Mis amados hijos

Pasaron unas semanas desde que los alternos marcharon y, al parecer, no hubo más perturbaciones en los círculos de transporte.

Pasamos una semana con Perugius y Nanahoshi buscando problemas y, aparentemente, todo está bien.

Eris aún está algo traumatizada después de que la Silphy alterna le metiera la lengua hasta las amígdalas; sin embargo, las demás chicas lo tomaron con humor. Yo también Trato de olvidar que le toqué elculiot a la Silphy alterna, lo que me altera es que la maldita pareció disfrutarlo .

Como sea, Ars estará de cumpleaños pronto, será su quinto cumpleaños y, como siempre, papá, con la originalidad que lo caracteriza, le regalará una espada; Roxy, que es la maestra de magia, le regalará su primera varita; y los demás, bueno, libros, ropa, etc. Ars está muy emocionado con ello, porque bueno ya saben, un evento así no se puede ocultar en este mundo .

Si bien la fiesta será íntima, habrá varios invitados como Ariel y los niños, Luke y Tris con Armand y Valentina. De hecho, fui a la capital Ars a entregar las invitaciones y le pedí a Ariel que trajera a Ghislaine, ya que para Ars y Eris ella es muy especial (para Ars, quizás no tanto, pero le gusta mirarle los pechos; ese niño no conoce el peligro, es un furro nato como sus abuelos).

Por cierto, Ars ha mostrado un gran talento para el estilo "Dios del filo" y magia de fuego; es idéntico a Eris en ese sentido. La diferencia es que Ars no es un demente que golpea a todos como lo era Eris de niña ; de hecho, es un niño muy tierno y tiene muy buen corazón. Sus hermanas favoritas son Lara y Lucy, con quienes siempre juega, y siempre está pendiente de Siegh, lo cuida y trata de tomar el lugar de hermano mayor, a pesar de ser mi hijo de en medio.

Por lo general, los hijos del medio son las ovejas negras, aunque eso no tiene nada que ver. Malcom era el del medio y la oveja negra era Francis, el mayor; por eso, mi hijo "oveja negra" sería Lara. Esa niña siempre anda con bromas, casi nunca se ríe, siempre anda seria, pero cuando sonríe, es porque algo malo está tramando o haciendo la muy maldita, el otro día puso tachuelas en mi asiento y me clave el culo, ni las nalgadas de Eris y Roxy parecen hacer terminar sus bromas.

¿Saben que? , de hecho, pareciera que son de madres cambiadas: Lucy, por su manera de ser, pareciera ser hija de Eris; Ars, hijo de Silphy; y Christina, de Roxy. Lily se la pasa hablando con Nana de mi mundo, y Lara y Siegh, bueno, ellos sí son una mezcla mía, con Roxy y Silphy.

Como sea, como les estaba contando, cuando fuimos a entregar las invitaciones con Eris a Ars, nos topamos con la sorpresa de que sus hermanos se habían casado con sus prometidas. Se excusaron de venir; sin embargo, nos hablaron sobre el problema de la sucesión Boreas y, apenas exijan a sus hijos, ellos huirán a la Sharia y quedarán bajo mi protección.

Cuando ya regresábamos con los regalos, Ariel pidió que nos quedáramos esa noche en la ciudad y vino a nuestra casa, donde aprovechó para acostarse con nosotros dos, así que la dejamos hecha polvo, ademas de los polvos qué le dimos .

— Aaaaaaah Dios, vengan más seguido, dijo Ariel bañada en sudor y cerrando los ojos de lo satisfecha que quedó .

— Sí, bueno, hemos estado ocupados, le dijo Eris.

— ¿Y qué pasó con la gente del otro mundo?

— Supongo que regresaron, le dije.

— Jaja, va a ser gracioso cuando la Ariel de ese mundo se entere que estamos juntos y tenemos dos hij(…) quiero decir, dos años saliendo, jejeje oficialmente .

— Uum, claro, porque antes me drogaba para estar conmigo. Uuuf como sea, con respecto a los alternos , dudo que recuerden algo. . Ellos olvidaron todo. Al regresar, Orsted les borró la memoria con un círculo mágico, le dije .

— Mmm, qué mal, me habría gustado ver la reacción de esa Ariel, —dijo la reina.

Oye por cierto Rudy , Silphy me contó el otro día que fui a quedarme con ustedes, que planeas ir a Milis en un tiempo más ¿Es eso cierto?

— Sí, le prometí a mis abuelos ir. Quieren conocer a sus bisnietos; solo conocen a Lucy, le dije.

— Además, iremos a las termas en las montañas de los Enanos, al gran bosque, a los territorios elfos y hobbits. Será increíble, dijo Eris con su acostumbrado entusiasmo.

— ¿Puedo ir yo? me pregunto Ariel con ojos de cachorrito.

— ¿Estás demente? Eres la reina, le dije.

— La reina también merece vacaciones, me dijo. Además, irás tú, Eris y las chicas. Estaré bien nada pasara, me dijo con una sonrisa .

— No es una buena idea Ariel , le dije.

— ¿Te da vergüenza que te vean conmigo?, dijo sentada en la cama, inflando sus mejillas mirándome con molestia .

— No es eso Ariel , eres la reina. ¿Te das cuenta del peligro de que alguien te reconozca o a los niños y quiera atacarte o secuestrarte ?

— Puedo disfrazarme, me dijo sonriendo.

— No, se, Ariel, es una mala idea, le dije.

— Bien, dijo con los ojos llorosos mientras inflaba sus mejillas, mientras podía ver sus pezones rosados entre sus brazos cruzados (eso era innecesario decírselos, pero crea un buen ambiente).

— Rudeus, llevémosla, nada le pasará, me dijo Eris .

— Tú conoces a mis abuelos, Eris, son unos fanáticos Milis, le dije.

