Dejo a mis embarazadas a media mañana. Después de compartir con ellas las primeras horas. Ha habido sexo, caricias, charla, juegos, más sexo.
A la vuelta, tengo sexo con las chicas. Todas juntas. Incluida Xu Jing. Me exigió que a partir de ahora fuera una más. Se ha sentido un tanto cohibida al tener sexo junto a las demás. Aunque pronto se ha adaptado. Creo que, con Hong, son las que más rápido lo han hecho. Lia Qin aún se ha sentido una tanto cohibida.
Luego traigo a Tan Huo. Lo primero que noto es que su mirada tiene cierto brillo. Me mira fijamente. Esperando.
–¿Empezamos?
Ella asiente. Le acaricio con suavidad la mejilla. La beso suavemente en los labios. Acaricio con un ligero qi su maltratada piel. Muy ligero. Excitarla demasiado es innecesario. Llevarla al orgasmo en su estado podría ser perjudicial.
Lubrico su ano. La penetro despacio. Notando que su cavidad anal está mucho mejor. Las heridas han medio desaparecido. Debe de haber circulado mucho qi por allí.
Su vagina, en cambio, necesita mucho más. Tiene más que unos simples rasguños. Está desgarrada por dentro. Aunque las heridas han cicatrizado.
Sus órganos internos están mejor. Pero que siguen delicados. Sin duda, ha estado también circulando qi por ellos. Ha hecho un bien trabajo con un único meridiano. Que resulta lo más sorprendente. Está perfectamente. Parece brillar en medio de la destrucción. El continuo paso del qi lo ha reparado. Al dantian todavía le falta.
–El meridiano está perfecto. Has hecho un gran trabajo. El resto del cuerpo ha mejorado, pero necesitarás más tiempo. Vamos a ver si podemos arreglar algunos más– le explico.
Ella asiente de nuevo. Incluso se permite sonreír un poco.
Dentro de ella, empiezo a parchear el siguiente meridiano menos estropeado. Aunque ahora que tiene uno, quizás pueda ayudar. Como cuando abro los meridianos con las chicas.
–¿Notas por donde estoy forzando el qi?– le pregunto.
Ella asiente.
–Intenta circular el qi por allí. Muy suave. Quizás me puedas ayudar a arreglarlo– le pido.
Vuelve a asentir. Y noto como su qi circula por el principio del meridiano roto. Perdiéndose al final. Tras unas pruebas, conseguimos sincronizarnos.
Es sorprendente. A diferencia de las heridas normales, el trozo de meridiano por el que ha circulado el qi se ha reparado muy rápido. Quizás, es cierto que los meridianos no son del todo materiales. Aunque no sé muy bien qué significa. Lo que está claro es que el qi puede repararlos. Claro que no sería fácil sin la colaboración de los dos.
–Sigue así.
A medida que parcheo, el qi circula por esos trozos. Completándolos. Cubriendo los huecos. Incluso avanzando ligeramente a cada pasada. Parte del qi se pierde, pero era de esperar.
Con su ayuda, es más eficiente. A pesar de que el qi que posee es muy limitado. Su mar de qi aún está agrietado. Puede almacenar menos de lo que debería.
Logramos reparar tres. Bueno, aún requieren un poco de mantenimiento. Pero de eso se ocupará ella. Mientras circule el qi por ellos, se irán reparando. Y ahora puede circular más qi.
Salgo de ella. Le sonrío. Con su ayuda, creo que será posible reparar todos los meridianos. Aunque habrá que ir poco a poco. Cuatro es el límite que su dañado dantian puede manejar sin forzarlo. Hay que ir despacio. Dejar que se vaya reparando.
–Creo que lo conseguiremos. Por ahora, hay que esperar a que el dantian mejore para abrir más. Ves poco a poco. Sigue circulando qi por todo el cuerpo. El próximo día, comenzaremos con lo demás– le explico.
Ella asiente. Con lágrimas en el ojo. Acaricio su rugosa mejilla llena de cicatrices. La beso. Está salada. Resulta conmovedor verla de nuevo con esperanza. Me aseguraré de devolverle su cuerpo. Su futuro. Y Dai Fen pagará por esto. Ahora, ha conseguido que lo odie de verdad.
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–¿Por qué no lo humillamos un poco? Podría decir que es un pichacorta, que se corre enseguida, que es un violador. Se lo merece– sugiere Guo Hai.
Ella también lo odia. Conocía a Tan Huo y a su hermana. No eran exactamente amigas íntimas, pero le ha impactado la crueldad.
–¿Y cómo vas a hacerlo? Sería muy forzado si lo dices sin más en una grabación. Además, nadie la miraría. Menos aún una carta– pone pegas Bronceada.
