Tan parecidos y tan diferentes

— Así que ustedes también vencieron en Biheiril. A pesar de ser menos poderoso, lograste derrotar al Dios de la Lucha. Eso es encomiable, — le dijo Orsted al Rúdeus japonés.

— Lo sé. Rúdeus es increíble, y no necesita ser el Dios del Cauce para derrotar a nadie, —dijo la Eris alterna inflando el pecho y mirándome con burla .

— Pues el mío no necesita de la armadura para patearle el culo a Kalman III —dijo mi Eris.

— Pues el mío le ganó con inteligencia.

— ¡Ah, sí!, el mío, le dio una paliza solo con sus puños a Gal Farion, y ha creado armaduras doradas, dijo mi Eris .

— El mío también hace armaduras, dijo la alterna .

— Pues el mío escribió libros, creó artefactos para la casa, la autómata, la imprenta, el ajedrez(…).

— ¡Oh, por favor!, tu Silphy nos contó que copió eso de su otra vida.

— El tuyo también y a hecho mucho menos . Sé que él también es reencarnado —dijo Eris.

— Shhh… cierra la boca. Solo yo lo sé, y mi Rúdeus no quiere que nadie más lo sepa —dijo la Eris alterna.

— Pfff… ¡Vez!, tampoco es un genio. Y a diferencia del tuyo, mi Rúdeus creó más cosas y cuenta historias increíbles. ¿Sabes quién es Drácula?

— ¡Ya cállense, par de locas!, le dijo Cliff ya molesto por la conversación.

— ¿Cómo me llamaste, enano?, le dijo mi Eris, agarrándolo de la solapa.

— ¡Ya basta!, les dije. —Dejen de compararnos y guarden silencio. Solo nosotros sabemos de la reencarnación de este otro soquete, dije mirando al Japonés .

— Oye, no me digas así, (.....) Speedy González.

— Jajaja(…) ¡Púdrete, Jacky chan!

— Oye, yo no soy chino, —me dijo Nobita enojado.

— Ya déjense de estupideces —nos dijo Orsted. Lo que me interesa es saber que en esa realidad también deben destruir a ese ser maligno llamado Hitogami.

— Y eso debe ser así en los infinitos universos, dado tus bucles, —le dije.

— Eso espero. Como sea, esta gente debe regresar, y deberán olvidar lo que vieron aquí, dijo Orsted .

— ¿Por qué?, preguntó el Rúdeus japonés.

— Porque los acontecimientos allá deben seguir de un modo independiente a este mundo. Si recuerdan lo que pasó aquí, podría afectar de algún modo los sucesos que deberían pasar naturalmente allí.

— ¿Eso es así? Dije.

— ¿Lo dudas, Rúdeus Greyrat?

— Sí(…) bueno, estamos cambiando la historia, mi nacimiento y el de él en su realidad. ¿No cambiamos los acontecimientos? , entonces da igual que él recuerde lo que pasó aquí, le dije .

— Puede que tengas razón, pero lo más lógico es que esto nunca suceda para ellos, y así seguirá como si nada hubiera pasado.

— ¿Nos vas a borrar la memoria a nosotros también? Le dije.

— No. Este mundo tiene más desarrollo que el de ellos. Lo que me da miedo es que implementen lo que nosotros hemos hecho allá y eso sea contraproducente, como la teoría del caos: un pequeño cambio puede afectar de gran manera. ¿Recuerdas?

— Lo recuerdo, pero(…) creo que tienes razón. Sería mejor que ellos olviden esto, —dije pensando en la Nanahoshi de ese mundo .

— Por lo mismo, el Orsted de su mundo borró el recuerdo tuyo de sus mentes, y tú lo conservas aunque pensabas que era un sueño. Tu presencia ahí podía afectar ese mundo; sin embargo, la presencia de ellos no va a afectar este mundo, y eso se debe a la diferencia de poder entre ustedes, nos explico Orsted.

— Será una pena olvidar esto —dijo el Rúdeus japonés — , pero entiendo. Sin embargo, será mejor no decirle a las chicas, ¿entiendes, Eris?, le dijo a su esposa.

— No hay problema. Además, yo también quiero olvidar esto.

— ¿Ah, sí?, lo dices porque te pateé el trasero —le dijo mi Eris.

— Eeeh(…) sí, claro, por eso —dijo mirándome sonrojada.

— Como sea, crearé el círculo para activarlo apenas Perugius los envíe de regreso. Así, cuando lleguen a su mundo, será como si el círculo fallara y aparecieran en las ruinas. Perugius de su mundo notará la perturbación y cerrará esa brecha entre nuestros mundos, —dijo Orsted.

— Ya veo, —dijo el Rúdeus alterno—. Espero regresar pronto, mis hijos están solos.

— No te preocupes, llegarás al mismo momento en que llegaste aquí, —le dijo Orsted.

— Gracias, Dios Dragón —dijo Rúdeus Nobita, haciendo una profunda reverencia.

— Por favor No hagas eso, no soy el Papa de Milis —le dijo Orsted.

— Vaya, eso es diferente, —dijo Eris alterna.

— ¿A qué te refieres, Eris Boreas Greyrat?, preguntó Orsted .

—Es Que el Orsted que conozco nunca diría algo así, y no es tan hablador como usted , le dijo Rúdeus alterno .

— Siempre he sido igual —dijo Orsted bajo su casco.

— No, Nanahoshi mencionó que ella también te notó más conversador —dijo mi Eris.

— Ya dejen de fastidiar a Orsted, ¿o quieren que nos mate a todos? Jejejeje —les dije, pero nadie rió. — ¡Vaya, público difícil!

— Tienes un raro sentido del humor cabellos blancos, —me dijo Eris alterna.

— Él siempre ha sido así. Se burla de todo, nunca habla en serio. Bueno, solo en las guerras lo vi serio —dijo Cliff.

— Hay que darle sentido del humor a la vida. Somos humanos, moriremos pronto, no debemos ser tan estirados como este otro —dije, mirando a Nobita.

— Eres un maleducado —me dijo el japonés.

— Vete a la mierda, Hirohito —le dije, pero nadie entendió el chiste, así que nadie rió.

— Ummm… Nanahoshi lo toma con más humor, pensé .

— ¿Él siempre es así de idiota? —dijo la Eris alterna mirándome.

— ¿A quién llamas idiota? Mi Rúdeus no es un lambiscón con cara de degenerado como el tuyo .

— ¿Qué dijiste?

— ¡Ya basta, Eris! —regañé a mi esposa, la cual se calló.