— El conde Carlisle es una persona amable, dijo Eris .

— No hablo de él, hablo de Claire, le dije .

— Ella me daba pastelitos a mí y a Lucy cuando los cuidé ese mes en Milis, recuerdas Rúdeus .

— Claro, tú viste solo su buena cara, Eris .

— Vamos, Rudy, llevémosla, mirala esta entusiasmada, dijo apuntado a Ariel qué estaba a punto de hacer un berrinche .

— No, y es mi última palabra. Lo siento, Ariel, le dije.

— Bien, dijo dándose vuelta y tapándose con la manta como una niña enfurruñada.

— Hey, ¿y la tercera ronda?, le dije.

— Háganla solos, yo solo me quedaré aquí a mirarlos mientras me toco , nos dijo la muy degenerada.

Al día siguiente regresamos y Ariel no me beso, de hecho solo beso a Eris y me miraba con rabia mientras lo hacía, como para sacarme celos. En fin así regresamos a casa con los regalos.

— Al otro día, Orsted me llamó a la cabaña.

— ¿Qué le dijiste a Ariel?, Rudeus Greyrat, le dijo antes de saludarme siquiera .

— Nada. Quiere ir a Milis con nosotros y le dije que no podía, que era peligroso, le dije .

— Que estén dos meses fuera no será un problema. Llévala con ustedes , me dijo.

— ¡Estás demente! Tú no conoces a los Latreia, le dije.

— Sí los conozco, ¿olvidas mis bucles? Y ya te he dicho que no le rompas el corazón a Ariel, así que vas a llevarla y la pasarás bien con toda tu familia, incluida Ariel, y más te vale que ella se divierta y la trates muy bien, idiota .

— Ya se lo que pasa. Ella te llamó, me acusó y lloró, ¿cierto?

— Así es, estaba muy triste, le dijo Orsted .

— Te estaba manipulando, idiota.

— No me llames así, y no me interesa. Ella es muy importante, así que irás a Ars, le pedirás perdón y la llevarás al maldito viaje, me dijo Orsted .

— Pero eso será en unos años aún, estoy esperando que las niñas crezcan un poco más, y su es que las chicas que se embarazan nuevamente .

— No me interesa. Irás a Ars, le pedirás perdón a Ariel Anemoi Asúra y la llevarás al maldito viaje.

— ¡Bien!, dije molesto saliendo d ella oficina y me teletransporté a Ars. Donde fui recibido por Luke , quien me guio a una sala privada, donde la maldita loca estaba con los niños. Ella es muy lista; sabía que vendría a regañarla y trajo a mis hijos para evitar una discucion .

— ¡Papá!, gritó Edward corriendo hacia mí, lo mismo que Sariel.

— Mis niños, dije con ellos en brazos.

— ¡Suelta a papá, es mío!, dijo Sariel tirándole el cabello a Edward.

— Ya, ya, ya, dejen de pelear, mis niños. Oigan, papá debe hablar con mamá.

—No lo harás. Soy el príncipe, te ordeno quedarte a jugar conmigo papá , me dijo Edward enojado .

— Y yo soy tu padre y puedo patearte tu real culo si me vuelves a a hablar así ¿entiendes? Por Muy príncipe qué seas eres mi hijos y hasta que cumplas 15 años me vas a respetar. Y ahora, Obedece y déjame hablar con tu mamá, le dije abriéndole los ojos. El niño me miró sorprendido; miró a Ariel, quien le dio una mirada severa.

— Lo siento, papá, vamos, hermana, dijo tomando a Sariel de la mano y salieron fuera donde se pusieron a jugar con Dóga.

— ¿Qué demonios les enseñas a mis hijos, Ariel? Le dije.

— No son tus hijos(...)

— Sabes que(…) olvida eso. Ya hemos discutido mucho sobre eso y nuestros lectores ya están aburridos tus mentiras.

— ¿A quién demonios le estás hablando, Rudy?

— A nadie, no me hagas caso. No quiero a los niños con esas actitudes, le dije .

— Lo sé, por eso debes venir más tiempo para corregirlos, amor.

— Bien, lo haré, pero no venía a hablarte de eso.

— ¿Y a qué viniste amor ?, dijo tirándose a la cama con una niña mientras sujetaba su rostro con sus manos y movía las piernas.

— ¿Llamaste a Orsted para acusarme y lloraste, cierto ?

— Sí, estabas siendo muy irracional, y yo quiero ir con la familia a Milis . Así que , ya que no me hacías caso, y como no puedo ordenártelo como tu reina porque nunca me haces caso en cosas así, decidí usar mi carta ganadora.

— Eres muy vil, Ariel Anemoi Asúra, le dije .

— Así es, dijo poniéndose de pie y abriendo la puerta de su habitación.

— Dóga, lleva a los príncipes con Kleene y jueguen con ellos en el jardín real bajo su supervisión con la de Kalman y Ghislaine. No me molesten por cuatro horas, le ordenó Ariel.

— Claro, majestad, dijo Dóga llevándose a los niños.

— ¿Quieres comer, Rudy? me dijo Ariel

— Claro, ¿por qué no? Se me apetece un sanguche con una cerveza .

— Oooh, amor, no hablo de comida, me dijo Ariel tirándome a la cama, donde me convenció de llevarla, uuf sioa ella es muy convincente .

Pasaron unas semanas y llegó el cumpleaños de Ars. Mi niño cumplió cinco años y estaba emocionado. Estuvimos toda la familia celebrando con él; papá le regaló una espada y bla, bla, bla, una espada, una espada, aquello blablabla .

Sus madres le regalaron ropa, dagas, y yo le di unos guanteletes.