Están las dos sobre la cama. Acostadas. Llenas de mí. Mientras me follo a Ning y a Rong. Una encima de la otra. Chupándose sus respectivos clítoris. Mientras yo las penetro, dividido en dos.
–¡Un vídeo de sexo! ¡Amo me folla y yo lo digo! ¡Así la gente lo verá!– exclama Hai excitada.
–¡Aaaah! ¡Eres una exhibicionista! ¡¡¡AAAAaaaAAHHHH!!! ¡También me apunto si es para más sexo! ¡¡¡AAAAAAAAAAHHHH!!!– se suma Ning.
–Podría funcionar… Habría que planearlo con cuidado– sugiere Rui.
Tiene de una correa a Mei. Otra correa está en su cuello. Rui solo deja que la coja yo. Son las siguientes.
Cabe decir que Mei es muy obediente. Con mucho miedo.
–Bien. Mmmmm. Escribe un guion y lo pensaré. Mmmm– le doy permiso mientras disfruto de Ning.
–¡Vale!– se muestra Hai entusiasmada.
–Vosotras dos, revisadlo. Ya sabéis cómo es– les digo a Bronceada y Rui.
Son las dos únicas confiables. Asienten. Hai hace pucheros. Aunque pronto saca una hoja y empieza a escribir. Parece que le ha gustado la idea. Y seguro que se sobrepasa. Le gusta demasiado que la vean desnuda, teniendo sexo. Por eso quiero que la supervisen. De hecho, no estoy muy convencido de que sea buena idea.
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Copio algunas páginas. Voy a ver algunos combates. Aunque no hay muchos con bastón. Y las gemelas ya se encargan de las grabaciones. Así que me voy a visitar al instructor de bastón.
–¿Está el maestro?– pregunto a la sirvienta.
–Sí, sígame– me indica ella.
La verdad es que me trata con mucho más respeto que la primera vez. Supongo que porque el instructor me ha medio aceptado. Me lleva al mismo patio que la última vez.
–Espere aquí. Enseguida llegará– se despide con una muy ligera reverencia.
No tardo en escuchar las puertas abrirse. Aparece el instructor de bastón, con su distintivo bigote rubio.
–Ja, ja. ¡Me alegro de verte! ¡Lo hiciste realmente bien en el torneo! ¡Ja, ja! ¡Deberías haber visto la cara que puso el snob de la espada!– me recibe efusivamente.
¡Au! Podría controlar un poco su fuerza… Esas palmadas en la espalda duelen…
–Gracias, maestro– intento no mostrar el dolor. Bueno, tampoco es para tanto. Pero podría ser un poco menos efusivo.
–¡Ja, ja! Es un placer enseñar a alguien como tú. ¡Por no hablar de que me hiciste ganar un buen vino! Cógelos– me lanza un par de cuadernos.
Los miro asombrado. Son técnicas de bastón que no he visto en la biblioteca. ¿De dónde han salido?
–Sabía que vendrías. Ya vi en los combates que habías mejorado lo suficiente. También vi que te faltan técnicas de ataque. La primera es Estocada Plana. Te será fácil. Es parecida a Bastón fantasma, también extiende el bastón con qi. La diferencia es que lo hace para un ataque directo. Por eso, ha de formarse más rápido, y no necesita durar tanto. También ha de ser más explosiva– me explica.
–Yo… Gracias, maestro. La aprenderé bien– aseguro.
–Bien, Bien. Proyección de Bastón es para paliar tu carencia a rango. Debes usarlo con cuidado, porque puedes desperdiciar mucho qi. Imbuyes qi en el bastón y proyectas el movimiento. De esa forma, lo puedes mandar varios metros en la dirección adecuada. La contundencia, la distancia y la velocidad dependen de tu habilidad con la técnica. Es muy útil si tomas a tu rival por sorpresa. Si no, ha de usarse de forma más estratégica. Devuélveme los cuadernos cuando ya no los necesites, no hay prisa– me aclara.
No sé cómo darle las gracias. Él sonríe. Y me da de nuevo un par de palmadas en la espalda. Es demasiado efusivo. En serio… Incluso uso Armadura Interior para que duela menos.
Seguidamente, me hace una demostración de ambas técnicas. La primera demostración es brutal. Me quedo anonadado. Ha hecho un agujero en la roca. Después, lo hace más despacio y con qi de mi nivel. Aunque sigue siendo impresionante. Semejante nivel de pericia me costará mucho de alcanzar.
Tras ello, estamos casi dos horas entrenando. Me señala mis defectos en la forma, en el ritmo, en el control de qi. Realmente tiene paciencia conmigo. Le estoy muy agradecido. Aunque él dice que me lo debe por el vino que ganó gracias a mí. Tiene que ser un buen vino.