— Jajaja… ¡Te callas porque él te habló fuerte! Eres una débil —le dijo la Eris alterna a la mía.

— Claro, mi marido es el Dios del Cauce, no un debilucho como el tuyo. Además, él aquí es nuestro comandante en jefe , aunque en casa es mi perra, no es así amor, me dijo Eris guiñandome un ojo .

— Uuuf(…) suspiro Cliff fastidiado.

Como sea, señor, aquí le traigo un reporte del estado de las preparaciones del Santo País de Milis y unas cartas de la niña bendita, Su Santidad el Papa y el Cardenal Le Blanc.

— ¿No trajiste una nota del Cardenal Chandler Bing también?, le dije.

— Ese chiste sí lo entendí —me dijo el japonés, que estiró su mano empuñada para chocarlas.

— A mí me parecen los dos son el mismo idiota —nos dijo Cliff.

De pronto golpearon la puerta.

— Adelante —dijo Orsted.

— Buenas tardes. No quería molestarlo, Dios Dragón, pero aquí traigo el reporte del oficial de enlace de Biheiril. Aprovechando que venía a ver a mi familia… ¡Aaaaaahg! —Norm dio un gran grito al ver a los alternos, a mí y a Eris ahí en la oficina, mientras de atrás se asomaba Rujierd con Lucelia en brazos.

— ¿Qué está pasando?, dijo Rujierd mirándonos a todos.

— Uuuf… ¡lo que faltaba! —dije.

— Rudy, ¿qué está pasando…? ¿Cuál de los dos es mi hermano?

— Es ese, el de mechones blancos y con la cara normal —dijo Rujierd.

— ¿Por qué todos me dicen que tengo una cara rara? ¡Maldita sea! —dijo el alterno.

— Porque tienes una sonrisa y mirada macabra, Yokoshima —le dije.

— ¡Ya me tienes harto con tus chistes, tú maldito, maldito… eeeh…eeeh Ricky Martin! Me dijo el japones.

— Oye, no soy puertoriqueño yme llames así, yo no tenía esos gustos rectales … y no cantaba tan lindo.

— ¿Quién es Ricky Martin?, me preguntó Eris.

— Un cantante, amor. Era como Tallhand.

— ¿Era enano? . Creí que no existían los enanos en ese mundo.

— No, me refiero a(…) eeeh(…) te explicaré en casa —dije, mirando a Cliff, quien me miraba con reproche.

— ¿Puedo saber qué está pasando?, dijo Norm, confundida.

— Es una larga historia, hermana.

— Pues soy toda oídos, Rudy.

— Uuuf… aquí vamos de nuevo… Bien, lo que pasó es que(…) y así le explique toda la historia (....) y por eso estamos aquí, le dije.

— Eso suena descabellado —dijo Rujierd.

— ¿Descabellado como reencarnar, Rujierd?, le dije.

— Eeeh… supongo que no. Tengo setecientos años y pensé que ya nada me sorprendería —dijo mi cuñado.

— ¡Una cosa importante chicos ! No digan que este Rúdeus es reencarnado. Solo su Eris lo sabe, así que cierren la boca —les dije.

— Bien(…), por cierto también estoy casada con Rujierd en ese mundo?, preguntó Norm a los alternos.

— Sí, hermana. De hecho, también existe Lucelia —le dijo el Rúdeus japonés.

— Ya veo. Supongo que también golpeaste a Rujierd cuando pidió mi mano, le dijo Norm .

— ¡Golpeaste a Rujierd cuando pidió la mano de Norm, desgraciado! —me dijo el japonés.

— No fue mi culpa Happosai. Él apuntó a papá con su lanza al cuello. Pensé que lo iba a matar —le dije.

— ¿Estás bien, Rujierd, te daño mucho?, le preguntó el japonés preocupado.

— Sí, tranquilo. Fue mi culpa. No debí hacer eso sin explicarles antes. Rúdeus pensó que atacaría a Paul y me dio una golpiza, dijo Ruidjerd .

— ¡¿Cómo pudiste infeliz ?! —me dijo la Eris alterna.

— Ya déjalo. Yo lo regañé por eso —dijo mi Eris—. Además, eso fue culpa de Norm. Debió decir antes de esa tradición. Yo también me asusté.

— ¿A ti te hizo lo mismo, Rúdeus?, le preguntó Eris al japonés.

— De hecho, sí. Me apuntó con el arma, pero no lo ataqué. Le pregunté qué diablos le pasaba y me explicó.

— Sí, como sea(…) uuuf(…) a veces siento alivio de haberme ido a vivir a Biheiril —dijo Norm—. Todos los meses pasa algo raro contigo, hermano. ¿Papá está en su casa?

— Eso creo —dije—. ¿Vas a alojarte con nosotros?

— No, nos quedaremos en nuestra casa. Mmm(…) sin embargo, puedo ir a cenar con ustedes. Quiero ver a los niños.

— Claro, hermana. Sabes que es tu casa también. Además, están Sariel y Edward, estarán felices de ver a su tía Norm.

— Mmmmm —murmuró Norm con mala cara—. ¿Y Aisha?

— En la sede mercenaria. ¿Por qué?

— Por nada. Será mejor que vaya a casa. —Tome Dios Dragón, es el informe de Biheiril. El nuevo Dios Ogro no ha hecho nada grave; sin embargo, no es tan protocolar como Malta.

— Umm(…) —murmuró el Dios Dragón —. Hay posibilidades de que sea un apóstol de Hitogami. Vigilenlo con cuidado. Si algo raro pasa, informen —dijo Orsted.

— Así se hará —dijo Ruidjerd. mientras Lucelia miraba a Orsted, le sonreía y estiraba los brazos.

— Tómela, Dios Dragón , la bebé quiere que la tenga en brazos —dijo Norm con una sonrisa.

— El otro Rúdeus y yo nos dimos una mirada y nos hicimos los tontos. Si Norm supiera que Lucelia, cuando sea adulta, va a pasar mucho tiempo en los brazos de Orsted.

— Bien, será mejor que regresen a casa. El día que Perugius los envíe de regreso, les pasaré el pergamino para que olviden que estuvieron aquí —dijo Orsted.

— Se lo agradezco mucho, señor. Puedo confiar en usted en cualquier mundo señor —dijo el japonés, haciéndole una gran reverencia.

— Te faltó poco para besarle el culo —le dije en japonés, y el otro Rúdeus me miró muy feo.

— Bien, nos vemos, Orsted —le dije.

— Rúdeus, una vez que envíes a esta gente a su mundo, sé que planeas visitar a tu abuela, ¿cierto?