La fiesta fue tranquila y con normalidad, con los niños jugando en el patio trasero mientras yo los miraba desde el corredor, sentado en mi silla favorita. Observaba cómo pateaban una pelota; más allá, mis esposas hablaban con Ariel, Tris, además de mis madres, Elinalise y Ghislaine, mis hermanas y las furras. Por otro lado estaban Ruidjerd, Kalman III, papá, Cliff y Zanoba.

Mientras veía a los niños jugar, Luke se sentó a mi lado.

—¿Todo bien, Reidar? .

—No me llames así, primo. ¿Cómo estás?

—Bastante bien. El próximo año es el cumpleaños de Armand; espero que vayan.

—No me lo perdería —le dije.

—Tienes una gran familia, ¿no, Rúdeus ?

—Sí. Curioso ¿sabes? , pensé que tú serias quien tendría más de una esposa, le dije .

—De hecho, la tendré. Me casaré con Elmore en un mes .

—Ppppf —dije, escupiendo mi licor.

—Sí, bueno, ya lo habíamos hablado con Tris, y me permitió acostarme con ella; nos comprometimos hace poco, me dijo.

—¿Y por qué no me lo dijiste el otro día cuando fui a Ars ? Le dije.

—Por favor, Rúdeus, solo vas a Ars a tirarte a su majestad(…) y a ver a los niños obviamente, me dijo avergonzado .

—Jajajaja. ¿Y Tris no dice nada?Le pregunté.

—No, es Asurana; así como Eris, para ella es algo normal tener más de una esposa.

—Así que Elmore Notós Greyrat eh(…) vaya. Bueno, siempre supuse que te gustaba más ella que Kleene cuando estábamos en la universidad, le dije .

—¿Cómo lo sabías?, me dijo Luke.

—Por dos grandes razones —le dije sonriendo.

—Jajajajajaja, idiota .

—Así que Aisha es novia del dios del norte(…) eh, Silphy me contó que lo saliste persiguiendo cuando te enteraste . ¿Es eso cierto?

—Sí, quería patearle el culo. Ese bastardo casi me mata tres veces, el muy hijo de puta y después descubrí que se acostaba con Aisha . Me costó mucho confiar en él.

—Se ve muy feliz con tu hermana.

—Sí, Aisha esta con Kalman. Norn se casó con Ruidjerd y es madre(…) uuuf me estoy volviendo viejo, le dije .

Por cierto, ¿Cuándo te casas con Elmore?

—Dentro de una semana, pero solo será una presentación según la tradición Asurana; no será algo elaborado como con tu y tus esposas, me dijo .

—Ya veo.

—Será tal como te casaste con Su Majestad, me dijo Luke.

—No estamos casados, le dije .

—¿Ah, no?

—No. Si bien todos ustedes saben de ello, oficialmente no estamos casados.

—Ummm(…) pensé que se habían casado en secreto, dijo Luke .

—No, aunque se comporta como una esposa , le dije .

—No sabría decirte, Rúdeus . Ella siempre nos da órdenes.

—Puedes creer que cuando no cumplo sus caprichos me acusa con Orsted, como si el fuera una especie de suegro mafioso .

—Jajajaja(…) no se llega a reina solo con belleza, amigo.

—Ni que digas —le dije mirando a Ars.

—Tu hijo salió bastante poderoso. Armand me contó que lo vio practicar con Edward y son muy hábiles ambos.

—Sí, sabes, te diré algo cuando conocí a Eris me pareció una salvaje, y en su décimo cumpleaños vi a todos esos niños nobles esperando bailar con ella, ahí, dije para mí mismo: "Me compadezco del pobre idiota que se case con esa salvaje".

—¿Y la sufriste?, me pregunto Luke.

—Sí. Me golpeó desde que nos conocimos hasta poco antes de casarnos, y a veces igual me golpea, aunque ya no tanto. Jajaja… y miranos ahora , ¡con dos hijos!

—Sí, mira, Armand está jugando con Christina y Sariel… quién sabe, primo, en el futuro tal vez él se case con alguna de ellas, me dijo Luke .

—Si le hace algo a mis hijas, le patearé el culo y de paso te lo patearé a ti, le dije.

—Jajajaja… payaso.

—No estoy bromeando —le dije.

—Como sea, vamos a hablar con los chicos —me dijo.

Mientras los niños jugaban al fútbol…

— ¡Goool de Ars! ¡Woooo! El estadio ruge su nombre, Ars, Ars, Ars, —decía el pelirrojo, corriendo y celebrando el gol.

—No seas tan fanfarrón, Ars —dijo Lucy—. Papá odia eso.

—Solo es un juego, Lucy. Deja de ser tan controladora.

—Oye, no le digas así a tu hermana —le dijo Clive.

—Huuuuy, no le digas nada a tu hermana. ¿Te enojaste, Clive? ¿Te gusta mi hermana acaso ?

—Eeeh, no, no, no… eeeh… deja de fastidiarme, idiota, le dijo Clive .

—Ya basta, Ars —dijo Lucy, sonrojada.

—Lo siento, hermana mayor. ¿Dónde está Lara?

—Ella está allá, sentada al lado de nuestras madres, sentada y sonriendo —dijo Edward.

—Voy por ella.

—Déjala, Ars. Ella ayuda a la abuelita a comunicarse, le Dijo Lucy .

—Claro. ¡Mira! Está comiendo y viendo lo que están diciendo… lo hace para fastidiar.

—Oye, Clive, ya tengo una espada de verdad. Podríamos practicar con la que te regaló papá el año pasado en tu cumpleaños.

—Estás demente. El maestro dice que solo se usa una espada en combates reales, dijo Clive .

—Mamá usa su espada real cuando entraba con papá.

—Es porque tu papá es el Dios del Cause. Nosotros solo somos unos niños, y solo tienes cinco años, Ars, le dijo Clive .

