POV ALECTO:
—!Haaa....nhaaa....Haaa.....aaaah~!.
—!Mmmmg.....Mmmmg.....ahn~!.
Podía escuchar los fuertes gemidos de mis dos hermanas, no esperé que se pusieran de esa forma al ver al chico a través de la fuente de las visiones.
La razón de su estado actual....
El chico activó el decreto de Tisífone e incrementó el efecto de este en Megara y debo decir que yo también estoy siendo algo afectada.
Los decretos son similares a la marca de pareja que tienen los dragones, una vez este se activa, nuestra necesidad de tener sexo con quién lo activo invade nuestros cuerpos.
Hasta el día de hoy nadie lo había logrado, ni siquiera los lujuriosos dioses o antiguos Titanes lograron hacerlo pero.....
Este chico, en cuestión de minutos, logró activar los decretos de mis dos hermanas.
El decreto de Megara solo se activaría si alguien lograba derrotarla en combate, mientras que el de Tisífone solo se activaría si alguien la dominaba y era superior a ella en magia.
Pero mi hermana era una genio en esa categoría, por lo que ni la magia de los dioses logró sorprenderla, pero este chico lo hizo.
Ese extraño rayo que salió de sus manos y desintegró la magia de Tisífone y ahora, esas extrañas cuerdas que salieron de sus dedos y entraron en el cuerpo de Hades convirtiéndolo en un títere.
Hicieron que el decreto de mi hermana se active con tal fuerza que la envío directo a la cama.
Pero eso no es todo, si no que, Megara vió como dominó a Hades con facilidad y lo trató como a una marioneta. Esto hizo que su decreto actuará con más fuerza en su cuerpo.
—!Nhaaa...haaaah...nmmh.....me corroo~!.
—!N-No.....nhaaa.....me voy a venir.....haaah.....por culpa de ese chico!.
Simplemente negué con la cabeza al escuchar a mis dos hermanas y seguí mirando a ese chico, según escuchamos su nombre es Orión Lucifer, un Dios Demonio.
No voy a negar que al escucharlo me sorprendió un poco, ya que no sentí su divinidad, pero al verlo actuar contra Hades, una aterradora conclusión llegó a mi mente.
Solo hay dos formas por las cueles no podemos sentir la divinidad de alguien. La primera es porque dicho ser no posee divinidad y la segunda es que dicho ser tiene semejante control sobre su poder, que es capaz de ocultarla por completo.
De inmediato descarte la primera idea, entonces solo quedó la segunda opción. Si esa opción es la que aplica a ese chico, no quiero ni pensar que tan fuerte es en realidad.
—¿Que harás ahora?, Orión Lucifer.
FIN ALECTO POV
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Pasaron un par de horas desde que llegué al Infierno y convertí al dios regente de este lugar en un títere. Y ahora me hallaba con Perséphone, Orcus y Bennia frente a una enorme puerta negra.
Dicha puerta tenía lava recorriendo a través de ella y era nada más y nada menos que la.puerta que daba entrada a la zonas más temida por todo los Olímpicos. La Fosa del Tártaro.
—¿E-En serio quieres entrar a este lugar?.—Perséphone preguntó nerviosa ya que no era un secreto que en el Tártaro estaban encerrados aquellos seres que odiaban a muerte a los Olímpicos.
—Sí, pero lo haré yo solo, ya que si vienen conmigo lo más seguro es que nos empiezen a atacar a diestra y siniestra. Así que regresa con Démeter y si pregunta por mí, bueno, diles la verdad.
Terminé de hablar y puse mis manos en la puerta, aplique algo de fuerza y empezé abrirla. Pero sin saberlo este hecho alteró a todo el mundo sobrenatural.
Ya que en la cima se produjo un enorme sismo que sacudió a todas las facciones sin excepción.
—Bien, Orcus. Será mejor que hables con Azazel sobre el Samael y no te preocupes por Hades que no hará nada <
Estaba a punto de entrar a las tierras del Tártaro cuando de repente Orcus me detuvo.—Sabes, no puedo dejar que vayas solo a ese lugar chico, al menos ve con mi hija, ella es fuerte y podrá ayudarte.
Miré a Bennia quien de forma algo tímida asintió, dando a entender que estaba de acuerdo con la decisión de Orcus.
Acepté su pedido y así, ambos entramos a las rojas y salvajes tierras del Tártaro. Al entrar la puerta de forma automática empezó a cerrarse ocasionando que el sismo en la parte superior siguiera de forma continua.
—¿E-Entonces, que quieres hacer en un lugar como este?.—Con una voz algo tímida, Bennia me siguió de cerca mientras volábamos a lo que parecía ser sin dirección alguna dentro de este lugar.
—Bueno, hay un arma que fue sellada en este lugar. Según los documentos en el despacho de Hades, dicha arma posee un enorme poder. Una espada Anti mundial.
Mis palabras sorprendieron a la Grim Reaper que me estaba acompañando en mi búsqueda. Pero no sabía dónde estaba específicamente, así que tocaba buscar dicha arma.
