CAPITULO 31: NUEVOS HORIZONTES PARTE 3

"Llegamos al norte de la ciudad" – La voz de Aeger se escuchó un poco cansada, todas las bestias que había en este lugar se alzaron contra ellas. 

"¿Habrá algún tesoro aquí en verdad hermana?" – Pregunto Jazmín, les había tomado mucho esfuerzo llegar a este lugar, pero no era algo que no pudiera superar, habían escuchado de la niebla que se había apoderado del norte de la ciudad, tenían tesoros útiles para no ser afectadas, pero esperaban terminar esta búsqueda con algún tesoro. 

"La secta del Señor Píldora, fue una gran secta en la antigüedad, se dice que incluso en el continente supremo eran respetados, no por su fuerza, si no por sus píldoras, el señor píldora fue el único humano en crear una píldora de grado perfecto del más alto nivel, si queda algunos tesoros pueda que nos sean útiles" – Dijo de forma tranquila Aeger, mientras un talismán salía volando del anillo en su dedo.

El talismán empezó a alejar la niebla.

"Si el señor píldora era tan poderoso, ¿entonces él debe seguir vivo?" – Después de escuchar la historia, Jazmín le pregunto a Aeger parecía que ella conocía mucho mejor este lugar. 

Aeger sacudió su cabeza en negación.

"El señor píldora podría ser aceptado como un anciano en el continente supremo, pero decidió quedarse en esta ciudad hasta su final, se dice que cuando el desastre llego, el señor píldora extendió su aura por toda la ciudad tratando de protegerla, pero al final cayo junto con ella" – Aeger le respondió, realmente podría ser considerada la muerte del señor Píldora como una causa noble, morir protegiendo la ciudad donde naciste, no todos podrían hacer eso.

Después de escuchar su historia, Jazmín asintió, realmente la historia del señor píldora era de un ser impresionante.

Después de pasar hacia las profundidades de la niebla, la niebla purpura trato de todas las formas de romper el talismán, pero no pudo hacer nada, parecía que se había debilitado significativamente. 

Después de avanzar cautelosamente, llegaron hasta lo que parecía la entrada de la secta del Señor píldora. 

Ahora solo quedaban los escombros de lo que antes debería ser una magnifica y grandiosa secta.

Pero en ese momento Aeger detuvo a su hermana.

"¿Sucede algo hermana?" – Pregunto Jazmin, su hermana mayor siempre la detenía cuando sentía algún peligro. 

Aeger apunto su espada hacia al frente.

"¡¿Quién eres, muéstrate?!" – Dijo Aeger mientras su aura se desataba, el decimo nivel de la condensación del Qi era algo monstruoso por estos lugares, el estruendo fue tal, que el suelo se rompió en pedazos. 

Después de notar tal aura, una persona salió de la niebla, era un niño de 10 años, el niño no era otro que Adrián, pero como había estado consumiendo píldoras con energía natural y espiritual, además de la técnica de cultivo de refinación, se había desarrollado precipitadamente, su estatura había superado el metro ochenta. 

Cuando las dos chicas la vieron, fruncieron los ceños, este lugar era muy peligroso, sin un tesoro adecuado, la niebla podría matarte en cualquier momento.

Su talismán estaba actuando furtivamente contra la niebla, pero el chico que estaba delante de ellas, no tenía ningún tesoro en especial.

"Puedo preguntar, ¿Qué es lo que buscan en este lugar?" – Adrián pregunto, no quería atacar si no fuera por una buena razón, Bai Guoer estaba lista, esperando su señal. 

Cuando las dos hermanas escucharon su pregunta.

Aeger fue la que hablo.

"Venimos a buscar tesoros, sé que esta es la secta del señor píldora, así que, si nos permites pasar, no actuaremos precipitadamente" – Respondió Aeger mientras su espada botaba ondas de Qi afiladas cortando el suelo a su alrededor. 

Adrián sabia porque estaba aquí la mayoría de gente, siempre había este tipo de personas, pero lo que se dio cuenta en estos dos años, es que solo el podía andar libremente por el norte de la ciudad prohibida.

Mientras uno mas se adentraba, la fuerza de la niebla purpura aumentaba, eso era, porque su ser estaba en lo mas profundo de esta secta, Adrián siempre era cauteloso, por lo cual solo había ido una vez a ese lugar, quizás ahí estaban los tesoros que todos buscaban.

Adrián simplemente asintió, si conocían sus limites estaba bien, si no, podían desaparecer como tantas personas lo hacían. 

"Pueden pasar, pero si se encuentran en una situación peligrosa, puedo rescatarlas por 1000 monedas" – Dijo Adrián mientras se alejaba, a la vez que mantenía su señal a Bai Guoer, no se fiaba, por eso les dio la espalda, esperando que lo atacaran.

"Vamos hermana" – Pero al siguiente momento, las dos hermanas entraron hacia la secta del señor píldora, parecía que no iban a causar problemas como habían dicho. 

Adrián frunció los ceños, mientras suspiraba. 

En ese momento hizo ceñas a Bai Guoer para que no atacara, pero de igual manera debía estar alerta.