Recompensa

Por la mañana, cuando voy a hacer las copias, me encuentro con una sorpresa.

–El maestro Po quiere verle– me anuncia una sirviente.

–¿A mí? ¿Por qué? ¿Ahora?– pregunto, confuso.

–Lo ignoro. Solo ha dicho que te mandáramos a su despacho– responde ella.

–Ya veo…

No me queda más remedio que ir. Espero que no sea nada malo. No he hecho nada. Bueno, casi nada. Me llevé algunos manuales incompletos que eran para reciclar. Y he tenido sexo en los descansos, dentro del edificio. ¡Pero tampoco es que haya sido el único! Espero que no sea por nada de eso.

Trago saliva. Trato de tranquilizarme. Como he hecho otras veces como esclavo. Cuando nos interrogaban.

Llego frente a la puerta. Respiro hondo. Llamo.

–Adelante.

Ni siquiera ha preguntado quién era. Supongo que ya lo sabía. En su cultivación, dicen que tienen sentido divino. Pueden ver sin mirar con los ojos. Algo así como el Detectar qi, pero mucho más avanzado.

Abro la puerta y entro.

–Estudiante Kong ha acudido, maestro Po– hago una reverencia.

–Siéntate, no estés tan tenso– me ofrece con amabilidad.

–Sí, maestro– obedezco. Sigo tenso.

Me mira fijamente. Es como si pudiera atravesarme con la mirada. Trago saliva.

–Nuestra sección es sumamente importante para la secta. Los manuales se estropean, y a veces llegan nuevos. Es necesario poder copiarlos para mantener el acceso a su conocimiento– explica.

Bueno, eso ya lo sabía. Lo ha dicho en alguna charla. Más bien, en cada una de las charlas. Claro que me guardo de decir nada al respecto.

–Limitamos el número de páginas a copiar no porque no haya trabajo, sino porque hay un límite en el qi de cada copista. Bueno, al menos de los que no tienen una cultivación alta. Por ello, cualquier método para incrementar el número de copias es más que bienvenido. El más habitual es reclutar nuevos copiadores. Desgraciadamente, se suelen ir tantos como llegan– sigue explicando.

Al menos, no habla de manuales defectuosos. O de otras actividades. Es un alivio.

–Últimamente, ha habido un sorprendente aumento de efectividad. Ya habrás notado que hemos permitido hacer más copias a los que tienen brazaletes de qi. Resulta una solución tan sencilla que es un tanto humillante no haberla descubierto antes. Claro que la mayoría ni siquiera se plantean mejoras. Y los que estamos a cargo, tenemos tanto qi que ni se nos había ocurrido que fuera necesario más.

Oh, los brazaletes. ¿Tan importante han sido?

–No ha sido muy difícil descubrir al responsable. Quizás, por ser un exesclavo, piensas diferente a los demás. O quizás es por otras circunstancias. Lo cierto es que tu idea nos ha causado un gran beneficio. Por lo tanto, mereces una recompensa. Primero, aquí tienen unos pocos créditos.

Una tarjeta vuela a mis manos. ¿¡Unos pocos!? Por el qi. ¿Tantos? ¿No hay un error? Lo miro sin creérmelo.

–Lo creas o no, son muchos menos de lo que tu idea acabará generando a la secta. Simplemente, acéptalos– sonríe divertido, adivinando mis pensamientos.

–Sí, maestro– es todo lo que soy capaz de responder. Me está constando asimilarlo.

–Deberías recibir mucho más, pero tu cultivación y tu falta de apoyos me impide darte más por ahora– sigue.

¿Más? ¿Podría haber recibido aún más?

–Así que, si tienes alguna petición en el futuro, acude a mí. Haré lo que pueda– me ofrece.

–Gracias, maestro– agradezco sinceramente.

La verdad es que no sé cuán valiosa es esa oferta, pero creo que mucho. Un favor del maestro Po puede ser invaluable. Claro que no sé hasta dónde alcanzará el favor.

–También toma esto. Una vez a la semana, puedes ser administrador de la biblioteca, de la parte del reino de Alma. Habla con el gerente para programar tu turno. Eso es todo. Puedes irte.

Cojo el brazalete. Parece sencillo. Aunque hay un extraño poder en su interior. Me levanto y hago una nueva reverencia antes de irme. Le vuelvo a dar las gracias. Estoy un tanto anonadado. No me lo esperaba. Lo de los brazaletes fue gracias a Yan Xiulan. Tengo que invitarla a algo. O darle una parte.

La verdad es que puede resultar un tanto extraño que los brazaletes ayuden tanto. Al fin y al cabo, hay que rellenarlos. El qi viene igualmente de los estudiantes. Pero se pueden rellenar antes de ir a dormir. O de otras actividades que no requieran qi.

Me doy cuenta de que estoy más emocionado de lo que pensaba. Me cuesta tranquilizarme y concentrarme en copiar los dibujos y los hilos de qi. Los regalos que me ha dado el Maestro Po son increíbles e inesperados.

