Por fin entramos ala bodega se sentía una soledad pero al mismo tiempo una tranquilidad, tomamos unas maletas, cobertores, colchon inflable, sabanas , ropa etc.
Después nos dirigimos al departamento de bebidas, tomamos galones de agua, botella de jugo, seguimos caminando, llegamos a la comida enlatada, llenamos 3 maletas de la misma, artículos de limpieza todo lo indispensable.
— Es hora de irnos, le dije a Maniaco.
— Sólo nos falta unas computadoras que me encargaron los de comunicación.
— Está bien, pero apúrate, le contesté, me fui detrás de el tomé un iPod, para escuchar música y dormir tranquilo.
— ¿Ya?, le pregunté a Maniaco.
— Listó vámonos, me contestó. Cargamos la camioneta, apenas le cabía todo lo que subimos.
— Mira, otra camioneta abandonada, dijo Maniaco — vamos a ver si funciona.
— Está bien vamos, me parece buena idea. La camioneta estaba un poco abollada sin gasolina pero tenía las llaves pegadas.
— Geenial, que suerte tenemos, dijo — soló hay que echarle un poco de gasolina y listo. La cargamos con provisiones y le pusimos gasolina, cuando Maniaco subió para conducir, se encontró con una mancha de sangré en el piso de la camioneta, pero no le dio importancia, vacío un bote de desinfectante sobré la mancha.
— Listó como nueva, vámonos.
Abordamos los dos vehículos y Regresamos a la prepa. Las calles obscuras sin ningún rastro de vida humana, solo algunos Come hombres divagando en busca de un ser vivo para devorarlo. El poblado de Xalisco lucia triste con la mayoría de casa derrumbas por el temblor, al ver la situación tan lamentable pensaba que solo era un mal sueño del cual no podía despertar.
Cuando llegamos al refugio todos nos recibieron ansiosos.
— ¿Dónde andabas?, me preguntó Betsua con voz de regañó — tengo un día sin verte, exclamó.
— Y ¿para que querías verme?, pregunté.
— Pues para felicitarte, me dijo sonriendo- ayer fue tu cumple años ¿no?, no pude felicitarte pero, mas vale tardé que nunca. me abrazó, después Yael y así todos, me sentí contentó, pues a pesar de la situación en la que nos encontramos, se acordaron de mi cumple años.
— Gracias a todos, dije sonriendo — bueno cambiando de tema, es hora de descargar las camionetas, traemos comida, agua y algunas cosas mas que nos hacían falta, finalicé.
Nos encaminamos a los vehículos.
— Maniaco reúne a los demás equipos, tenemos que hablar, ya sabes de que le dije al oído — nos vemos en una hora en la dirección.
Descargamos las camionetas, acomodamos las habitaciones de nuevo, abrimos unas latas de del famoso "Atún" y con galletas salas comimos.
Una ves que terminamos de comer bromeamos un rato hasta que se hicieron las 4 de la tarde, nos reunimos como planeamos, en la dirección de la escuela. Ahí estaba, Maniaco, Pelos, Negro, Kako, Junior y yo. comenzamos, les platicamos lo que aviamos visto, todos quedaron impactados por la noticia, no podían creer que hubiera esas bestias, que comen humanos, Estuvimos unas horas hablando al respecto de los "Come hombres" así los nombramos.
— ¿Que aremos ahora?, estamos en serios problemas, dijo pelos asustado.
— No podemos decirles a los demás, entrarían en pánico, ocupamos manejar la situación nosotros solos, respondí.
— Tiene razón Joab, dijo Maniaco — ocupamos trabajar organizarnos mejor para poder sobrevivir. después de 2 largas horas la reunió término.
***
Pasaron 3 días, el 24 de septiembre, ocupábamos hacer una misión importante, pues ya se habían unido otros 20 sobrevivientes, entre ello se encontraban una caras conocidas, Erick, bueno "mariachi" uno de mis mejores amigos se incorporo al equipó de exploración juntó con Nicole.
El equipo de seguridad ya era mayor constaba de 10 hombres, se dividían en 2 grupos de 5, ambos comandados por, Junior y Negro, el grupo que se encargaba de la seguridad durante la noche, era el de Junior, el de Negro se encargaba de la seguridad en el día, cada semana cambiaban.
El equipo de comunicación aumento a 5 miembros entre ellos otro conocido, llegó el día siguiente de la última reunión, era Bryan junto a el se unió Carolina la hermana de Nicole y por último Mariana.
Eran el medió día del viernes 24 de septiembre, nos encontrábamos en una reunión muy importante en la dirección de la escuela, un salón no muy grande con muchas sillas, la mayoría de ellas en mal estado, al igual que todo ahí. Nos reunimos Junior, Negro, Pelos, Maniaco, Kako, Erick, el profesor Acebo y por último yo.