—Seré como papá y mamá cuando crezca.

—Suerte con ello. Yo seré como mamá roja cuando crezca —dijo Lucy.

—Deberás pasar por encima mío, orejona.

—Ahora me dices así, pero a mamá blanca y a tía Elinalise les dices que son lindas y que amas sus orejas .

—Es que mamá blanca y tía Luz son lindas, tú no lo eres Lucy, —dijo Ars.

—Voy a patear tu trasero cuando nadie nos vea —le dijo Lucy.

—Ya cálmense, y no digas que mi mamá es linda —le dijo Clive.

—Pero tu mamá es linda, aunque las más lindas son Rinia y Purcena. Cuando sea grande, me casaré con ellas dijo Ars .

—Jajajaja. Claro, eso decías de tía Aisha cuando tenías tres años.

—Sí, bueno, tío Kalman me la quitó… y tío Ruidjerd a tía Norn. Por cierto, ¿dónde están los demás? Dijo Ars buscando a sus otros hermanos.

—Pues, ahí están Sariel, Valentina, Lily, Armand y Christina —dijo Lucy apuntando cerca de la casa.

—Siegh parece un débil y un tímido, pero él es el más fuerte de todos nosotros —dijo Ars, mirándolo—. Jajaja. No puedo esperar a tener diez años y pedirle un duelo. Sé que puedo derrotarlo con magia y esgrima.

—Ni siquiera me derrotas a mí, payaso, le dijo Lucy.

—Jaja, pronto morderás el polvo, orejona engreída —dijo Ars.

—Siempre te pateo el trasero, Ars, a ti y a Lara —dijo Lucy con una sonrisa.

—¿Sabes? A veces, Lucy, me recuerdas a mamá roja —dijo Ars, quien tomó el balón y siguieron jugando.

—Oye, Edward, ¿practicas en tu palacio? —le preguntó Lucy.

—Sí, hermana. Me entrena Ghislaine, y a veces el Dios del Norte me da consejos. Y bueno, papá también me entrena en magia.

—¿Y tienes sirvientas lindas? —preguntó Ars.

—Ghislaine es bonita, también Isolde, le dijo Edward .

—Sí, Su Majestad es muy linda —dijo Clive.

—No le digas así a mi madre, o te acusó con papá —dijo Edward, poniendo nervioso a Clive.

—Tranquilo, solo lo digo como un halago —dijo el medio elfo, algo nervioso.

—¿Tienes muchos sirvientes Edward ? Le preguntó Clive.

—Sí, me traen lo que quiero, pero me gusta más estar con ustedes. Además, papá me regañó el otro día.

—¿Por qué? —preguntó Lucy.

—Bueno, le dije: "Debes obedecerme, ¡yo soy el príncipe!".

—¿Y qué te dijo papá?

—Que si le volvía a decir eso, me iba a patear el trasero.

—Jajajajajaja —Ars se tiró a reír al piso.

—No te rías, me dio pena. Papá siempre me trata bien.

—Es que hiciste algo malo, Edward. Cuando hacemos eso, papá nos regaña también, le dijo Lucy .

—Lo sé, mamá me lo explicó después.

—¿Y qué te dijo papá después?

—Me dijo que me amaba, pero que no volviera a decir esas cosas.

—Ves, él te quiere —dijo Lucy, acariciándole el cabello.

—Sí, sí… me pondré en la portería. ¡Vamos, Edward! Patea el balón. ¡Atraparé todos tus tiros, soy como Gianluiggi Buffon!

—¿Y quién demonios es ese? — preguntó Clive.

—No lo sé. Cuando papá juega de portero, dice siempre eso —dijo Ars.

Mientras los otros niños jugaban…

—Eres muy linda, Christina —dijo Armand.

—Cállate, feo —le dijo Christina.

—Oye, no me digas así, niña.

—No le digas así a mi hermana —le dijo Sariel.

—Lo siento, Su Majestad.

—Siegh, ¿quién es más linda, yo, Christina o Valentina? —preguntó Sariel.

—Eeeh… Lily es la más linda. Me gusta su pelo azul, dijo Siegh .

—Gracias, hermano. Oye, Siegh, ¿es cierto que eres fuerte? Ars dijo que te dio un golpe en la cabeza, rompió su espada y a ti no te pasó nada.

—Sí, es verdad, Lily.

—¿Te puedo pegar con un martillo en la cabeza ?

—Vete a la mierda, Lily… y cambio de opinión: Valentina es la más linda.

—Jaja, gracias, Siegh.

—Oye, Armand, ¿practicas esgrima? Le pregunto Siegh.

—Aún no, aunque mamá me enseña a pelear mano a mano.

—Tu mamá es linda —le dijo Siegh.

—No digas eso de mi mamá… pero a mí me gusta tu mamá roja, es linda.

—Sí, todas mis mamás son bonitas —dijo Siegh—. Aunque mamá roja es la más enojona.

—¿Por qué tienes el pelo verde? —le preguntó Valentina, que solo tenía poco más de dos años.

—Mamá blanca lo tenía así.

—Ese tipo de allá… ¿es tu abuelo? —preguntó Armand.

—No, ese es tío Ruidjerd, el esposo de tía Norn.

—Tu tía Norn es linda —dijo Armand.

—Sí, es muy linda —dijo Siegh, mirando a su tía que tenía a Lucelia en brazos—. Bien, sigamos jugando —dijo Siegh, mientras los niños jugaban con sus muñequitos.

Mientras yo y Luke llegábamos con los chicos.

— ¿Todo bien?, pregunté a los chicos .

— Sí, solo mirábamos a los niños jugar, dijo Paul.

— ¿Siempre regalarás espadas, viejo?, le pregunté.

— Claro, es una tradición.