— Así es.

— ¿Cómo te ha ido con ese mineral que estás creando?

— Bastante bien. Planeo crear un nuevo sable con él, y una espada para Aleksander, y reparar la espada de Eris y Hornet.

— Ya veo. Avísame cuando vayas. Quiero que integres al Dios Metal, a los elfos y Hobbits a la alianza.

— Está bien, nos vemos pronto—le dije, y así salimos de la oficina, donde nos topamos cara a cara con Faria sonriente tras su escritorio y, tras ella, el cuadro de Cliff con Atofe durmiendo en la carreta .

— ¡Desgraciado ! ¿Podrías sacar ese cuadro de ahí? ¡Y tenías que hacerme así, con la boca abierta y babeando! Maldito infeliz .

— Te ves bien, Cliff —le dijo el otro Rúdeus.

— ¿Tú también hiciste esto en tu mundo? Le dijo Cliff al borde de un ataque.

— No, pero también nuestro Cliff se durmió al lado de Atofe, pero solo nos reímos cuando despertó con las risas . Jajaja, debí hacer un cuadro también, dijo el Japones .

— Malditos idiotas, y se los digo a los dos, ¡y tú eres el más idiota , Rúdeus! —me dijo a mi .

— Ya relájate. A Elinalise le encantó, —le dije. De hecho, a Alex y Alek les gusta. Realmente July se lucio, —le dije.

— Jaja, ese fue un momento gracioso —dijo Ruidjerd.

— Uuuf, Dios mío, será mejor regresar, dijo Cliff .

— Oye, Cliff, ven a cenar a casa esta noche. Hace mucho que no estamos todos juntos, le dije .

— Bien, además debo dejar a Clive en tu casa, tu ya sabes, me Dijo Cliff .

— Claro que lo sé, mi calenturiento y malhumorado amigo, le dije abrazándolo y saliendo juntos de la cabaña , donde estaban el resto de los alternos, mis esposas, Elinalise y mis hijos jugando con papá.

— Cuando Norm lo vio, fue corriendo hacia él, y papá tomó a Lucelia en brazos mientras esta reía de las caras que hacía Paul.

— Cuando nos dimos cuenta, el Rúdeus japonés estaba llorando en silencio llevándose las manos a la cara .

— ¿Estás bien? —le preguntó Norm, preocupada.

— Sí, estoy bien. Es que ver a papá así(…) fue lo que siempre soñé, —dijo limpiando sus lágrimas, mientras su Eris lo abrazaba.

— ¿Qué pasa con papá en tu mundo? —le preguntó Norm.

— Hermana, le dije, haciendo un gesto de negación con la cabeza y Norm entendió de inmediato .

— Lo siento mucho, dijo Norm, abrazando a Rúdeus alterno, mientras Ruidjerd le acariciaba la cabeza como si fuera un niño.

— Debe ser doloroso para él, — me dijo de pronto mi Eris.

— Lo es. Él, a diferencia mía, tuvo un gran conflicto con su Paul y le costó mucho ver a Paul como su padre , y cuando se habían reconciliado y ya lo miraba nuevamente como a su papá , lo perdió.

— Ya veo. Tal vez deberías decirle a tu padre que hable con él.

— Lo haré, dije, mirando a Eris con una sonrisa.

— ¿Por qué me miras así, tonto?

— Nada. Es que has madurado tanto, mi amor, le dije abrazándola.

— ¿Tú crees?

— Así es. De hecho, te estás volviendo sabía, le dije .

— ¿Me estás diciendo vieja?

— No, solo tienes 27 años, amor, pero me gusta ver cómo has crecido desde que te conocí.

— Pronto seré una anciana, dijo Eris con un puchero .

— Lo sé, y te voy a amar hasta el último día de mi vida, y cuando vuelva a nacer te voy a buscar, aunque pierda mis recuerdos, voy a recorrer los océanos del tiempo por ti, —le dije.

— Yo también te voy a buscar, Rudy, —me dijo Eris besándome y abrazándome.

— Esta noche eres mía, Eris. Te voy a besar tanto en los labios que los labios de tu boca va a sentir envidia.

— ¡Oh, qué tierno eres! me dijo abrazándome , mientras yo tenía una maligna sonrisa.

— Vamos a casa —les dije a mi familia, y así partimos por el camino secundario mientras los alternos se ponían sus máscaras. A medio camino, papá y Norm decidieron ir a sus casas, y quedaron en ir a cenar todos. Los vi irse mientras papá iba con Lucelia en sus hombros. Mientras caminábamos, notamos que el Rúdeus japonés se había quedado mirando el camino por el que papá se había ido hablando con Norm y Ruidjerd .

— Adelántense —les dije a las chicas, así que regresé con el japonés, quien estaba ahí con sus esposas.

— ¿Todo bien? Pregunté.

— Sí, lo siento —dijo, volviendo a ponerse la máscara.

— ¿Estás así por Norm cierto ?, le pregunté.

— ¿Cómo te llevas con ella? No, quiero decir, ¿cómo te llevas con ella desde que era niña?

— Pues bastante bien —le dije, aunque, al ser una Milis, me cuestiona bastante mi relación familiar .

— Sí, a mí igual. Pero ella me odiaba desde que peleé con papá en Millishion, y costó mucho que me perdonará, me dijo.

— Sí, bueno, yo nunca pasé por eso —le dije.

— Lo sé. Es que verla irse con papá, (…) sabes, (…) hace poco Norm me dijo que hubiera deseado que Paul la hubiese visto con su familia, y yo siempre me imaginé cómo reaccionaría Paul por el matrimonio de Norm y Ruidjerd . Me alegra saber que los aceptó y está feliz. Verlo jugar con Lucelia y los niños me hace muy feliz, y es lo que más que quisiera no olvidar de este lugar, —dijo.

— Bueno, al menos ya sabes que papá es así, —le dije—. Cuando regreses, podrás asegurarle a Norm que él está feliz por ella —añadí.

— Sí, tienes razón —me dijo, mientras volvíamos a caminar.

Cuando llegamos a casa, estaba Roxy sentada en la entrada junto con Aisha.

— ¿Dónde demonios se fueron todos? Estaba preocupada por los niños —dijo.

— Lo siento, amor. Orsted pidió que fuéramos a la cabaña, y las niñas no quisieron quedarse aquí —le dije mientra sle pasaba a Lily a Roxy .

— Sí, Chris y Sariel sufren de “papitis” crónica —dijo Silphy.