La cantidad de puntos de contribución no es nada despreciable. Nos permitirá comprar más plantas para Wan'er, por ejemplo. O más materiales para formaciones para Qin'er.

La promesa del maestro Po es algo un tanto intangible. Pero es algo que muchos querrían tener. Puede salvarnos de un aprieto. O conseguirnos algo importante.

Por último, el puesto de administrador es perfecto para nosotros. La paga es buena, pero es lo menos importante. Durante unas horas, tendré acceso a todos los cuadernos de mi reino. Sin pagar nada. Es uno de los privilegios. Incluso podemos traer a alguien con nosotros. Pero nos hacemos responsables.

Durante ese tiempo, podré dejarles a las chicas los que quieran. Y luego devolverlos. Aunque solo sea unas horas a la semana, es gratis. Sin preguntas. Para cada una ellas.

Además, hay una lista de todos los manuales. Y, a través de la lista y una formación, se pueden obtener casi automáticamente. Lo único malo es que, si alguien los pide y no hay más, habrá que dárselos. Pero es un inconveniente menor.

—————

–¿De verdad? Vaya, ¡cuántos puntos!– revisa Yi la tarjeta que me han dado, asombrada.

–Tenemos que organizarnos para tener libres el día que vayas. No hay que desaprovechar el tiempo para los cuadernos– razona Shi.

–¿Un torneo de lucha para elegir el orden en el que miramos la lista?– sugiere Song.

–Ni hablar. ¿Qué tal uno de cartas?– propone Hong.

–Sí, claro, para que ganes tú… Seguro que Wan'er propone uno de alquimia, Qian'er de formaciones y Jing'er de carpintería. ¿Qué tal uno de puntería?– suspira Liang, y propone entre risas.

Me gusta verlas bromear. Sobre todo, porque sé que entre las bromas hay tristeza y rabia. Por la muerte de Heng. Sobre todo, las que la conocían. 

–Pues el de alquimia estaba bien…– murmura Bai Wan.

–Supongo que no puedo sugerir un concurso de té– ríe Ma Lang.

–En serio, ¿a alguna le hace falta inmediatamente? ¿No tenéis todas técnicas que estudiar y practicar?– me quejo.

–¡Aguafiestas!

–¡Qué alguien lo amordace!

–¡Buena idea!

Así que la acaban tomando conmigo. Me amordazan. Juegan conmigo. Me tientan y provocan. Y luego me dejan estar. Aún no toca, dicen. Que las devuelva. Malditas. Lo han hecho a propósito. Me han dejado con una erección. Así que decido follarme a Mei.

–¡Amo! ¡Por favor, déjame ser tuya! ¡Haré lo que quieras!– suplica en cuanto la llamo.

¿Qué está pasando ahora? Ayer era bastante obediente. Aún había miedo y le faltaba algo de lealtad, pero iba mejorando día a día. No entiendo qué le pasa.

–Ya eres mía. Ya haces lo que quiero– le respondo.

–Pero… ¡Haré más…! ¡No me vendas! ¡No me prostituyas! ¡Déjame ser solo tuya!– me sigue suplicando.

¿Oh? ¿Ha sido Rui quien la ha asustado? ¿O Ning? ¿Alguna de las otras? Ya les preguntaré. Pero es una buena ocasión para reforzar nuestro vínculo.

–Te daré una oportunidad. Te voy a grabar. Demuestra que eres mía. Mi sirvienta. Mi esclava. Mi perra. Sírveme bien. Demuestra que quieres servirme. A ver de qué eres capaz– la reto.

–¡Sí, Amo!

–Empieza. Vístete. Quiero que empieces ofreciéndote, quitándote la ropa. El resto es cosa tuya.

Ella se viste. Empiezo a grabar. Está algo nerviosa.

–Amo, deja que la perra Mei te sirva. Guau~ dice todo lo sensualmente que es capaz.

Se acerca mientras se saca la ropa. Poco a poco. Muy erótica. La han estado enseñando. Aunque le falta práctica.

–Aah. Amo… El cuerpo de Amo es tan fuerte~ me desviste mientras se muerde el labio.

No sé si se está metiendo mucho en el papel o está excitada de verdad. La dejo hacer. Me besa. Me quita la ropa mientras baja por mi cuerpo a besos. Hasta que me deja también desnudo. Es excitante.

–Aah… la polla de Amo… tan grande… Deja que te dé placer con mi boca… Guau~ dice antes de tragársela entera.

Con sus manos, acaricia la base y los testículos. Su lengua se mueve por toda ella. En especial, la punta, cuando la medio saca.

Mi miembro llega hasta su garganta. Y sale hasta sus labios. Lo hace con devoción. Su técnica es mejorable, pero no está mal. Bastante mejor que hace unos días.

Me dejo llevar. Sin contenerme. Permitiendo que el placer se acumule. Corriéndome en su boca. Se lo traga. La primera vez le costó más.

Saca mi miembro. Me mira. Aún hay semen en su boca.

–Aaah… Amo se ha corrido mucho. Volveré a poner su polla grande. Guau~ afirma con lujuria, antes de volvérsela a tragar.

