Crazy Lua

∆[ De regreso al presente ]∆

Un año había pasado volando, hoy era 1 de septiembre de 1985, su cumpleaños número 8 será mañana. Sus padres le dijeron que nació en 1977, casi 4 años antes de que la guerra terminara.

Querían hacerle una grandiosa fiesta invitando a todos sus amigos y aprovechando la situación para presentar a su hija y única heredera. Habían querido presentarla en cuanto la encontraron pero no querían presionarla, y esperaron a que un año pasara para que pudiera acostumbrarse a su nueva vida.

Toda la casa estaba animada con sus padres, tío y elfos domésticos yendo de un lado a otro decorando y cocinando. Su madre estaba haciendo un enorme pastel con la ayuda de 2 elfas domésticas.

Pasó este año en la biblioteca estudiando todo lo que podía sobre el mundo mágico, y estaba fascinada. Su sed de conocimiento siempre había estado presente pero nunca había tenido la oportunidad de saciarlo hasta ahora. Anke estaba feliz de merodear por todo el terreno de la casa donde hay muchísimos animales y criaturas mágicas para entretenerse.

La biblioteca era tan grande que era imposible leerla por completo en unos pocos años y esto la emocionaba y ayudó a que saliera de su depresión por perder a su única amiga. Su familia la ayudó a crear una urna hermosa y delicada para guardar sus cenizas. Y también limpiaron y repararon su conejo de peluche, que no soltaba ni un segundo y lo llevaba a donde sea que vaya.

Annia era diferente a ella que estuvo en ese lugar desde su nacimiento, ella llegó cuando tenía 3 años, su conejo fue regalado por sus padres para su cumpleaños el mismo día en que fallecieron en un accidente de coche, antes de llegar a un orfanato fue secuestrada por esa organización. Fue muy doloroso para Annia porque podía recordar todo y nunca olvidó a su familia, a diferencia de mi que nunca la había conocido, ella tenía un sufrimiento aún mayor porque además de haberla conocido, la perdió para siempre. Al menos yo tenía el consuelo de imaginar que me perdí y me estaban buscando.

Sus padres habían querido destruir a esas personas pero Eileen les pidió que borraran todos sus recuerdos a excepción de lo que habían hecho y lo que querían seguir haciendo pero sin el conocimiento que necesitan para hacerlo, convirtiéndolos en estúpidos que no saben ni siquiera hablar para ser enviados a hospitales psiquiátricos, ella creía que ese sería un castigo mayor que morir, el vivir como un idiota sin saber nada y nunca lograr terminar sus experimentos para lo que querían crear, eso sería una tortura para ellos y algo que se merecen después de haber destruido tantas vidas inocentes.

Eileen quería aprender magia y tener su propia varita, pero sus padres no se lo permitieron. Dijeron que debía esperar a que su magia se estabilice cuando cumpla 11 años. Solo la dejaban estudiar y leer todo sobre la magia pero no llevarlo a la práctica. Por haber nacido un día después del comiezo del año escolar, tendrá que esperar un año más para ir a Hogwarts, pero eso no la entristecía porque podía comenzar a aprender en sus 11 años, y aprenderla en casa o en una escuela era lo mismo para ella.

A medianoche mientras todos dormían, una luz cegadora estaba dando lugar desde la frente del rostro de Eileen y sus ojos se encendieron como dos linternas.

Sabía que estaba soñando, pero era un sueño muy extraño, se encontraba caminando en un espacio completamente blanco y sin final a la vista. Continuó caminando en busca de algún cambio hasta que escuchó una voz juguetona detrás de ella. -"Eileen Slytherin" la niña se sobresaltó y volteó a ver, era una adolescente con su misma apariencia pero se veía unos años mayor y su cabello era negro azabache, si antes no estaba sorprendida por lo que pasaba, en este momento sí lo está. Se sentía confundida y al mismo tiempo su interés aumentó. La adolescente le sonrió -"Se que va a sonar raro pero, tu eres yo o yo soy tu, como creas que es más cómodo de escuchar" Eileen la miró en blanco incapaz de reaccionar. -"Está bien, momento de charla. Ambas somos la misma persona, es solo que nuestra alma se dividió al nacer por ciertos eventos que desconozco, tu llegaste a este mundo y yo fui a otro dónde el tiempo es diferente y es por eso que soy mayor. Me avergüenza decir que morí en mi mundo y por no ser un alma completa no pude reencarnar y fui forzada a entrar aquí... Oye no me mires así, yo tampoco sabía sobre esto hasta que morí. Pero esto explica muchas cosas que no tenían sentido mientras estaba viva..." -"¿Qué debemos hacer ahora entonces?" la interrumpió Eileen con incertidumbre. -"Ambas viviremos en el mismo cuerpo hasta que nuestras almas se fusionen, mientras tanto en el exterior nos veremos cómo una persona con doble personalidad..." -"GENIAL! Me convertiré en una loca para el resto de las personas..." gritó exasperada Eileen -"Si te sirve de consuelo, en mi mundo me conocían como la loca Lua... bueno esa es mi historia oscura de la que no quiero hablar..." Eileen le dirigió una mirada sospechosa y cambió de tema -"Entonces tu nombre es Lua?"

-"Si.."

-"¿Y tu apellido es..?

-"No tengo, no existe algo como apellidos de dónde vengo" sonrió Lua

-"Puedes ver mis recuerdos o como puedes entenderme tan bien?"

Lua le dirigió una mirada vergonzosa -"Si... de hecho desde que naciste he estado esperando aquí y puedo ver por todo lo que pasas, pero no podía abrir el sello para poder salir hasta que cumpliste tus 8 años"

-"¿Tu mundo es muy diferente a este?"

Lua sonrió suavemente -"Lo descubrirás pronto, cuando yo también salga al exterior compartiremos recuerdos y así ya no habrá nada que no sepas sobre tu otra mitad, yo"

-"Suena algo increíble, me pregunto cómo tomará nuestra familia nuestro cambio..."

-"No te preocupes, ellos nos aman y nos aceptarán y apoyarán incluso si nos convertimos en el enemigo número en todo el mundo"

Eileen se relajó -"Tienes razón"