— ¿Pero por qué tardaron tanto? Nos preguntó Aisha.

— Norm llegó y hubo que explicarle todo —dije.

— Ya veo.

— Mejor preparemos la cena. Invité a toda la familia, dije mientras entrábamos a casa.

— Yo regresaré a Ars. Dije que solo vendría de visita por el día y Lord Alex y Doga me esperan en tu casa en Ars —me dijo Ariel.

— ¿Estás segura? ¿No vas a quedarte a comer, mi amor? Le dije .

— No, vendré pronto. Acompañarnos al sótano, por favor Rudy . Vamos, Edward despídete de tus hermanos .

— Sí, mami. Vendré pronto, chicos —les dijo a mis hijos—. Adiós —les dijo a los alternos, dándoles un saludo noble, y así bajamos para que volvieran a casa.

— Vaya, el príncipe es bastante educado, —dijo Silphy alterna.

— Sí, de hecho, sí me recuerda a ti, Rudy, cuando eras un niño —dijo Roxy alterna.

— Sí, bueno, ya vieron cómo se verían unos hijos míos con Ariel. Ya pueden estar tranquilas de que el Edward de nuestro mundo no es mi hijo —les dijo el japonés.

— Sí, ya nos dimos cuenta. No te preocupes, le dijo su Silphy.

— Te noto más calmada, Silphy. ¿Su Majestad te dijo algo interesante ? —le preguntó Rúdeus japonés.

— Sí, tranquilo pero no puedo decirte . Solo me he dado cuenta de que, si bien te pareces a este tipo, no son la misma persona —dijo Silphy.

— Bien, amor. Y no se preocupen, volveremos pronto a casa —les dijo el japonés con una sonrisa .

En eso llegó Eris con muy mala cara y se puso frente a la puerta que da al sótano.

— ¿Qué habrá pasado? —dijo la Eris alterna, ella se se ve furiosa .

En eso subió Rúdeus.

— ¿Qué pasa, amor? Uuugh(…) caí al piso después del golpe de Eris en el estómago(…) ¿Qué demonios te pasa, Eris? Le dije molesto.

— Acabo de entender eso de “besar tanto tus labios que tus labios de la bocas sientan celos”(…) Eso te pasa por decirme esas cosas feas, —dijo mientras se daba la vuelta y regresaba a la cocina.

— Bien, entonces no lo haré —le dije.

Eris se detuvo se dio media vuelta y vino hacia mí.

— Siento haberte golpeado Rúdeus . Ven, vamos —dijo Eris , ayudándome a ponerme de pie .

— ¿Qué le quiso decir con eso, Rúdeus y porque ella le pidió perdón, no entendí? le preguntó la Eris alterna a su marido.

— Eeeh(…( creo que le quiso decir que él le comería la conch(…) (...) .

— No, no se lo digas, Rudy. Yo se lo explicaré —le dijo su Silphy.

Esa noche cenamos toda la familia junta, incluidos Elinalise y Cliff.

Norm hacía muchas preguntas sobre su vida en ese otro mundo , la cual era bastante parecida a como había pasado acá, aunque la Norm de allá, si bien practicaba espada, no es ni de cerca tan hábil como nuestra Norm. Supongo que el hecho de que papá estuviera muerto en ese mundo y que ese Rúdeus oriental no pudiera usar aura de batalla le afectó al no tener con quien practicar. Además su Aisha tampoco sabe usar una espada.

— Así que solo tienes tres esposas — le dijo Norm — eso aún está mal, pero no cinco. ¿Escuchaste, hermano? ¡No cinco! Me dijo con reproche.

— Ya deja de fastidiarme Norm. Mamá ya me regañó por eso.

— Está bien — me dijo Norm — ¿y cómo han estado, niños? ¿Han extrañado a su tía favorita?

— Tía Aisha siempre está con nosotros, ¿porque la extrañaríamos? — le dijo Lara con una sonrisa, mientras Aisha le devolvía una burlona sonrisa a Norm.

— Muy graciosa, le dijo Norm a Lara.

Después de la cena y mientras hablábamos en la sala más grande mientras bebiamos un té , Rúdeus japonés pidió hablar a solas con Paul.

Así que les dije que hablaran en la otra sala para que nadie los escuchara.

Y se fueron a sentar ahí :

— ¿Qué sucede, chico? — le dijo Paul .

— Me iré pronto y debía hablar contigo, papá.

— ¿Sobre qué?

— Hay tantas cosas que quisiera decirte, que nunca le dije a mi padre(…) solo quiero que me escuches y no me juzgues .

— Está bien — le dijo Paul.

Pero Rúdeus se quedó ahí sentado mirando a Norm con Lucelia en brazos(…) — Papá, ¿estás contento con el camino que hemos tomado?

— Bueno(…) si es casi igual que acá, si estoy contento , aunque me molesta que Aisha siga siendo una empleada(…) deberías dejarla seguir su propio camino, le dijo Paul .

— Se lo he dicho, pero ella no quiere(…) no tuve la fuerza para decirle que no y obligarla a estudiar como lo hizo tu hijo(…) siempre tuve miedo a que me odiara.

Escucha papá , verte hoy con Lucelia en tus hombros y jugando con los niños me hizo inmensamente feliz(…) pero también me pone muy triste porque mi padre nunca pudo hacer eso en mi mundo.

— Rudy, escucha, yo(…).

— Déjame terminar, papá(…) yo soy un renacido como tu hijo, sin embargo, soy del país de Nanahoshi, no soy del mismo país de tu hijo, (…) siempre tuve miedo de decirlo y, de hecho, en mi mundo solo Eris, Orsted y Nanahoshi lo saben(…) yo en esa vida, a diferencia de tu hijo, no fui una buena persona(…) hice cosas de las que me arrepiento, y no la pasé bien en esa vida(…) fui humillado, y me encerré y evité el contacto humano(…) por eso, cuando fallecí, tomé esto como una segunda oportunidad, y en vez de disfrutarte a ti y a mamá cuando era niño, solo me dediqué a pensar en mí mismo. Cuando fue el accidente de maná no me preocupé por ustedes, y cuando te vi en Milis tuvimos una gran pelea por ello , y Norm me odiaba por pelearme contigo .

— Hijo, escucha lo que haya pasado(…).

— Por favor, papá, déjame terminar(…) me cuesta mucho decirte esto, aunque no seas el Paul que era mi padre(…) Después de nuestra pelea, si bien nos reconciliamos, aún así no podía verlos como a mis padres(…) no podía(…) no como tu hijo que dice que siempre los amó (…) y no era que no yo los amara(…) no podía verlos como a mis padres, de hecho aún me cuesta aceptar como Rúdeus .

