Ya había pasado un tiempo desde que empezé a luchar con Cerbero, debo decir que la criatura era más fuerte de lo que tenía previsto.
Dicho can lanzaba de sus tres cabezas esferas de poder que fácilmente hacían contra mí vacío desintegrador.
En cuestión de fuerza física, se podía decir que estábamos en condiciones similares, ya que sus garras llegaron a dejar marcado con cicatrices el frente de mi torso.
Pero lo que más asustaba era lo que estaba sucediendo ahora mismo. Cerbero se levantó con sus patas traseras similar a como se para un oso.
El suelo empezó a brillar y al cabo de unos segundos cayó al suelo con una abrumadora fuerza. El suelo se fracturó y de dichas grietas las almas de incontables seres salieron disparadas.
De un momento a otro me hallaba suspendido en el aire sin poder moverme, y en un parpadeó las almas se arremolinaron encima mío y me golpearon contra el suelo con una fuerza abrumadora.
—!O-Orión!.—El grito de Bennia me hizo salir de la conmoción del golpe, pero podía sentir que el cuerpo me dolía, está sensación no la sentí desde que absorví el poder de la destrucción de Siena y lo hize mío.
Pero Cerbero no estaba mejor, mis garras lastimaron mucho su cuerpo y se hallaba en un estado deplorable, tenía profundos cortes de los cuales su sangre escurría sin parar.
También tenía las extremidades perforadas por Enkidu, pero la bestia seguía en pie como si eso no le importara.
Ambos hicimos contacto visual, como si nos reconociéramos como dignos rivales, pero a la vez sabíamos que el siguiente ataque acabaría con todo.
Estiré mis alas y me eleve del suelo, al estar por encima del can, un portal dorado apareció a mi derecha. De dicho portal empezé a sacar mi espada, Ea.
—!Fue divertido y un reto luchar contigo, pero esto se acaba ahora Cerbero!.—La criatura gruñó en respuesta a mi declaración y empezó a condensar lo último de su poder en sus tres bocas.
Yo en cambio levanté a Ea y canalizé mi poder. La hoja de la espada empezó a girar, mientras que en la punta de esta se condensaba mi poder.
—!Enuma Elish!.—Al momento de bajar mi espada Cerbero soltó su ataque. Este fue fue interceptado por el rayo de poder que salió de mi espada y al momento de colisionar toda la cueva empezó a temblar de forma violenta.
Llegando así a cubrir una luz de color roja que segaría a cualquiera que estuviera presente en el lugar.
Luego de dicho evento, el silencio perduró por unos minutos, yo estaba en el aire, jadeando de cansancio y de dolor. Pero con una sonrisa, ya que había derrotado a una criatura muy fuerte y a la vez mi fuerza, poder y demás habían evolucionado, alcanzando otro nivel.
Lentamente descendí al suelo dónde empezé a volver a mi forma normal, si no fuera por mi cuerpo especial ahora mismo ni siquiera podría estar de pie.
—!Orión!.—Bennia se acercó a mí con una expresión preocupada, a lo que solo le sonreí y le acaricié la cabeza agradeciéndole de forma silenciosa por su preocupación.
Poco a poco la nube de polvo empezó a desparecer, dejando lugar a un Cerbero muy mal herido y casi al borde de la muerte.
Pero al verlo en ese estado se me ocurrió una idea. Sería un desperdicio dejar a semejante criatura morir, así que con algo de ayuda por parte de Bennia me acerque a su enorme cuerpo.
—Fuiste un rival más que fuerte y digno, así que no te dejaré morir. Al contrario serás mi familiar y mi mascota de ahora en adelante [Esclavización del Vacío].
Marque a Cerbero con mi habilidad y entonces, su cuerpo empezó a recuperarse de las heridas que le había causado y los collares que tenía tomaron forma de mi [Marca del Demonio]
Fue entonces que empezó a brillar y luego de una explosión segadora, se pudo apreciar un lindo cachorrito de tres cabezas.
[Adquirido: Domador de bestias]
[El anfitrión tiene la facultad de dominar y convertir terribles bestias en sus mascotas]
[Aviso: El método varía dependiendo de la criatura en cuestión]
[Adquirido: Cerbero]
[Auténtico guardián del mundo de los muertos, su poder supera con creces a dioses y Titanes]
Ignore las notificaciones de System ya que el lindo perrito estaba abriendo los ojos. Procedió a estirarse y luego de mirar de un lado a otro dió un lindo ladrido y corrió hacia donde estaba.
Al llegar a mis pies empezó a mover la cola de forma muy tierna, así que me separé de Bennia y me arrodille para acariciarle su esponjosa cabeza.
—Bien, desde hoy serás mi compañero de viajes, querido amigo.—Cerbero me lanzó un tierno ladrido como si intentara reprocharme algo. Al principio no entendí pero fue System quien mató mi duda.
