estar en peligro.

- ¿Celoso? - pregunto burlándome.

- Una cosa que ni siquiera debió existir no debería decirle lo que tiene que hacer a un demonio superior.

- Si tanto te quejas de que no debería existir entonces ¿Por qué me estuviste molestando durante 10 años? – pregunto en burla.

- Viendo que ese humano no está en tu preciado negocio, entonces- el desgraciado dispara tan rápido su magia corrosiva que no puedo reaccionar debido a la preocupación por el señor cocinero.

Pero no pasa nada.

Nadie en la calle grita o hace escándalo.

El demonio vuelve a lanzar su magia.

Pero nada vuelve a suceder.

- Que mierda.

El bastardo se ofende al ver que no sucede nada.

- ¿Sucede algo? Le pregunto riéndome, apenas me aguantaba la ira, solo podía apretar mis puños.

Chasquea con su lengua.

pienso mientras aprieto los puños.

Luego se impresiona - ¿creo que falle? ¿Qué extraño?

Alza sus hombros fingiendo estar triste - Bueno creo que lo intentare nuevamente- esta vez usa dos dedos y vuelve a disparar, pero esta vez uso mi magia para desviar la suya.

El sujeto molesto me mira con ganas de matarme.

- Inténtalo una vez más- digo retándolo.

El bastardo suelta una carcajada, mientras parte de su rostro cubierto con magia se va difuminando, dejando ver al demonio que se oculta bajo un bello rostro.

- Maldita cosa- mientras dice eso lanza 2 ataques mágicos a gran velocidad.

Nuevamente utilizo mi magia para bloquearlos.

La mezcla de humo y veneno se van expandiendo por mi "negocio"

- Déjate de juegos- le digo y continuo - si haces eso nos descubrirá- no era en lo que estaba pensando, estaba preocupada.

El tipo irritado, usa su magia nuevamente.

- Te lo advierto- le digo.

El idiota resentido me lanza una despectiva mirada, yo le devuelvo la mirada del mismo modo.

Lo único que hizo fue dejarles agujeros a las paredes.

- No importa tendré que hacerlo de cerca- exclama.

- ¿Oh enserio y que planeas hacer? Le pregunto - ¿vas a matar a todos y arruinar la operación?

- No es de tu incumbencia Liara- responde molesto- lo matare ahora.

- ¿Heeee enserio?, pero- las pupilas de Liara cambian nuevamente a algo parecido a las de un reptil- si lo intentas nuevamente te voy a mutilar.

- ¿Crees que te tengo miedo perra?

- Tal vez, nunca me has visto luchar enserio demonio.

- Conque así lo quieres Liara- responde el demonio.

El sujeto frunce el ceño.

Ambos estábamos listos para iniciar, pero un sujeto encapuchado interviene entre los dos.

- ¿Así que te lo trajiste? Pregunto al ver al sirviente.

El encapuchado se transforma en una humareda viviente, al momento empieza a desprender cenizas de su cuerpo.

- Algún día serás mía Liara- el sujeto y su sirviente desaparece en una nube de humo.

Espero unos minutos preocupada dando vueltas alrededor.

Algunos mirones se pasan y me preguntan sobre el humo y las cenizas que hay en la entrada. No les prestó atención ya que mi mente estaba en otro lado.

Los disparos de ácido iban dirigidos al señor cocinero, no se realmente que paso, pero esos disparos de magia fallaron, ese sujeto jamás falla con su magia. Y yo no intente nada para detenerlo, ¿Por qué debería hacerlo? Después de todo el no significa nada para mí, solo entretenimiento momentáneo. No… es mentira el me gusta mucho, debí detener a esa basura, ¿Cómo se encuentra el señor cocinero? ¿está muerto? Noo… estoy asustada, me preocupa su estado.

Suelto mi estrés lanzando una pequeña chispa de fuego quemando el mostrador, detengo el fuego lo sufrientemente rápido para que no se incendie la tienda.

¿Y ahora qué hago? Se me ocurrió una idea bastante práctica, mato dos pájaros de un tiro.