Cuando fui a Lapam, finalmente te vi como a mi papá, y tenía tantas ganas de que conocieras a Lucy cuando regresáramos(…) y por mi culpa, por cantar victoria antes de tiempo, me desconcentré(…) la hidra se abalanzó sobre mí(…) estába muerto(…) y tú me salvaste(…) yo no pude hacer nada(…) falleciste (…) y todo por mi culpa(…) y cuando regresé con tus cenizas, Norm estaba devastada, lo mismo que Aisha, Lilia(…) incluso mamá en su estado(…) y me di cuenta, ¡tan tarde!, que tú siempre me habías amado(…) y lo siento tanto papá, — dijo el Rudeus japonés llorando en el pecho de Paul.

— Lo siento, papá(…) perdóname(…) fui una mierda como hijo.

— Ya, tranquilo, tú no tienes la culpa de nada de eso(…) primero que nada, todo eso fue tramado por el hombre dios y Geese(…) y mi Rudy también se desconcentró en esa batalla(…) la diferencia fueron esos pergaminos que nos dio Nanahoshi y la magia de gravedad(…) y tú no poseías ambos. Escucha, Rudy, si salté y di mi vida por ti es porque siempre te amé(…) y yo hice lo mismo por Rudy(…) lo importante es que cuidaste a tu madre(…) y si hubiera muerto, es todo lo que le hubiese pedido a Rudy, que cuide a Zenith y Lilia(…) y tú lo has hecho(…) estoy seguro que el Paul de tu mundo está tranquilo al ver que cumpliste esa promesa, muchacho, le dijo Paul acariciando el cabello del Rúdeus alterno .

— Te extrañamos mucho, papá(…) sobre todo Norm y mamá(…) ella no dice nada, pero puedo verla abrazando tu armadura a veces, le decía Rúdeus que aun lloraba abrazado a esta versión de su padre .

— Ya veo — dijo Paul mirando a Zenith que miraba a Lara y a Norm que reía con Rúdeus mientras Silphy sostenía a Lucelia.

— Escucha, yo no soy tu Paul, pero como lo describes, somos iguales(…) quiero que cuando veas a Norm, le digas que la amo y estoy orgulloso y feliz de la familia que formo, y dale un abrazo un abrazo de mi parte (…) y dile a tu madre que siempre va a ser el amor de mi vida(…) ¿puedes hacerlo? Rudy.

— No sé, papá(…) perderé tu recuerdo cuando regrese, le dijo el japones.

— Pues anótalo, chico, y hazlo, por favor — le dijo papá, quien abrazó a Rúdeus japonés, quien también le devolvió el abrazo.

— Te amo, papá(…) gracias por darme la vida — le dijo el japonés.

— Jajaja(…) no te pongas sentimental, Rudy — le dijo Paul revolviéndole el cabello. Después de esa conversación volvieron donde estaban todos y Paul se sentó al lado de Zenith, la cual también le acarició el rostro al Rúdeus japonés.

—Todo bien, amor —le preguntó la Silphy alterna a su Rúdeus.

—Sí, todo está bien —le dijo.

Seguimos hablando un rato, pero podía notar que la Silphy alterna me miraba mucho y ya me tenía algo nervioso, hasta que finalmente me habló.

—Disculpen, me gustaría hablar contigo a solas Rudy.

—¿Para qué? —dije nervioso.

—No es nada malo, pero necesito saber cosas.

—Silphy, cariño(...) —dijo el alterno.

—Tranquilo, Rudy, hablaremos en ese sillón más allá, nos podrán ver desde aquí no es nada malo .

—Está bien —dijo el alterno.

—Yo no he dicho que quiero hablar contigo —le dije.

—Rudy, ve a hablar con ella —me ordenó mi Silphy.

—Uuuf, está bien, como digas, orejitas —le dije a mi esposa.

—Nada de hablar de mi reencarnación —me dijo el otro Rúdeus en japonés.

—Tranquilo, no soy un bocon como Cliff —le dije.

Una vez alejados en el salón más pequeño, y mientras bebía una taza de té y prendía la chimenea, me senté frente a la Silphy alterna.

—¿Y bien, qué quieres saber? Si vas a empezar con tus celos de mierda o a decir mierdas de Nana o Ariel, puedes guardarte tus opiniones ¿entiendes?.

Aguanté tus actitudes Cuando estuve en tu mundo, porque estaba en tu casa, pero ahora estás en la mía y respetarás a las mujeres que amo, ¿esta claro? —le dije.

—No recuerdo de lo que me hablas —me dijo—, sin embargo, soñaba con algo así como lo que describes, ¿sabes? —me dijo.

—¿Bien, y qué quieres saber, Silphiette?

—¿Por qué Nanahoshi es tan importante para ti? Me pregunto muy seria.

—Uuuf qué terrible eres. Ya te lo dije: porque la amo.

—No, hay algo más; puedo verlo en tus ojos, necesito saberlo, me dijo .

—Escucha, Silphy, tú no eres mi esposa; yo soy otra versión de Rúdeus, soy un Rúdeus Diferente, de otra realidad, que tomó diferentes decisiones. ¿Ya hablaste con mi Silphy, con Nana, Ariel y las otras chicas? ¿Qué más necesitas saber de mi ?

— Ya te lo dije ¿Por qué la amas tanto?

—Porque ella es muy especial para mi ella me salvo la (…).

—¿La amas más que a mí?

—Claro que sí; a ti no te conozco, te ves como mi Silphy, pero no son la misma persona, le dije .

—Perdón, me expresé mal; ¿la amas más que a Silphy?

—Sabes, Es curioso, uno diría que siempre tiene a alguien favorito, pero te digo la verdad: cuando digo que las amo a todas por igual, y si perdiera a cualquiera me volvería loco, como me pasó en aquel diario, dije .

—¿Cuál diario?

—Eeh, nada, no me hagas caso.

—Dime por qué la amas tanto entonces, y también porque amas a la reina.

—Bien te contaré la historia :

Conocí a Nanahoshi en un momento de mi vida en que pasaba por un mal tiempo, estaba triste y solo me motivaba seguir con vida encontrar a Silphy mi madre y volver a ver a Roxy.

—¿Hablas del abandono de Eris? Me preguntó la alterna.

