- ¿Crees que papi despierte hoy? Pregunta alguien con voz chillona.
- ¡Shi,shi, papi despertara hoy! Responde una voz más chillona.
Conozco esas voces.
¿D..donde estoy? ¿estoy en casa? ¿no estaba en la academia?
- Mira papi se está moviendo.
- ¿Se está haciendo el dormido?
¿A..Ana, Antonia? ¿estoy en casa?
- Debo estar en el cielo, ya que escucho la voz de dos hermosos ángeles- digo.
Las dos niñas siguen el juego.
- En efecto estas en el cielo- responde Anna.
- Shii, dos hermosos ángeles te están llamando para que despiertes y veas a tus hermosas hijas.
- Quizá lo haga si esos hermosos ángeles me dan un beso en las mejillas.
A las dos niñas quienes están a los lados de la cama del hospital les brillan sus ojos y proceden a besar a su padre en las mejillas, lo que lo hace sonreír.
Abro lentamente los ojos y a quienes veo llorando son a mis dos pequeñas hijas. Me doy cuenta de que me encuentro en un hospital, tengo mi mano vendada mientras un fino tubo transporta un líquido hacia mis venas mediante una aguja delgada. No puedo ver mi mano ya que se encuentra vendada. Pero no la siento, perdí el movimiento de esta y no solo eso, también estoy lleno de vendas.
- Pensé que íbamos a perderte papi- dice Antonia llorando mientras se aferra con fuerza a mi camiseta.
- No te preocupes corazón, papá está bien- respondo mientras le acaricio el cabello.
- ¡No es cierto papi, casi te mueres por falta se sangre! ¡y tu mano… los médicos dijeron que es posible que no vuelvas a usarla! - me grita Anna mientras llora a montones.
- Pero aquí estoy amor, no me paso nada vez- le digo para calmarla. Aunque no era del todo cierto, me sentía mareado y escuchar que posiblemente mi mano no volviera a funcionarme…
- Papi… ¡papi mentiroso! ¡porque nunca nos dijiste que eras alérgico a la magia!
- Yo…lo siento niñas, no quería que se preocuparan.
- Ahora estamos más preocupadas por ti papi… - dice Antonia abrazándome con fuerza- ¡ERES UN TONTO!
Deprimido miro a mis hijas quienes se encuentran llorando al verme en este estado.
- Lo siento niñas. Fue una estupidez no decirles, pero tenía mis razones.
Las hijas de Augusto no solo estaban tristes por ello, también recordaron cuando casi matan a su propio padre y Astrea misma les dijo que las heridas de aquella vez aun no sanan.
Miro una bolsa de sangre y entonces pregunto:
- ¿Ustedes me donaron sangre? - pregunto intentando cambiar la conversación.
Anna señala hacia una esquina. Maki estaba dormida profundamente. Noto que tiene una pequeña venda en la superficie del brazo donde se ven las venas.
- Papi… hermanita es la única que podía donarte sangre, ni tus pactos o nosotras podíamos hacerlo, tu cuerpo solo recibe sangre especial.. y de las tres, hermanita era la única que podía hacerlo… poque es y será tu única donante…- comenta Anna con envidia.
- N..¿solo Maki me puede donar sangre? – pregunto.
- Si papi… solo ella puede donarte, nos lo estuvo presumiendo todo el día.
- ¿Por qué? ¿se supone que soy un humano común y corriente, cualquiera que no utilice magia y sea del mismo tipo de sangre debería?
- Su tipo de sangre es no es muy corriente- exclama Astrea asomándose por la puerta, hace un saludo cordial y continua- hola.
- Hola Astrea ¿Cómo que mi sangre no es corriente? Todo el mundo tiene O+
- La sangre O+ no es nada común- responde Astrea- solo el 20% de la población mundial la tiene.
- Vaya cosa, de donde soy ese tipo de sangre abunda- respondo sin creerlo, ¿acaso Tera o Alpha no pueden?
Astrea niega con la cabeza.
- Uno es un demonio y la otra es una diosa, su cuerpo no aceptaría esas donaciones, de hecho, lo matarían.