Estuvimos volando por un tiempo hasta que vimos un enorme agujero en el suelo arenoso de la Fosa del Tártaro. Dicho agujero, mas parecía ser una torre invertida, ya que habían escaleras que llevaban dentro de la enorme fosa.
—¿Q-Qué crees que haya allí abajo?.—Benia me preguntó de forma tímida mientras descendíamos al inicio de la escaleras que parecían llevar al centro de la Tierra.
—No lo sé, pero creo que deberíamos bajar, puede que encontremos respuesta sobre dicha espada que vine a buscar.
Empezamos a descender por las escaleras, cada vez el recorrido era más y más profundo, incluso me llegue a preguntar qué es lo que habría al final de todo esto.
Al ver que ya no llegaba la luz del exterior, materializé magia de fuego en mi mano para alumbrarnos y seguir con nuestro recorrido.
—O-Orión mira, este perece ser el final de las escaleras.
—Tienes razón, sigamos haber que hay detrás de esa puerta.
Bennia y yo llegamos a cruzar la vieja puerta de madera que estaba al final de las escaleras y entramos a una sala muy antigua.
—!Cuidado!.—En medio de nuestra caminata, Bennia había activado una trampa. Una enorme hacha de metal iba en su dirección, claro que reaccioné a tiempo y evité que la pequeña Grim Reaper sea degollada.
—G-Gracias....—Bennia se sonrojo y habló con un tono muy bajo ya que me hallaba abrazándola mientras el hacha se rompía en mis manos.
—Procura tener más cuidado, no sabemos que otras cosas pueda haber en este lugar.—Le dí una cálida sonrisa a Bennia, quien rápidamente se separó de mí y siguió adelante. Se podía ver qué estaba bastante avergonzada.
Así seguimos por más salas, donde encontramos más trampas y tuve que salvar a Bennia más veces. Debo decir que la pequeña Grim Reaper era algo torpe, lo que la hacía ver más linda.
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—Vamos Bennia, está es la última sala.—Ya habíamos llegado a lo que parecía ser la última sala, ya que había una poderosa barrera mágica protegiendo la enorme puerta de la entrada.
Dicha entrada tenía escrito con sangre y con un lenguaje antiguo <
Me acerqué a la puerta y usando mi poder empezé a romper la barrera que rodeaba la entraba. Al romperla la puerta se deshizo como si fuera arena dejando ver una enorme y oscura cueva.
Decidí entrar de primero con Bennia siguiéndome de cerca y fue entonces que la cueva se empezó a iluminar.
Las paredes empezaron a encenderse con un fuego celeste y donde antes estaba el agujero de la puerta ahora había un enorme muro de fuego que impedía que pudiéramos salir a simple vista.
Fue entonces que lo vimos, una enorme criatura de tres cabezas. Alrededor de su cuello tenía unos callares aterradores de los cuales salían cadenas que lo sujetaban a las paredes.
La criatura en cuestión sintió nuestra presencia y abrió sus ojos, los cuales empezaron a despedir una energía verde. Dando así un aspecto aterrador.
El enorme can de tres cabezas se puso de pie, llegando a ser cuatro veces más grande que el Cerbero que me encontré cuando baje al infierno.
—Asi que el auténtico guardián eh....el verdadero Cerbero.
—¿A....a que te refieres con el auténtico?.—Podia notar el miedo proveniente de la voz de mi acompañante, así que rápidamente sujete su mano y use mi aura para calmarla.
—Pues eso, este es el auténtico guardián del infierno, el verdadero Cerbero.—La bestia pareció entender mis palabras y empezó a gruñir de forma amenazante.
[Aviso anfitrión: Se desconoce la fuerza de la criatura que tiene frente a usted supera la clase suprema y la clase Dios, se recomienda luchar con todo contra ella]
El aviso de System hizo que entrecerrara los ojos, ya que no pensé que fuera tan fuerte.—Benia, quiero que no interfieras en esto, no eres rival para Cerbero.
—!P-Pero...—Bennia no pudo terminar de hablar ya que vio mi expresión seria, así que solo pudo asentir tiernamente con la cabeza mientras se alejaba de Cerbero y de mí.
—Bien, supongo que no nos dejarás pasar ¿No es así?.—La criatura gruñó en respuesta. Parecía decirme que nunca me dejaría pasar así que solo quedaba luchar.
Rápidamente entré en mi forma verdadera liberando una cantidad de energía aterradora, pero aún así la bestia no se vió inquieta.
Al contrario, parecía estar observando a un rival digno después de una eternidad. Cerbero soltó un enorme rugido, el cual rompió las cadenas e hizo que del suelo unas manos y brazos fantasmales de color celeste empezarán a emerger.
—Bueno, si esa es tu elección. Que gané el mejor. Guardián de la muerte. Cerbero.
Así se dió mi primera gran batalla con una bestia que fue creada junto al Tártaro, una criatura que por su poder, incluso el gran y antiguo Urano, padre de los Titanes y el antiguo dios Titán del cielo, llegó a temer.
Una criatura que requirió la fuerza combinada de la antigua Gea, de su esposo Urano y muchos de sus primeros hijos para poder ser encerrada en este lugar. Con la esperanza de nunca ser liberada.