—Así es. Cuando Nanahoshi me mostró su rostro tras la máscara , la reconocí de inmediato; era la chica que intenté rescatar cuando fallecí. No la amé desde el principio; de hecho, siempre fui amistoso con ella, pero Nana en ese tiempo tenía un carácter de mierda; no fue hasta que le dije que me tenía harto su actitud , que poco a poco se empezó a abrir de su coraza, hacia mi . Con el tiempo, el respeto mutuo se volvió cariño y el cariño, amor.

—Aun así, no entiendo qué ves en ella, dijo la alterna .

—Ella me salvó la vida, y ella evitó que me volviera loco; ella estuvo a mi lado cuando todos se habían ido y me habían dejado solo, ella siempre estuvo ahí para mi, incluso dejando sus sueños de lado.

—¿Yo te abandoné?

—No —dije mirando al Rúdeus japonés que hablaba con papá, mientras mamá le acariciaba el cabello.

—Si tú eres como mi Silphy, ¿te puedo decir algo? , pero no debes decírselo a tu esposo, y lo que yo te diga es probable que a él no le haya sucedido, y si no te lo ha contado es porque es algo sumamente grave.

—¿Qué tan grave?, pregunto Silphy al borde del sillón.

—Algo que te oculta por miedo, si es que le pasó, claro esta ; de hecho, yo se lo oculté a mis esposas excepto a Nanahoshi, porque cuando esto pasó ella aún no era mi esposa.

—¿De qué se trata?

La noche que volví de ver a Atofe, alguien me visitó; había soñado con el hombre dios y me dijo que bajara al sótano, pero esta persona le detuvo; era un anciano, se llamaba Rúdeus Greyrat.

—¿Qué? Eso no puede ser.

—Él me dijo que no bajara al sótano y me dio un diario. Él era yo dentro de 40 años, de un futuro que ya no existe; él me dijo lo que pasaría y cómo evitarlo; poco después murió.

—¿Y qué pasaba? —preguntó Silphy.

Roxy moría por el síndrome de petrificación, el hombre dios la contagio cuando ella se embarazo de Lara, ya que al parecer el hombre dios vio que Lara ayudaría a matarlo en el futuro, y por tratar de ayudarme, Cliff también pierde la vida cuando vamos a robar un hechizo para tratar de salva a Roxy en Milis. Cuando Roxy muere, Huy de aquí y me fui a Fitoa, a emborracharme y a llorar de pena ; tú, o sea mi Silphy, nos abandonó y muere en la guerra por el trono; Ariel es decapitada. En ese futuro que ya no existe, yo me volví un asesino; maté a Philemon, a Reida, a Darius; los asesiné de manera brutal; asesiné al príncipe Grabel y a toda su familia, incluidos sus hijos que aún son niños

A Eris; nunca la perdoné por el abandono y le rompí el corazón cuando la insulte y le dije que la odiaba .

En ese futuro, papá y mamá me quitaron a Lucy y vivía en esta casa solo, y en depresión, llorando tu muerte y la de Roxy, y solo Nanahoshi me visitaba, me cocinaba y me daba apoyo incluso Cúa do deje de ayudarla a regresar a su mundo durante ese tiempo; yo era prófugo de Milis y trataron de cazarme, pero en ese futuro asesiné a todos. Con el tiempo mis padres me devolvieron a Lucy, que aún era una bebé, y Nanahoshi empezó a criarla conmigo ; ella me sacó de esa depresión y crió a Lucy como si fuera su propia hija. Ella me ayudó, o sea, ayudó a ese futuro yo a centrarse nuevamente, y juntos educaron a Lucy hasta que fue una adulta. Ese diario dice que Nanahoshi eventualmente enfermó y ese Rúdeus la congeló con Perugius con la esperanza de que ella regresaría a su mundo en el futuro ; sin embargo, sin ella con el, su dolor por perderte a ti y a Roxy volvió y dejó a Lucy con sus padres y volvió a cazar a quienes te había asesinado. Entrenó con el Dios de la muerte y ocupó su lugar entre las 7 grandes potencias ; volvió a las andanzas y asesinó al resto de los que estuvieron tras tu muerte y la de Ariel y su séquito. Se reconcilió con Eris, sin embargo, ella muere poco después volviéndolo a asumirlo en el dolor, el lo perdió todo, salvo por Nanahoshi y Lucy . El diario termina diciendo que las órdenes de Milis asesinan a Zanoba y su familia y Rúdeus asesinó a todas las órdenes militares de Milis, incluidos el papa y el cardenal; era el Dios de la muerte, y lo último que sale en el diario es que dice que va a asesinar al hombre dios y necesita encontrar a Orsted. No sé si volvió a ver a Lucy, pero por seguridad, luego de la muerte de Zanoba la envía a ella y a sus padres a vivir con Norm en Eris y eso era lo último que decía ese diario.

—Cuando miré a Silphy alterna, ella estaba llorando.

—¿Estás bien? —le dije.

—¿A mi Rudy, le pasó lo mismo?

—No lo creo; estaría con Nanahoshi si algo así hubiese pasado, le dije .

—Eso(…) que te pasó fue muy triste, dijo limpiando se las lagrimas.

—No lo fue, porque yo no lo pasé; fue ese Rúdeus; él murió en mis brazos y antes de morir me dijo que cuidara a Nanahoshi, que no hiciera nada con ella y la regresara a su mundo; también me dijo que las salvara a ustedes dos y que perdonara a Eris y me hizo jurar que las amaría hasta el último día de mi vida, y le cumplí; cuando derroté a Geese en Biheiril, les mostré el diario a mis esposas y lo quemé en la tumba donde enterré a Rúdeus del futuro y le agradecí por todo, aunque no pude cumplir con enviar a Nanahoshi a su mundo y aun así nuestro amor era tan grande que me casé con ella. La amamos demasiado y hablo de toda la familia y aún más después de saber que cuidó a mi Lucy en ese horrible futuro. ¿Entiendes ahora por qué la amamos tanto y porque ella es tan importante para mi y las chicas ? —le dije.

—Cuando mire a Silphy ella estaba mirando hacia mi familia , justo en ese momento Lucy con una sonrisa le daba un pastelito en la boca a Nanahoshi, quien le sonreía.

—¿Qué pasó con ese futuro?, preguntó la alterna.

—Desapareció; ya no existe, le dije.

—¿Y qué pasó con esa Lucy del futuro?

—No lo sé; tal vez las almas se unieron con nosotros nuevamente; eso explicaría por qué Lucy ama tanto a Nana y a Eris —le dije mientras Silphy aun trataba de recomponer se por esta historia.

—Quieres un trago, Silphy? —le pregunté.