— ¿También te regalaron una espada a ti, papá, cuando cumpliste cinco años? , le pregunté .

— ¿Quién?, ¿mi padre?, ¡claro que no! Me regalaron esas típicas cosas de noble: libros y cosas así. Odiaba esas malditas cosas. Mi primera espada me la regaló Wiita, quien me enseñó el estilo del dios del norte, y después empecé a practicar otros estilos.

— Vaya, no sabía eso.

— Sí, maldito hobbit, dijo papá bebiendo su trago.

— Lamento haber tenido que asesinar lo, yo …

— No está bien, así es la guerra, dijo papá sonriendo y tocando mi hombro.

— Y tú, Ruidjerd, ¿hay algún ritual cuando cumplen cinco años los Superd? Pregunté.

— No, eso pasa cuando se les cae la cola; luego de eso, los jóvenes deben cazar un monstruo.

— Vaya.

— Aunque Norn dijo que si le celebrábamos los cumpleaños según las costumbres humanas, así está bien, dijo sonriendo.

— ¿Y qué hay de ti, Alek?, le preguntó papá.

— Bueno, a mí sí me los celebraron; mi madre era humana, y papá también me regaló una espada.

— Ya veo, y por cierto ¿ cuándo tendrás hijos con Aisha?, le preguntó papá a Alek, a quien tomó por sorpresa.

— Jejejejeje, eeeh, eeeeh, Reidar, ¿puedo usar tu baño?

— Sí, claro, ve, le dije mientras Alek salió corriendo hacia casa.

— Si querías asustarlo, debiste decirle otra cosa, viejo, le dije .

— ¿Qué?, Aisha ya tiene casi diecinueve años.

— Ella puede ser madre hasta los cuarenta y cinco; déjalos en paz, le dije.

— Sí, pero en esa fecha yo ya estaré muerto.

— Muy gracioso, no hables de eso, le dije.

— Está bien, Cliff, le dije, ya que estaba muy callado.

— Sí, solo miraba a los niños patear ese balón; recordé el orfanato.

— Lo siento, viejo.

— No está bien, fueron solo unos años hasta que me encontró mi abuelo, y después tuve una buena niñez.

— Sí, hasta que Eris te rompió la cara cuando eran niños en Milis, jajajaja.

— Muy gracioso idiota, me dijo Cliff. Muy molesto .

— Espera un segundo, ¿eres ese niño que estaba con Eris en Millishion?, le dijo Ruidjerd.

— ¿Cómo sabes eso?

— Pues Rúdeus me dijo que siguiera a Eris, y yo los miraba desde lejos por si le pasaba algo. Con razón me eras cara conocida, pero ese parche en tu ojo me confundió.

— ¡Oh!, es mi ojo demoníaco; esta cosa es un gran regalo de Su Majestad Kishirika. Me ha permitido crear varios antídotos para venenos que se creían incurable, dijo Cliff.

— Me alegro de ello, le dije.

— Uuf.

— ¿Por qué el suspiro, Zanoba?, le dije, ¿te aburre nuestra conversación?

— No es eso, maestro; recordaba el cumpleaños de Pax, y que pronto July será mayor de edad.

— No sabía que los enanos celebran cumpleaños, dijo Luke.

— De hecho, no lo hacen, pero ya le celebré los diez años. Y de hecho, es una adulta desde hace tiempo según la tradición enana.

— Ya veo, dije, ¿y qué le vas a regalar? Le pregunté.

— Oh, maestro, le compré un hermoso juego de herramientas para moldear; ella lo vio hace meses y sé que estaba ahorrando para comprarlo.

— Ya veo, ella estará feliz , le dije.

— Ademas, Pronto el pequeño Pax va a cumplir cinco años, así que iré allá a celebrarle su cumpleaños, me Dijo mientras bebeia su trago .

— Mientras las chicas hablaban entre ellas…

— ¿Qué pasará cuando el príncipe cumpla cinco años?, preguntó Norn.

— Pues se hará una gran celebración y será presentado; vendrán todos los nobles a jurarle lealtad como el primer príncipe, dijo Ariel .

— Qué raro.

— ¿Por qué dices eso, Norn?, le preguntó Ariel.

— No es que(…) lo veo y se ve muy feliz pateando un balón, nadie diría que es el Heredero del trono de Asúra.

— Eso es porque se ha criado con sus hermanos…eeeh ya sabes, porque Rudy es su padrino, jeje, dijo Ariel nerviosa.

— Claro, le dijo Norn entrecerrando los ojos.

— Aún así, planeaba hacer algo más íntimo después de eso. Yo quería ver (..) chicas(.…) si(… )no sé(…) podríamos hacer algo aquí(…) más(…) íntimo(…) como(…) un niño normal, dijo Ariel mirando a Edward que jugaba y corría con sus hermanos y Clive.

— Sí, claro que sí, le dijo Silphy con una sonrisa .

— Los niños crecen rápido, dijo Elinalise, aunque odio que mi Clive llame “maestro” al imbécil de tu suegro, querida, sin ánimos de ofender, chicas, dijo mirando a Zenith, Lilia y las hermanas Greyrat.

— ¿Por qué odias tanto a papá?, le preguntó Aisha.

— Eeeh, no querrás saberlo, dijo Elinalise mirando a Zenith que se puso a su lado. Sin embargo, no lo odio; es que era una rata cuando era niño. En fin, mi Clive llama “maestro” a Rúdeus y Paul, y Rúdeus le regaló una espada cuando cumplió cinco años.

— Sí, Clive se ha vuelto bastante hábil, dijo Eris .

— Así es, mi Cliff estaba muy orgulloso cuando lo vio practicar el otro día con Lara .

— Tú estás callada, ¿está bien?, le preguntó Ariel a Nanahoshi.

— Sí, estoy bien; solo miro a los niños más pequeños.

