Capitulo XXXVIII-10

La dama se agacha y coloca sus manos sobre mi rostro.

- Dime Velvet ¿Me odias?

Cuando la dama pretende acercar sus labios contra los míos una ráfaga casi invisible de viento la separa no sin antes quitarle unos mechones, momento que aprovecha Morgana para salir e interponerse. Por la seriedad que tiene Morgana, esa dama no parece alguien normal.

Sin fuerza alguna caigo al suelo mientras Isabel me ayuda a levantar. Entonces gira lentamente para mirar directamente a la dama.

- Aléjese- exclama Isabel con el rostro oscurecido- ¿acaso está buscando problemas?

Sin darle importancia a lo que dice Isabel la dama solo dice:

- ¡Vaya! ¡vaya! El pacto de la reina caída, ¡no esperaba verlo de cerca! – comenta la dama sin pisca de asombro. Entonces su agradable mirada cambia a una de total asco y repudio- [veo que no le enseñaron modales a esta mocosa imperial a...]- comenta en un idioma que no conozco.

Morgana no pierde de vista a la extraña dama, entonces empieza a mover los labios sin que salga palabra o sonido alguno.

- Tenía razón mi abuelo cuando decía que las brujas larianas son unos pedazos de mierda - responde Isabel.

La mujer sin dejar su mirada de asco se lame su labio superior entonces empieza a reírse, luego se muerde el pulgar de su mano derecha.

- La pequeña hechicera tiene agallas-exclama mientras se cubre medio rostro con su otra mano.

- Mi abuelo me conto sobre la bastarda Liariana, pero nunca espere verla en persona- responde Isabel sin temor.

- Que graciosaa mocosa, haría algo, pero ahora debo irme. Solo una cosa perrita- la escalofriante dama dirige su mirada hacia mi- cuando sea el momento la pequeña Velvet será mía.

- Yo no soy mi tía y no tengo idea de quien sea- respondo un tanto mareada- pero de algo estoy segura, si vuelve a utilizar encanto sobre mi créame que…

Al instante y sin darnos cuenta tanto Isabel, Morgana y yo estamos nuevamente en el balcón.

- ¿Qué diablos paso? - pregunto confundida.

- ¿Morgana que sucedió? - le pregunta Isabel a su hada.

- …. Alguien uso magia máxima- responde esta.

- ¿Quién? ¿Cómo es posible que alguien use magia máxima sin que nadie lo noto?

En el lugar donde estaban las jóvenes.

- Vaya,vaya ¿creí que teníamos un trato?- comenta un desconocido mientras da un aplauso- ¿no sabía que esta gala era para declararnos la guerra? porque si así lo fuera ninguna de nuestras naciones saldría en pie y sería muy fácil para la alianza federal de naciones con la iglesia o a las Tres Repúblicas acabar con nosotros- responde el desconocido con una afable sonrisa mientras levanta los hombros con calma.

La dama chasquea con la lengua da media vuelta y se aleja.

- (Te doy una pequeña advertencia ###### si una de tus hijas vuelve a acosar a las hechiceras del imperio, créeme que no me voy a quedarme solo para observar) comenta el desconocido amenazando a otra persona por medio de enlace mágico.

En otro lugar del gran salón alguien sonríe despectivamente mientras charla con un grupo de personas de clase alta.

La mujer que acoso a Mackenzie nota un fino corte en la garganta, entonces unas pequeñas gotas de sangre se deslizan por su cuello hasta manchar su vestido, cuando se toca la garganta se da cuenta de que por poco se la abren, toma un pañuelo y se cubre la herida mientras busca un lugar donde nadie la vea cambiar de expresión.

- Velvet ¿Por qué me odias? ….- exclama la mujer molesta limpiándose la herida.

Solo pocos notaron lo sucedió entre ellos fueron:

El emperador, Velvet,Momo,Natasha, las dos brujas primordiales de Liare y otras personas importantes.