—Por favor —me dijo mientras le servía un vaso de un brandy que Luke me había regalado.

—Por eso la amo tanto, y llegará el día en que moriré y ella regresará a su tierra y nuestras historias se habrán separado.

—Ya veo.

—En ese diario, Nanahoshi quiso tener un hijo conmigo, pero no pudieron porque Nana es infértil en este mundo al no poder envejecer; su cuerpo quedó congelado en el tiempo. Y cuando la veo con los niños, y a pesar de que ella es su madre, sé que le duele no tener un hijo biológico, pero aún así los niños la aman mucho, y las chicas también. Por eso, cuando fui a tu mundo, me dolía tanto ver cómo tú mirabas a Nanahoshi con ese odio en tus ojos , cuando ella es una hermosa persona; me parece raro verla sola y podía sentir su tristeza y soledad, tan diferente a como es aquí; por eso, cuando estuve en tu mundo, pasaba tanto tiempo con ella, y por eso tu no me agradas Silphiette, le dije .

—Ya veo —dijo Silphy bebiendo de su trago.

—¿Lo entiendes ahora?

—Sí, lo siento, y no me digas que me odias eso me duele a pesar de no ser tu Silphy, me dijo .

—Tranquila, no te odio, dije que no me agradas, eres tan diferente a mi Silphy, o puede ser que la vida que hemos tenido es diferente y ello hizo cambiar a Orejitas, dije mirando a mi Silphy que le hacía caras tontas a Lucelia para hacerla reír .

—¿Y qué hay con Ariel?

—Jajaja, eso fue diferente, dije sonríe do irónicamente mientras miraba el brandy en mi vaso.

—Pero aún así la amas.

—Lamentablemente, sí, y la amo mucho .

—¿Por qué dices “lamentablemente”? Pregu to Silphy ladeando su cabeza

—Porque se que ella no se lo merece, por la manera en que entró en mi vida, pero era inevitable y no puedo dejar de amarla, —dije bebiendo mi trago.

—Entonces, Ariel es a la que menos amas.

—La amo igual que a todas, ya te lo dije; de hecho, no nos hemos casado por política, pero el círculo cercano sabe que yo soy su pareja.

—¿Cómo es que están juntos?

—Eso sí es complicado de explicarlo; de hecho, muchos me lo cuestionan, le dije.

—¿Hablas de tus amigos?

—No, me refiero a los que leen este fan fic .

—¿De qué demonios hablas?

—De nada, no me hagas caso, le dije .

— Entonces(...) ¿cómo te enamoraste de ella?

— Estoy seguro de que la interrogaste hoy cuando fuimos con Orsted. Ariel me contó antes de irse que hablaron casi una hora sobre mi, le dije .

— Sí, pero quiero saberlo de ti, Rudy.

— Sabes una cosa, Silphy, yo no te debo explicaciones, no eres mi esposa .

— Lo sé, pero sabes, verte aquí solo ha hecho que mis más grandes temores se hagan realidad.

— No, ya te dije que soy un Rúdeus diferente. Tu esposo es el de allá que esta hablando con mi padre, y el no ha hecho nada con ellas, así deja de fastidiarme y celarme .

— Por favor, Rudy, dímelo, necesito saberlo.

— Cuando la miré, puso la misma cara que mi Silphy, con esos ojos de cachorrito.

— Ufff, maldita sea, nunca puedo decirte que no, aunque no sea mi Silphy, le dije bebiendo mi trago .

— Bien, con Ariel las cosas fueron diferentes. Yo no la busqué, aunque no te voy a negar que cuando el Hombre-Dios me envió a la Sharia, pensé que era por ella, ella me gustaba cuando recién llegué a la universidad .

— Uuum, ya veo —dijo con un puchero.

— Como sea, después de una discusión con Luke, decidí mantenerme lejos de ella y de todo su séquito, pero ahí apareció Fitz, bueno, Silphy disfrazada de hombre. Bueno, como sea, me encontré con Ariel un par de veces y cruzamos palabras. No fue hasta que regresé de Lapam que empezamos a hacernos amigos cercanos, le dije .

— Sí, eso ya lo sé.

— Bien, esto empezó de a poco. De hecho, después de la misión del laberinto, la vi desnuda un par de veces sin querer, le dije .

— Uuummmm, refunfuño Silphy con las mejillas infladas .

— Y bueno, según Orsted, en ese tiempo Ariel ya estaba enamorada de mí, y durante la misión ella me espió mientras me bañaba desnudo; ella me miraba directamente al "muñeco".

— Ummmmm, grrrr.

— ¿Estás bien?

— Sí —continúa por favor , me dijo con una sonrisa falsa.

— Después de derrotar a Aubert y compañía en los bigotes del Wyrm Rojo y una noche en que venía de hablar con Orsted, Ariel me pidió acompañarla a hablar con él pero me besuqueo a medio camino .

— El punto es que Orsted me sugirió acostarme con ella, aprovechando que ella me amaba, por si no quería cumplir con nuestros pedidos, le dije .

— Grrrrrr.

— Sí, como sea, después de eso siempre me besaba cada vez que podía y yo entraba en pánico.

— ¿Y no le dijiste que no lo hiciera? Me dijo Silphy roja de ira.

— Lo hacía, pero ella insistía. Como sea, cuando llegamos a Donati supimos que Philemon era el traidor y Luke empezó a hablar mierda de mi papá , y le di un puñetazo y lo aplaste con gravedad . Como sea, esa tarde Ariel pidió hablar conmigo a solas. Y en vez de regañarme como pensé wute lo haría, ella dio un salto sobre mí me besó, se bajó el vestido deja do sus tetas al aire, se sacó las bragas y me agarró el "muñeco", ella tenía toda la intención de acostarse conmigo. Salí de ahí tan asustado que esa noche dormí con pestillo. Además, aproveché de darle como un campeón a Silphy y Eris al mismo tiempo, jejeje, eeh, lo siento, eso último fue innecesario —le dije a una Silphy alterna que estaba muy sonrojada.

— Después de ganar la batalla por el trono , la maldita se disfrazó de Silphy y se metió en mi cama. Eso yo no lo recuerdo, pero ella me lo confesó antes de que naciera Sariel . Y no solo eso, se metió en mi mente y supo de mis secretos: mi reencarnación, el diario del futuro, todo. Ella me tenía prácticamente agarrado de las pelotas.

— ¡No seas vulgar, Rudy! Me regaño Silphy.