- Ya veo.
Se forma un silencio incomodo.
Miro a mi Maki y me entristezco.
Mi pobre chiquita tuvo que donarme de su sangre fuera de ello no sé porque estoy en un hospital, pero verla allí dormida por el cansancio me deprime…
Antonia nota eso y entonces actúa.
- ¡Papi quieres ver como despierto a Maki! – propone Antonia.
- ¿Cómo lo vas a hacer? - pregunto- sería mejor que ella descansara.
- Maki no está cansada papi- responde Anna- solo se está haciendo la dramática.
- No creo- comento- prefiero verla descansar, de hecho, me gustaría ir a abrazarla, pero eso tendrá que esperar.
- ...
"La dormida Mackenzie" reacciona un poco al escuchar lo que dijo su padre.
- Mira esto Astrea- dice Antonia mientras mira pícaramente a Astrea- ¡HAAAAA LA NOVIA DE PAPI! ¡QUEEE! ¡NOOO! ¡NOO ES…ESTA BESANDOLO! ¡ESPERA NO BESES A PAPI!
Astrea desvía su mirada hacia el suelo.
Inmediatamente Maki salta del asiento.
- ¡NADIE VA A BESAR A PAPÁ MIENTRAS YO ESTE AQUÍ! - responde Maki alerta, mi hija mira a todos lados se pone roja de la vergüenza al ver que sus hermanas menores le jugaron una broma, las dos pequeñas se burlan de ella, Maki se aclara la garganta.
- Hola, cariño- le digo a Maki, quien se lanza a abrazarme mientras llora.
- Papi eres un ¡TONTO! ¡PORQUE DIABLOS HICISTE ESO EN LA ACADEMIA!
- ¿Q.que fue lo que hice? - Pregunto ignorando lo que sucedió, porque enserio no recuerdo nada.
- ¿Es enserio papá? - me pregunta Maki sin soltarme.
- Enserio cariño, no recuerdo nada.
- Oye tu…
- ¿Qué?
- Suelta a papi…- exclama molesta Antonia.
- No se me da la gana mocosa- responde Maki.
Estas niñas no cambian, eso me hace soltar una carcajada.
- Las extraño mucho niñas, me hacen mucha falta- les digo a las tres.
- Igual a nosotras papá- responde Maki, Anna y Antonia intentaban separarla de mí.
- ¡Alejate de papi! - dice Anna jalando a su hermana mayor.
- No.
- ¡Hacías lo mismo cuando estábamos en casa! - reclama Antonia.
- Soy la mayor, tengo privilegios- recalca Maki.
- Niñas no hagan eso.. me hacen pasar vergüenza frente a Astrea.
Las tres estaban tan absortas en su "pelea" que olvidaron a Astrea.
Astrea tan callada como siempre miraba el suelo.
Me miro mi brazo vendado.
- Gracias por curar mis heridas Astrea- le comento a ella.
Astrea infla las mejillas mientras se sonroja.
- Solo cumplo con mi deber- responde apenada.
- De nuevo gracias, Astrea, eres la única que dejaría mi bienestar.
- Astrea ¿quieres abrazar a papi como premio? - pregunta en burla Anna.
- ¡Hey mocosa ojo con esas bromitas! - exclama molesta Maki- aquí nadie aparte de mi va a abrazar a papá.
Le acaricio la cabeza a Maki.
- Gracias a ti también cariño, por ser la donante- le comento mientras le acaricio la cabeza con delicadeza.
- De eso nada papi, de hecho, me quedare contigo hasta que te recuperes lo juro- comenta Maki.
La puerta se abre sola y aparece la tía de las niñas.
- Que graciosa mocosa, recuerda quien paga tus estudios- exclama molesta Velvet, con un solo movimiento de su dedo separa a mis tres hijas- salgan. Tengo que hablar con este humano.
Saca a las tres del cuarto como si nada, cuando intentan rechistar cierra la puerta.
Las dos guardianas imperiales que siempre acompañan a su ama se postran en la entrada, colocan un pequeño artefacto en esta y miran a las tres jóvenes.