— ¿Tú también celebrabas cumpleaños en tu mundo?

— Sí, pero todos los años, aunque no grandes fiestas, solo en familia; comprábamos un pastel y era solo eso. Aunque cuando era niña sí había más celebraciones, es algo más íntimo, pero es muy linda esta tradición, dijo Nana.

— ¿Y qué hay de ti, Roxy?, le preguntó Ariel, ¿cómo lo celebran los demonios?

— Pues los Migurd como los humanos, pero en familia. No sé cómo será en otras razas demoníacas, pero nosotros también nos hacemos adultos a los quince años y ahí no volvemos a envejecer hasta los ciento cincuenta años.

— ¡Qué suerte!, dijo Ariel.

— Los niños crecen rápido, ¿no creen?, dijo Roxy.

— Así es, pronto seremos abuelas dijo Silphy .

— ¡Ya cállate!, todavía soy joven, dijo Ariel sentándose en su asiento.

— Oye, Lara.

— ¿Sí, mami blanca?

— Ve a jugar con los niños; las adultas vamos a hablar.

— ¿Van a hablar de papi?

— ¿Por qué dices eso hija ?

— Siempre que se ponen a hablar a solas , hablan de papi, y cosas que no entiendo: que papi es como un toro, que papi es un semental, que papi las dejó muertas, que papi las dejó pidiendo agüita, que papi las dejó caminando raro… A veces pienso que papá las hace trabajar mucho; creo que lo voy a regañar, dijo Lara con una malvada sonrisa.

— ¡Largo de aquí, Lara!, le dijo Eris muy enojada, y Zenith miró a Lara a los ojos, y esta dejó de sonreír y se alejó rápidamente.

— Esa maldita niña nos escucha; hay que tener cuidado con lo que hablamos, dijo Roxy.

— Ya voy a hablar con ella, dijo Eris a quien le picaban las manos por palmetearle el culo.

— Está bien, Ginger, July, les pregunto Aisha.

— Sí, estamos bien, dijo Ginger.

— ¿Y ustedes no se van a casar alguna vez ?, le preguntó Ariel.

— No, majestad; soy leal a Su Majestad el príncipe Zanoba hasta mi muerte, lo juré así, dijo Ginger .

— Ya veo, ¿y tú, July?, ¿quieres casarte algún día?

— Eso espero, majestad, le dijo July mirando sonrojada al flaco.

— ¿Y qué hay de ti, Tris?, ¿todo bien?, le preguntó Silphy.

— Sí, todo bien; pronto Luke se casará con Elmore.

— ¿Qué?

— Pensé que lo sabías; autoricé a Luke a tomarla como segunda esposa, así que se agrandará la familia Notós .

— Ya veo, dijo Silohy uauan sorprendida. Bueno estoy feliz por Elmore y por ustedes .

— Sí, espero llevarme bien con ella, por cierto ¿cómo se llevan tan bien ustedes?, les preguntó Tris.

— Pues te daré unos consejos, querida, dijo Elinalise tomándola de una mano y llevándosela a un lado más alejado para impartirle su conocimiento .

— Ella le va a contaminar la mente, pensó Roxy en voz alta.

Después de eso, pasaron unas semanas. Como siempre, mi vida se centraba en misiones, creación de armas y artilugios, y la fabricación de autómatas, las cuales han tenido un gran éxito entre la nobleza. Aunque estas últimas no son como las originales, ya que carecen de su capacidad de combate. Además, varios idiotas han perdido sus autómatas al querer desensamblarlas, las cuales se convierten en polvo. Todas están hechas con un dispositivo anti-ingeniería inversa; no somos idiotas, y Orsted nos ayudó con ello.

Por cierto, estas autómatas se fabrican exclusivamente en la empresa de Zanoba, bajo la supervisión de 5 autómatas especiales que creamos para que nadie tenga acceso a la tecnología que usamos, debido al espionaje industrial.

De hecho, no hace mucho, un autómata asesinó a un espía industrial que entró a la fábrica. Cuando lo vimos, resultó ser un espía de un empresario asurano.

Si bien no puedo involucrar a Ariel en esto, ya que no se puede saber que ella es mi, por decirlo así, esposa oculta ; eso no quiere decir que yo no pueda intervenir. Así que le hice una visita a ese empresario que jamás olvidará. No se preocupen, no lo asesiné, ni vio mi rostro, pero le dimos un gran susto con magia de ilusión, usando un pergamino que Orsted me dio, dentro de un autómata que supimos que había comprado y que planeaba desarmar. Pero le dejamos esa sorpresa, jejejeje. ¿Alguna vez vieron Los Caballeros del Zodiaco cuando Fénix lanzaba la Ilusión Fantasma? Pues así de traumado lo dejamos.

Como sea, llegó el cumpleaños de Julie. Fue algo sencillo; fuimos a casa de Zanoba y le dimos regalos, en medio de la fiesta aproveche para hablar a solas con Zanoba.

— Oye, Zanoba, ven aquí, le dije.

— ¿Qué pasa, maestro?

— Toma esto, es para ti.

— ¿Qué es?

— Un collar que creé con ayuda de Orsted, Roxy y Nanahoshi. Es para ti amigo .

— Pero maestro, los regalos son para Julie.

— Ya lo sé, pero con esto podrás darle el regalo que ella quiere y Ginger también .

— No entiendo, maestro.

— ¡Ya ponte el maldito collar! — le dije. Así que el flaco lo hizo.

— ¿Sientes algo, Zanoba?

— La verdad que no maestro .

— Uuf, no funcionó. Bueno, ¡felicidades, amigo! — dije, estrechando su mano.

— Oh, gracias, maestro… ¡aaaaagh! — dio un grito cuando le apreté la mano.

— Maestro, ¡está usando su armadura!