— Lo siento, pero aún así ella mantuvo el secreto. Y cada vez que iba a Ars, de alguna manera se metía en mi cama. Y eso pasó siempre hasta que, un día antes de ir a ver a Atofe, fui a hablar con un noble, ella me invitó a cenar y bebimos unos tragos. Entonces perdí la conciencia y ese día ella olvidó vestirme y llevarme a otro lugar, y amanecí durmiendo con ella.

— ¿Y ahí te diste cuenta de que la amabas?

— Ya la amaba de antes, pero no quería admitirlo. Ahí me di cuenta de que había dormido con ella, aunque pensé que era la primera vez. Estuve tan deprimido y desconcentrado por haber engañado a las chicas que casi me mata un dragón negro, el Gaslow.

— Pero no fue tu culpa, Rudy, ella te violo .

— Sí lo fue, me confié demasiado en ella; le había dado demasiada confianza a Ariel, y papá ya me lo había advertido y yo no lo escuche —le dije.

— ¿Y después de eso?

— Bueno, hablamos de lo que pasó y me dijo que ella no quería destruir mi familia. Estaba tan deprimido que Orsted habló conmigo y me dijo que todo estaba bien. De hecho, él me dijo que era inevitable, que tenemos un destino fuerte.

— Ya veo.

— Después de eso, antes de ir a la guerra, le pregunté si Edward era mi hijo, y ella se enojó mucho . Cuando me iba a Biheiril, pensé que moriría y me despedí de ella con un beso. Y bueno ella me tiro a la cama , ahí pasé mi primera vez con ella, al menos yo consciente. Pam(…).

— Silphy me dio una tremenda bofetada.

— ¡¿Qué demonios te pasa, loca?!

— Lo siento, perdón, continúa, me dijo sonrojada .

— Si lo vuelves a hacer, me largo —le dije.

— Perdón, lo siento, fue sin querer.

— Como sea, Ariel era demasiado obvia durante la guerra; venía todos los días a preguntar por mí. Fue en ese tiempo, Ariel quedó embarazada de Sariel.

— Sí, ya lo sé, ella me lo dijo.

— Sí, y ese aroma en mi cabaña(…) estoy seguro de que Sariel es mi hija, y Edward también.

— No me digas —dijo Silphy de forma irónica, cruzandose de brazos e inflando sus mejillas .

— Como sea, poco después de eso Ariel habló con las chicas y la aceptaron en la familia, aunque con ella es diferente; no la vemos siempre y es mejor así. Ella quiere mantener mi identidad oculta.

— Pero todo el mundo lo sabe, me dijo Silphy .

— Como rumor. Entre el rumor y la confirmación está la duda, le dije .

— ¿Y la perdonaste por violarte?

— Cuando me di cuenta de eso fue cuando regresé a mi pasado en mi mente; esa droga revelaba cosas en lo profundo de mi mente. Tuve una gran discusión con Ariel y ella lloró pidiendo perdón, pero no puedo odiarla; es la madre de dos de mis hijos.

— Ya veo.

— Así que estaba tan enojado con ella que no sabía qué hacer, tenía ganas de mandarla al demonio y cortar contacto con ella pero estaban mis niños .

— ¿Y qué hiciste?

— Ella me invitó a comer para hablar, pero cuando llegamos a su habitación me tiró a la cama y me hizo el amor(…) toda la mañana, ella es muy convincente .

— Uuummmm.

— Y después de eso prácticamente es mi esposa, aunque no de manera oficial.

— No puedo creer que la perdonaras después de todo lo que te hizo.

— No puedo creer que Silphy la perdonó, o las chicas. Aunque Nana, si bien la perdonó, la mastica pero no la traga. Además, era inevitable. Orsted trató de decírmelo esa noche en los bosques del Wyrm Rojo, pero no le hice caso. Nuestro destino es fuerte. Además, Orsted está algo nervioso con esto; se supone que Ariel no debía enamorarse de nadie y siempre busca excusas para que vaya a verla o ella venir a casa .

— Lo sé, ella me lo dijo hoy. Ella te ama mucho; nunca la vi así en mi vida, digo, a la Ariel de mi mundo, dijo Silphy .

— Y esa es la historia, Silphiette, le dije .

— Creo que mi percepción ha cambiado, me dijo Silphy .

— ¿En serio?

— Así es. Pensaba que Nanahoshi era la "zorra ", pero ahora me doy cuenta de que Ariel lo es.

— No le digas así(…) pero sí, fue muy "una zorra " al hacerme eso. Pero sabes, cuando veo sonreír a Edward y Sariel, olvido todo eso y no puedo dejar de amar a Ariel.

— ¿Y a Silphy la amas?

— Claro que sí. Ella es el pegamento que mantiene unida a esta familia; ella es muy importante. Sin ella, este matrimonio polígamo jamás habría funcionado, le dije. Además Silphy también ama a las chicas pensé .

— Yo amaba a Rudy de niña, y creo que tu Silphy también.

— Lo sé. A veces me da vergüenza pensar que yo solo la veía como a mi hermanita, pero era solo un niño en esa época y ella era mi amiguita.

Silphy guardó silencio mirando a mis esposas como hablaban entre ellas, y en especial como mi Silphy hablaba sonriente con Nanahoshi.

— ¿Tú crees que la Nanahoshi de mi mundo ama a mi Rudy? Me preguntó Silphy.

— No lo ama, solo lo ve como a un amigo. Cuando estuve en tu mundo, ella me lo dijo cuando dormimos juntos en tu sillón.

— ¿Tuvieron sexo en mi sillón?me dijo enojada.

— No, solo dormimos y hablamos. Ella jamás se meterá con tu familia. Cuando regreses, dile que yo (…) claro, ella se congeló con Perugius. Espero que ella regresé, —dije pensando en ella mientras me servía otra copa .

— Tú eres un mujeriego, me dijo .

— No lo soy. Papá era un mujeriego; yo solo he estado con ustedes cinco, nadie más. Y de hecho, creo que soy el hombre más afortunado de todo el universo.

— Es cierto, eres diferente a mi Rudy.

— ¿Lo dices porque tengo más esposas?Le pregunté.

— No, tu sonrisa. Cuando dijiste que eres afortunado, hiciste una mueca y diste una mirada muy diferente a mi Rudy. Es raro, ¿no crees? Son gemelos idénticos, incluso sus ojos y dientes; sin embargo, miran y ríen diferente.

— Síempre he reído igual, incluso en mi otra vida, le dije .

— Ya veo, jaja. Entonces mi Rudy en la otra vida debe haber sido un pervertido por como mira, me dijo.

— Solo bebí mi trago en silencio cuando dijo eso.