En resumen, tengo que practicar las nuevas técnicas e ir puliendo las viejas, además de mis movimientos. Como él ha dicho, es un proceso largo, y se debe llevar a cabo tanto con entrenamiento como con combates.
Uno de mis problemas es usar a la vez las técnicas de bastón y la de movimiento. Controlar los dos qis no es fácil. Al parecer, requiere práctica. Aunque también se ha sorprendido, pues creía que lo haría mucho peor. Desde que soy capaz de dividirme, he mejorado en hacer dos cosas a la vez.
Cuando me despido, me gano unas palmadas más. Creo que la sirvienta me mira compadeciéndome. ¿Se está riendo de mí? No estoy seguro. Sigue sin hablar mucho.
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Estoy tumbado sobre la cama. Ma Lang me está dando un masaje en la espalda. Al principio, me han acusado de quejica, pero tenía la espalda roja. Claro que podría haberlo aliviado con qi. Pero, de hacerlo, no podría haberme quejado. Sin duda, lo saben.
La verdad es que ha mejorado mucho. De hecho, más de una vez las chicas le piden un masaje tras un entrenamiento. Sus manos se mueven a veces con dulzura, a veces con más fuerza. Siempre con qi. Y siempre resultando muy reconfortante. Aunque solo eso.
Saqué un cuaderno de técnicas de masajes para ella. Que las chicas me han hecho leer y practicar a mí también. Aunque solo un poco. Mis otros entrenamientos son más importantes.
De todas formas, quizás debería dedicarle más esfuerzo. Además de buscar algo más avanzado. Estuvieron buscando en la feria, pero no encontraron nada. Tampoco hemos encontrado nada en la biblioteca, aparte del básico. Habrá que investigar más.
–Un poco más abajo. Mmm. Ahí…– le pido.
–Tch. Se está aprovechando– me critica Song.
–Bueno, no sé exactamente quién de quién. Mira qué cara de pervertida tiene Lang'er– se burla Hong.
–¡Es mentira!– niega ella.
Estoy seguro de que está roja. Las risas de las chicas lo confirman. No sé si era verdad o no. Tampoco es necesario que lo sea para reírse de ella.
–Tendré que aprender a hacer masajes– oigo decir a Liang.
–Cierto, yo también– ríe Shi.
–¿Será difícil?– pregunta Yu.
–Na. Solo con que le sobren un poco, Kong ya está contento– aprovecha su hermana para criticarme.
–Pues entonces, ¡yo ya sé!– exclama Xu Jing.
Se ríen. Lia Qin no ha dicho nada. Tan Huo está dentro. Quiere quedarse practicando. No puede hablar, pero sí asentir o negar. Shun le pide a Wei un masaje. Wei la mira y extiende los brazos para que la coja. Evidentemente, no la ha entendido. Reímos.
Yo sigo disfrutando del masaje. Mientras les explico mi conversación con el instructor de bastón.
Han ojeado las técnicas. Song parece interesada en Estocada Plana. Aunque le gustaría también el equivalente para lanza. Más clavar y menos golpear. Ya buscaremos.
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–Parecen prometedores… ¡Gracias Kong!– me abraza Pen.
He venido a darle lo que compré en la feria para ellas. Ahora que Fen Huan no está. Ya lo descubrirá cuando llegue el momento. Me encargó que comprara si veía algo interesante, dentro del precio.
Le he traído algunos piercings. Aunque le ha gustado más una herramienta para hacer los agujeros. Ajustable a diferentes tamaños.
El vestido con pinchos también le ha parecido muy interesante. Es de un material que se contrae con qi. Es habitual en ropas que se quieren ajustadas. Los pinchos están por dentro.
–Los pinchos están bien por ahora, aunque quizás los necesitaré más grandes en el futuro. ¿Se podrían poner también gemas de calor? No sé si aguantaría la tela. Les preguntaré a Liu'er y Lang'er. Quizás conozcan un material mejor. Aunque puede que sea caro…– piensa en voz alta.
–No te me acerques– me alejo un paso, queriendo parecer asustado por sus ideas.
–Ji, Ji. Tonto– Se tira a mis brazos y me besa.
Era un beso inocente, pero pronto nuestras ropas están arrugadas. Si no vamos a más, es porque los dos tenemos cosas que hacer.
–Aah… Me dejas a medias… Más te vale compensarme…– se queja cuando nos separamos.
–¿Y quién me compensa a mí?– protesto.
–Pídeselo a Xiulan'er– se ríe ella, traviesa.
He quedado con nuestra joyera para después. Hoy es el evento en la pedrería al que prometí acompañarla. Aunque es imposible que me compense como Pen insinúa. De todas formas, será divertido ir con ella. Es realmente agradable. Y adorable. Disfruto de su compañía.