Diría que se está inspirando un poco en Ning. Y un poco en Rui. Incluso podría haber un poco de Hai. Se está esforzando.

En breve, vuelvo a estar erecto. Ella se levanta. Se pone sobre mí.

–Aah… Amo… Mira, estoy mojada para ti. Solo para ti. Aaah… Soy tu perra. Guau. Mira como se mete dentro… ¡¡AAaaahhh!! ¡Tan grande! ¡¡¡Aaaaaahhhh!!!~

Empieza a moverse. Como la primera vez. Pero con más experiencia. Más sensual. Más dedicada.

–¡¡AAaaaaah!! ¡Amo! ¡Estoy llena de ti! ¡¡¡AAAAAHHHH!!! ¡Mi coño es solo tuyo! ¡Para que solo tú lo disfrutes! ¡¡¡AAAAaaaahhhHHH!!! ¡Soy tuya! ¡¡Aaaahhh!!

Parece excitarse a medida que me folla. Y no para de insistir que es mía. Está realmente preocupada. No es que fuera a venderla ni prostituirla. Ning es un caso especial.

Me encantan sus tetas botando. Hasta que se detienen por un momento. La he hecho correrse. Quiero ver qué hace.

–¡¡¡¡AAAAaaaaahhhHH!!!! ¡Lo siento! ¡Esta perra mala se ha corrido muy pronto! ¡Perdóname! ¡Déjame darte más placer! ¡¡¡Aaaaahhhh!!! ¡La siento tanto! ¡¡¡AaaaaaaaaAAAAAHHHHH!!! ¡Tan bueno! ¡¡¡AaaahhhHHH!!! ¡Mira como aprieto mi coño para ti! ¡¡¡¡AAAAAaaaahhhhhh!!!!~

Me corro dentro de ella la segunda vez que tiene un orgasmo. Parece orgullosa. Contenta por haberme hecho eyacular.

–¡¡Aaaaaaahhh!! ¡Tan llena de Amo! ¡Aaahh! ¡Tu perra te ha dado placer! Guau. Sí, Amo. Toma también mi culo. Soy toda tuya. Solo tuya, Cada agujero. Guau~

Le he indicado que se dé la vuela. Que se ponga a cuatro patas. Que me muestre su culo. Todavía está jadeando cuando la penetro analmente. Entro poco a poco en ella. Asegurándome que también su culo esté lubricado. Luego empiezo a moverme. Más y más rápido. Apreciando la suavidad de sus nalgas con mis manos. Comprobando su elasticidad.

Poco a poco, se estremece cada vez más fuerte. Hasta que toda ella tiembla. La hago esperar hasta lleno su culo.

–¡¡¡AAAAAaaaaHHHHH!!! ¡También está lleno el culo de esta perra! ¡Guau! ¡También es exclusivo de Amo! ¡¡Aaaaahh!! ¡¡¡¡AAAAAAAAaaaahhhHHH!!!! ¡Sí, Amo! ¡¡Fóllame más!! ¡Soy toda tuya para que me disfrutes! ¡¡¡Aaaaaahhh!!!~

Vuelvo a bombear poco después de corrernos. Creo que me he excitado un poco. Al verla tan entregada. Al notarla tan mía. Aún hay miedo. Pero hay más devoción.

–Como premio por ser mía, te voy a follar hasta que no puedas más– le prometo.

–¡¡AaaaaaaHHH!! ¡Sí, Amo! ¡Haz a esta perra más tuya! ¡Gracias Amo! ¡¡¡AAAAAAAAHHHHH!!! ¡¡¡AAAAAAAAHHHHH!!! ¡¡¡AAAAAAAAHHHHH!!! ¡¡¡AAAAAAAAHHHHH!!!

Solo quería desahogarme con ella. Pero me ha hecho excitarme. ¡Quién diría que hasta hace unos días era una arrogante estudiante virgen! La follo hasta la extenuación. Hasta que pierde el conocimiento. Dejándola llena en sus dos agujeros. Llamo entonces a Ning y Rui. Son las más sospechosas.

–Explicadme qué ha pasado con ella. ¿Por qué estaba tan ansiosa?

–Bueno, le dije que la venderías si no mejoraba, o la enviarías con Ning. Esperaba que estuviera más entregada– reconoce Rui. Creo que tiene miedo de haberse sobrepasado.

–Yo la animé a que viniera conmigo, pero no la convencí. ¡¡Ay!! ¡Amo!– se disculpa tras ser golpeada en las nalgas.

Le había dicho que no lo volviera a sugerir. Tras hacerlo con Wan

–Si vuelve a pasar, nada de orgasmos– la amenazo.

–¡Lo siento! ¡No volverá a pasar!– se disculpa Ning, casi llorando.

–Eso espero. Bien, servidme. Rui, lo has hecho bien.

Necesito recuperar más qi. De las copias y para el brazalete. Así que las hago follarme. Las dos muy entusiastas. Y luego sigo con Rong y Bronceada. Hasta que lleno todo el qi. Y yo estoy satisfecho.