Capitulo XXXIII-4

Al otro día.

Sinceramente este hospital es de primera clase. Dudo mucho que mi cariño tenga el dinero para pagar esto. Así que es seguro que su hermana mayor pago por todo.

Tiene hasta una zona de acampar. Ahora mismo me encuentro con Augusto en una especie de picnic.

- Cariño te traje un regalo- le digo a Augusto mientras le entrego un sobre.

Quedan 2 días para el fin de semana y 4 para que a mi cariño le den de alta.

- ¡Gracias Lia!- responde Augusto contento mientras abre el sobre. Entonces abre el sobre como si fuera un regalo y ve algo curioso. Pasa saliva mientras ojea por encima su "regalo" luego toda la sangre se le sube a la cabeza.

- ¿Te gusta?- le pregunto mientras le susurro al oído.

- L.ll.li.lia y..yyo.y.yo n.n.no me esperaba e.ee.esto.

- Vamos cariño ¿a quién no le gustan unas buenas fotos eróticas? - le digo burlándome, dejo la burla para contarle algo que me tiene preocupada- sabes cariño últimamente me siento muy enferma, algunas veces me dan nauseas o me canso rápido.

- ¿Enserio? Deberías aprovechar y hacerte una consulta- responde mi cariño guardando el sobre en uno de los bolsillos de su pantalón.

- Naa, no es nada grave- respondo.

- ¿Estas segura?

- Si.

- Bueno, pero si necesitas compañías sabes que yo estoy para ti.

- Eres un tontito- le digo mientras me recuesto en su regazo- apenas puedes caminar y me salen con esas.

- Lia, tu viniste desde tan lejos solo para cuidarme. Sería el colmo si no hago lo mismo por ti.

Me gusta mucho esta vida.

Cuando esos dos idiotas me dijeron que

¿Por qué no paraba y seguía mi nueva vida?

Me aterre.

No conozco nada más fuera de lo que he hecho en todo este tiempo. Pienso constantemente eso ¿Cómo voy a vivir una vida tranquila sabiendo las cosas que he hecho por el culto? Un mercenario quizás pueda vivir con ciertos pecados, pero una asesina como yo con todo lo que hecho durante mi vida me sorprende que pueda dormir y hablando de dormir. Tengo los ojos pesados, quizá se deba a que este sitio es muy tranquilo, las aves cantan y hacen sus nidos en los árboles, los niños visitan a sus padres y viceversa, las enfermeras ya no me molestan y tengo a mi cariño para mi sola. He pensado sobre sus hijas, ¿Cómo presentarme frente a ellas? ¿Cómo serán? ¡Me da miedo!, cielos tengo los ojos muy pesados creo que el sueño….

Unos minutos después Liara se duerme. Y despierta en su sueño recurrente

- ¡Mami,mami,mami! ¡rápido mami! ¡despierta!

Alguien mueve mi hombro continuamente, como nota que no quiero despertar, procede a hacerme cosquillas. Su insistencia hace que me despierte.