— Necesitamos cambiar de refugió, ya no cabemos, sugirió pelos.
— Tiene razón afirmamos todos, ¿Usted que opina?, le pregunté al profesor Acebo. Así es cuando despertó asumió el control total de la prepa.
— Pues yo creó que si necesitamos cambiarnos de lugar. tengo un posible lugar a dónde mudarnos, mas grande y seguro, dijo con su tono de voz habitual.
— ¿A dónde?, preguntamos todos.
— Ala UAN ( Universidad Autónoma de Nayarit) es muy amplia y segura, la conozco por completó, término.
Todos empezamos a discutir sobré el nuevo refugio, llegamos a un acuerdo.
— Está bien, pero necesitamos explorar el lugar, verificar que no allá nadie habitando ahí, dije.
— Alístense, porqué mañana temprano partirán a investigar el lugar, serán dos equipos dijo Acebo, uno investigará el lugar, el otro buscará algunos vehículos para trasladarnos. Los equipos serán, el primero se conformará por 5 hombres, Maniaco, Negro, José, Pedro y Manuel. Éstos últimos 3 formaban parte de el equipó de seguridad, eran nuevos — el segundo equipó sera Joab, Junior, Erick y Nicole. ¿Entendido?, dijo Acebo con su voz gruesa y resonante.
— Si, respondimos todos ala vez.
— Partirán alas 7:30 de la mañana, alisten sus cosas ármense muy bien, asegurense de volver, exclamó Acebo, la reunión término.
Todos salimos de la reunió y nos dirigimos ala sala de comida. El equipó de cocineros se formaba por 3 chicas entré ellas Betsua. Nos sirvieron la comida, unos ricos tacos dorados de papa y pollo, con un baso de jugo de naranja, comimos y platicamos unas horas sobré la importancia de la misión de mañana.
Yo estaba pensativo, allá afuera estaba repleto de Come Hombres y de muchos peligros que aún desconocíamos.
— ¿Que tienes?, me preguntó Nicol mientras se sentaba juntó a mi — no me digas que tienes miedo me dijo sonriendo.
— Claro que no tengo miedo, respondí un poco serió con mi vista asía abajo, mirando el movimiento que hacía con los pies — solo que nunca aviamos tenido una misión fuera de Xalisco (el pequeño poblado colindante con Tepic dónde vivíamos) presiento que algo malo pasará, terminé suspirando.
— No te preocupes, me tomó de la mano — yo te voy a proteger, me dijo mientras me miraba a los ojos sonriendo.
— No... yo soy el que te va a proteger, dije sonriente y un poco sonrojado. me pasaba algo raro cuándo Nicole estaba cerca, siempre me sonrojaba o sonreía al verla, no sabía si me gustaba, pero todo apuntaba a que si, pero no creó que ella se pueda fijar en alguien como yo, me decía en la menté, un joven de 16 años un poco alto de 1.75, robusto, musculoso, color de piel un poco obscura, ojos negros, cabello obscuro y chino, que le podría gustar de mi, me preguntaba en la menté.
— Cuándo esta misión terminé.... te gustaría cenar..... con migó, me dijo Nicole un poco sonrojada.
— C-claroo que si, respondí de inmediato un poco tartamudo, ¿es una Cita?, pregunté.
— Si, me dijo mientras se levantada y me daba un beso en la mejilla — hasta mañana, que descanses.
Me quedé inmóvil.
— Si, hasta mañana, cuídate, respondí con una voz débil, no podía creer lo que pasó por un momento, olvidé la misión, me veía juntó a Nicole teniendo una cita romántica, solo pensaba en eso. cuándo me di cuenta ya eran las 6 de la tarde, el tiempo paso muy rápido, volví a la realidad eran una misión muy peligrosa, además también iría Nicole ¿si algo malo le pasa?, me preguntaba, ya tranquilo me decía en la menté todo saldrá bien ya veras, suspiré, mientras me dirigía a hacer mi labor de ese día, lavar los trastes sucios, llegué ala cocina, empecé con los trastes, en mi menté seguía pensando en la misión de mañana, cuándo me di cuenta ya avía terminado de lavar todos los trastes.
Fui a mi dormitorio una pequeña oficina de recursos humanos de la escuela, me senté en el colchón inflable saqué la libreta que era como un diario, en el cuál escribí todo lo vívido ese día, era algo que hacía todas las noches, está vez con el título día 9, no podía creer que ya avían pasado 9 días desde aquél trágico terremoto, me recosté en el colchón eran las 9:30, quedé profundamente dormido.