[Es hembra anfitrión]
.....
Simplemente me quedé congelado ante lo que dijo System. Al final luego de unos segundos dí un suspiro cansado y me disculpé con mi nueva mascota.
Ella tomó muy bien mi disculpa y empezó a frotar sus cabezas contra mis manos, queriendo recibir más caricias.
—Dime pequeña, ¿Te gusta el nombre de Cleo?.—Mi nueva mascota movió la cola y asintió felizmente al recibir su nombre. Dándome a entender que le gustaba.
—!Q-Que lindo!.—De un momento a otro, Bennia había cogido a Cleo (Cerbero) y la empezó a apretar contra su cuerpo. La pobre cachorra me miró con ojos de ayuda pero yo simplemente la ignore y me puse a descansar.
Pero el descanso no me duró mucho ya que la cueva empezó a temblar de nuevo. Fue entonces que el antes fracturado suelo empezó a dividirse. Dicha división empezó a adquirir la forma de escaleras, las cuales llevaban aun más profundo.
Al ver esto mire a Bennia y recibiendo un asentimiento de su parte ambos empezamos a descender por dichas escaleras.
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—Increíble.—Ya habíamos terminado de descender por las escaleras y habíamos pasado por un par de salas más. Y ahora nos hablábamos en un hermoso lugar.
Había vegetación, agua, y el ambiente era tan hermoso que recordaba a ciertos escenarios de videojuegos. Sin lugar a dudas un lugar muy agradable para vivir.
—!Woof!.—Cleo (Cerbero) saltó de los brazos de Bennia y empezó a correr hacia el interior de dicho paisaje. Sin perder tiempo, Bennia y yo empezamos a seguirla llegando a un enorme claro.
Allí pudimos ver un gran lago, el cual tenía una porción de tierra en medio de este. Dicha <
Sin dudar empezé a cruzar por el puente de tierra con Bennia y con Cleo (Cerbero) llegando rápidamente frente al enorme árbol.
Pero dicho árbol contenía algo que no me esperaba. Una mujer estaba incrustada en el gigantesco tronco. Ella tenía el pelo blanco y largo.
De su cabeza salón un par de cuernos blancos, que se parecían mucho a las astas de un venado. Tenía también grandes pechos que quedaban a la vista ya que solo su cabeza y su torso se hallaban fuera del árbol.
La mujer en cuestión abrió lentamente los ojos.—Ayuda.....—En un susurro casi inaudible, la mujer habló mientras me miraba.
Yo sin responder me acerque lentamente al árbol y toque el tronco de este. El árbol tenía una enorme circulación de magia en su interior y cabía la posibilidad de matar a la mujer si intentaba liberarla.
—Si te ayudo, puedes llegar a morir, pero también hay una posibilidad de que seas libre. Dime, ¿Estás dispuesta a confiar en mí?.
Mire de forma seria a la hermosa mujer, quien débilmente asintió.—Si hay.....una pequeña posibilidad...de ser libre, no la.....dejaré ir.
Otra vez, en un susurro casi inaudible, la hermosa mujer me habló dándome a entender que aceptaba la ayuda que le ofrecía.
Rápidamente centre mi atención en el árbol y canalizando mi [Vacío desintegrador] en mi mano, introduci mi poder en este.
Lentamente empezé a destruir todas las venas de magia del árbol y así lentamente sin darme cuenta el árbol empezó a destruirse.
Tuve que tener mucho cuidado en no afectar las venas de magia que entraban a la mujer, ya que no quería dañarla por error.
Una vez que acabe el proceso, estiré y me eleve a la ubicación de la mujer, la tomé por la cintura y lentamente la empezé a jalar del tronco del árbol.
Poco a poco los brazos y las piernas de la mujer se terminaron separando del ya negro árbol. Pero al sacarla por completo, toda el área verde y brillante empezó a pudrirse.
Como si le hubiera quitado la fuente de su vida, todo el lugar murió en cuestión de segundos.
—Gracias.....—La mujer me susurro a la oreja para luego caer inconsciente, mientras yo bajaba al suelo lentamente.
—¿C-Como terminó dentro de ese árbol?.—Bennian se acercó a mí con Cleo en brazos.
—La verdad que no lo sé, pero por lo que veo, ella era la que dió origen todo este lugar, como si de una fuente de energía se tratase.—Respondí mientras miraba el rostro de la mujer.
—Sera mejor que busquemos una forma de salir de este lugar.
—T-Tienes razón.
Con eso dicho Bennia, Cleo y yo buscamos una forma de salir de este lugar que mas parecía una prisión.
Quiero decir, barreras mágicas, trampas mortales y una criatura poderosa. Me pregunto quién es esta mujer y quién le guardo tanto odio como para encerrarla en este lugar.