— No, solo mi mano normal, y fuerza normal.

— ¡Es imposible! — dijo Zanoba.

— No, es el collar, el bloquea tu fuerza de miko, así podrás acostarte con Julie y Ginger, le dije.

— ¡Oh, ya veo, maestro! Dijo con una mueca.

— ¿Qué? ¿No te gustó?

— No es eso, es que (…) no las veo como una pareja.

— Uuf, como sea, sácate ese collar y guárdalo. Si alguna vez quieres hacer feliz a alguna de ellas, úsalo, le dije .

— Lo tendré en cuenta, maestro. Por cierto, ¿no fabrica uno para curar a su madre?

— Lo intentamos, pero la maldición de mamá fue muy fuerte, amigo. El laberinto y ese cristal la dejaron en un estado que va más allá de ser una niña bendita como tú o la Miko de Milis.

— Pero con Elinalise funcionó, maestro.

— Sí, parcialmente. Sin embargo, ella perdió la memoria, lo que me da a entender que Elinalise, antes de quedar en el cristal, ya era una niña bendita, y estar encerrada ahí convirtió su capacidad de niña bendita en esa maldición. Hablé con Cliff cuando estuvo aquí, y creemos que ese cristal donde fue encontrada era artificial; es decir, no fue creado por mana en un laberinto, le dije .

— ¿De qué habla, maestro? ¿Dice que a Elinalise la encerraron ahí?

— Eso creemos. Se lo dijimos a ella, pero lamentablemente no recuerda nada. Así que la situación de mi madre y las circunstancias de estar encerrada en un cristal son parecidas, pero a la vez sumamente diferentes.

— Ya veo… lo siento por su madre, maestro.

— Está bien, sé que ella es feliz…

En fin Zanoba, no te deshagas de ese collar, amigo. Eso te permitirá tener una familia si así lo quieres algún día — le dije.

— Lo pensaré, maestro. Muchas gracias — dijo, guardándolo en la cajita en que se lo entregué.

Pasaron unos meses y vino la Navidad nuevamente. Otra Nochebuena, otra noche con Ariel, Nanahoshi celosa para variar, aunque últimamente hablan más y se llevan mejor; aun así, Nana no confía mucho en ella.

Por lo menos Ariel ni me ha vuelto a drogar, ni eh soñando con ella ni nada raro como perder la memoria . O ella cambió, o consiguió drogas más fuertes, aunque es innecesario que lo haga en este punto de nuestras vidas.

Todo iba bien, hasta que un día nuevamente llegaron problemas a mi vida , Ariel le dijo a Edward que yo no soy su padre biológico, lo que hizo llorar mucho al niño y a Sariel también, cuando quise hablar con Edward el niño se encerró en su habitación y Sariel lloraba mucho .

Estuve molesto con Ariel un par de meses; no la visitaba ni le hablaba, y cuando venía a casa yo salía de misiones .

Pero un día me llamaron porque Edward quería hablar conmigo, rápidamente fui al palacio de plata, así que me dejaron a solas con él.

— Hola, mi niño, le dije .

— Hola, padrino.

— Dime, papá… soy tu padre, Edward.

— Mamá dice que no, que solo eres nuestro padrino.

— Eso dijo, ¿eh?

— No entiendo. Tú te besas con mi mamá… ¿quién es mi padre entonces ?

— Yo lo soy.

— Me refiero a mi verdadero padre.

— Yo soy tu verdadero padre, Edward, y también soy el padre de Sariel. Eres mi hijo, eres el hermano de Lara, Lucy y los demás.

— ¿Por qué mi mami me dijo que no lo soy? —dijo llorando.

Me senté a su lado y lo abrace .

— Tu mamá teme por tu seguridad, hijo. Tú eres un príncipe, y en política hay peligros que tu aun no entiendes . Si se enteran de que yo soy tu padre, podría generarle problemas a tu mamá; por eso siempre nos vemos a escondidas o en las ceremonias oficiales, donde no estoy contigo. Hijo, yo soy un plebeyo; se supone que tu mamá debía casarse con un noble, y ella se enamoró de mí.

— Eso es estúpido, papá eres el dios del cauce .

— Lo sé, pero Dios del cauce o no sigo siendo un plebeyo. Escucha No le hagas caso a tu madre. Y yo soy tu papá, eres de mi sangre, ¿entiendes, hijo?

— ¿Y por qué no venías a verme? Pensé que ya no me querías papá .

— Porque soy un tonto, hijo. Me enojé con tu mamá por decirte que yo no soy tu padre, y estoy molesto con ella.

— Mamá está triste.

— Sí, iré a hablar con ella. Todo será como siempre, mi niño —le dije.

— ¿Vendrás a mi cumpleaños?

— Sí, no me lo perdería , y es secreto, pero te haré un cumpleaños en nuestra casa de la Sharia, solo en familia, sin estos estirado idiotas —le dije, cerrándole un ojo.

— Gracias, papá —dijo abrazándome.

— Bien, mi niño. Te veré pronto. Iré a hablar con Sariel, aunque ella aún es pequeña, de seguro no entiende lo que pasa.

Cuando fui a hablar con Ariel, ella estaba con Sariel, la cual, a pesar de todo, saltó en mis brazos y me dijo que ella quería ser mi hija de verdad . Me lo dijo llorando, y le aseguré que yo soy su verdadero padre. Sariel no quería despegarse de mí, pero debía hablar con su madre.

— Hija, debo hablar con tu mami, solas —dije, pasándole la niña a Tris, que me dijo que no fuera tan duro con Ariel.

Me senté en una silla; la miré y no le dije nada, solo la miré.

— ¿Por qué me evitas? —me dijo.

— ¿Tú con qué derecho les dices a los niños que no soy su padre?