Sonó la alarma, no lo podía creer ya eran las 6:40 am, me levanté, camine adormilado hasta mi mochila, saque un cambio de ropa para darme un buen baño matutino. Después de 10 relajantes minutos bajo la regadera del pequeño baño, con el agua fría salí y me cambien. Me fui a la cancha, cuando llegue eran las 7:20 ya estaba la mayoría esperando.
— ¡¡Apúrate!!, me dijo Erick — ya meró nos vamos.
— Si ya lo se, le respondí mientras subía mi mochila y todas las cosas que llevaba para el viajé. Me toco conducir, a mi lado iba Junior, atrás estaba Erick y Nicole.
— ¿Como amaneciste mi rey?.... me preguntó Nicole, me sonrojé de nuevo, Junior se me quedó viendo y empezó hacerme burla, el típico,
"Uuuuuuuuuuuuuhh".
— Yaaa, les dije sonriendo — amanecí muy bien Reina, contesté animado.
Todos nos reímos, empezamos a bromear, contar chistes todo el caminó, olvidando lo difícil de la misión, estábamos arriesgando nuestras vidas.
por el caminó veíamos muchos cadáveres, todos desgarrados, autos por todas partes volcados o chocados, eran imágenes tristes, en esto se avía convertido la ciudad en la cuál vivía.
Salimos de el periférico, nos dirigimos a la calle principal en pocos minutos nos encontrábamos cerca, a unas cuadras de la universidad me detuve.
— ¿Porqué te detienes?, me preguntaron Erick y Junior, ya que ellos era la primera vez que salían a una misión.
— Tenemos que detenernos antes para observar que no haya movimiento de nada, ¡genios!, dijo Nicole en mi defensa un poco enojada.
— Así es principiantes, les dije sonriendo — De aquí en adelanté tendremos que caminar, alisten sus mochilas y sus armas, estamos en un lugar muy hostil, no hemos explorado estos lugares antes, tengan mucho cuidado, estén alertas, terminé, mientras tomaba la delantera.
Tomé unos binoculares, exploré toda la zona que rodeaba la UAN, a lo lejos mire un grupo de Zombies uno...dos...tres...cuatro..cinco y seis.
— Vaya tenemos compañía, hay 6 Come Hombres al rededor de la universidad, pude observar que las puertas de la entrada están bloqueadas.
— Pásenme mi rifle con franco tirador y el silenciador, por favor, dije.
— Aquí lo tienes, me lo paso Junior.
— Miren como se hace, dije alardeando, tomé el rifle lo armé, me subí y recosté sobré la camioneta apuntando al primero, que se encontraba a unos 350 Mts.
Apreté el gatillo, callo el primero, el otro estaba a unos 400 Mts, apreté el gatillo callo el segundo, el siguiente estaba a unos 500Mts, apunté por unos segundos, Apreté y callo el tercero.
— Pásenme más balas, ordene. me paso otras 3 el Junior, cargué el rifle y nuevamente me recosté, mi próximo objetivó estaba a unos 650 Mts, apunté unos segundos, callo el cuarto, el quintó y el Sexto, baje de la camioneta.
— Así se hace, aprendan, les dije riendo.
— Calmado, dijeron los dos riéndose.
— Bueno ya basta de jugaderas hay que avanzar antes de que anochezca.
Caminamos y en unos 10 Minutos ya estábamos enfrenté de la UAN, todo parecía calmado y tranquilo. Exploramos al rededor de la universidad, nos tomó todo el día.
Cuando calló la noche regresamos a la camioneta para comer algo y dormir, yo hice la primera guardia hasta las 4 de la madrugada, después siguió Junior de las 4 hasta que nos despertamos, le dije que nos despertará alas 6:30.
— Ya levántense bellas durmientes, dijo Junior bromeando.
Lo escuché y me desperté, a mi lado se encontraba Nicole recargada sobré mi hombro, se despertó con el movimiento.
— Perdón, le dije — ya te desperté.
— No te preocupes, me respondió sonriendo con la cara de adormilada.
— Bueno señoritas, dije — es hora de la verdad, vamos hacer dos grupos, uno entrará a la universidad, el otro esperará aquí en la camioneta, si en 8 horas no salimos, piden ayuda al otro grupo, que no debe de tardar en llegar, ¿de acuerdo?.
— Erick tu y yo entráremos a la universidad Junior y Nicol se quedan aquí ¿de acuerdo?, repetí.
— Si, dijeron todos.
— Junior te encargó mucho a Nicol, protégela con tu vida.
— Si yo me encargó, me respondió — no te preocupes.
— Me despedí de los dos, nos vemos alas 3:00 pm, tengan listó algo para comer.
Llegamos ala entrada principal, unas enormes cadenas bloqueaban la puerta, con un pequeño explosivo a control remoto destruimos las cadenas, abrí la enorme puerta, de unos 30 o 40 centímetros de grosor hecha de puro metal, entramos con las armas listas.