Gobernador Temporal Estimado

Un mes después, un grupo cansado de Despiertos se encontraba en una colina en el desolado páramo, mirando las extensas ruinas abajo. El mundo parecía completamente en blanco y negro, con armazones carbonizados de antiguos edificios surgiendo de la nieve. El viento frío intentaba meterse en los huecos de su armadura, y ni los abrigos cálidos ni los mitones que llevaban sobre los guantes podían detenerlo.

Esta tierra parecía muerta, sin rastro de vida en su superficie envenenada.

Por supuesto... no era el Reino de los Sueños. En cambio, era el mundo real. Las ruinas carbonizadas eran simplemente una de las innumerables ciudades humanas que fueron destruidas durante los Tiempos Oscuros, y el suelo estaba contaminado por terribles armas nacidas de la mente humana, no por alguna extraña maldición.