— Porque no lo eres. Ellos debían saberlo.

—¡Mentirosa! Son míos. ¿No tienes corazón? ¿Acaso no viste cómo estaban Edward y Sariel? ¿Cómo te atreves? El hecho de que seas la reina de este país no te da derecho a mentirle a nuestros hijos y hacerlos sentir mal, ¿no te rompe el corazón verlos llorar? .

— No son tuyos, Rudy.

—¡Mentira! No le temen a Orsted sin el casco. Eres una mentirosa. ¿Hasta cuándo seguirás con esto Ariel ?

— Hasta que nadie cuestione que Edward es el heredero al trono, me dijo Ariel .

— ¿Quién lo va a hacer? ¿Grabel? ¿Los Silva? ¿Algún Greyrat? Si le ponen un dedo a ti o a mis hijos, acabaré con todos. Orsted acabará con todos. El dios del Cauce, los dioses del Norte y la diosa del Cauce están contigo, ni hablar del dios dragón. ¿A qué le temes, Ariel?

— No sabes las presiones que tengo como reina Rudy, yo lidio con muchas responsabilidades y muchos enemigos internos .

— Lo sé, y entiendo que quieras salir y relajarte , pero ¿qué tienen que ver los niños con ello?

— Porque El mundo no puede saberlo, maldita sea.

— ¿Saber qué? —le dije.

Ella se dio cuenta que hablo de más y se tapó la boca.

— Deja de mentirle a nuestros hijos, Ariel. Sé sincera, al menos con ellos, maldita sea —dije, dándome la vuelta.

— ¿Dónde vas?

— Me largo. No te quiero ver estoy harto de ti y tus malditas intrigas, le dije .

Cuando dije eso, sentí que Ariel cayó de rodillas; estalló en llanto y empezó a lanzar su fina porcelana al suelo, haciéndola trizas.

Momento en que entró Tris.

— Majestad, ¿está bien?

— Déjame sola con Rudy, por favor, Tris.

— Sí, majestad(…) por favor, Rúdeus, cálmate —me dijo Tris al oído —. Ella no lo hace por maldad , por favor escúchala y entiéndela .

Así que me quedé y la tomé en brazos y la llevé a la cama. Tomé una silla y me senté frente a ella.

— ¿Terminaste con tu berrinche de niña pequeña Ariel ?

— ¿No me amas Rudy ?

— Sí te amo, pero de mis esposas eres la única que logra sacarme de mis casillas; ni siquiera Eris hace eso.

— Lo siento. Se los dije para que no le digan a todo el mundo que son tus hijos. Se lo dijeron a los niños de la casa Euros el otro día en un cumpleaños , y el rumor corrió por todos lados.

— ¿Y eso qué?

— Eres un plebeyo Rudy .

— ¿Te avergüenzas de mí?

— Sabes que no. Te amo. Es que los rumores llegaron a oídos de Grabel, y la familia Silva está cuestionando la legitimidad de Edward al trono.

— ¿Qué dicen las casas Greyrat?

— Nada. Tú eres un Greyrat menor; de hecho, podría ser un problema. A muchos les gustaría que los niños llevaran tu apellido y la nueva dinastía se llame Greyrat Asúra .

— En mi antiguo mundo, se podía usar el apellido de la madre. Mi papá era Casanova Casanova; era hijo de una mamá soltera. Su verdadero padre se apellidaba Astorga, pero no le dio el apellido.

— Así como tú y Edward, dijo Ariel .

— No. Yo a Edward y Sariel los reconozco como mis hijo y los crio. A mi padre, su padre lo abandonó; nunca estuvo en su vida. A lo que voy es que un niño puede llevar el apellido de la madre. La diferencia es que yo siempre estaré presente para ellos hasta el día de mi muerte, para lo que ellos necesiten, que lleven tu apellido no me molesta, ¿entiendes?

— Sí, entiendo.

— Bien, iré a jugar con los niños. Esta noche saldré a dar un paseo por Ars —le dije.

— ¿Qué vas a hacer Rudy ?

— Nada, solo ver negocios de las empresas del ejército —dije, besándola—. Tranquila.

— ¿Vendrás a dormir conmigo?

— ¿Quién está de guardia?

— Doga y Sandor.

— Dile que llegaré a medianoche —le dije.

A medianoche regresé como lo prometí e hice el amor con Ariel toda la noche. Regresé a la Sharia a la mañana, luego de prometerle a Edward que estaría en su cumpleaños.

Apenas Rúdeus se fue, Isolte llegó a hablar con Ariel.

— Su majestad, el príncipe Grabel y el jefe de la familia Silva vienen a verte.

— ¿Qué? ¿Es un golpe de estado? Llama a Rudy de inmediato —dijo.

— No vienen sin guardias; quieren verte a ti y a los príncipes.

— Bien, pero trae a los 7 caballeros dorados —dijo Ariel.

Cuando los hicieron pasar y Ariel vio a su hermano después de tantos años , Grabel, ya estaba en sus cuarenta, el y el nuevo jefe de la familia Silva estaban pálidos del susto.

— Majestad, he venido personalmente a asegurarte mi lealtad y la de los príncipes —dijo Grabel, besando su mano y la de Edward , seguido por el jefe de la familia Silva.

— No sé qué rumores habéis escuchado, majestad, pero somos leales a ti y jamás cuestionaremos la legitimidad de tus herederos —diji Grabel en nombre de ambos .

— Y que no les quede ninguna duda, por si no sabría el Dios del cauce protege a mis hijos —dijo Ariel en tono amenazante.

— Disculpadnos si hubo un malentendido, majestad —dijo Grabel, y rápidamente se largaron a sus mansiones y a su palacio de retiro respectivamente.

— ¿Qué demonios fue eso? —dijo Tris—. ¿No estaban conspira no hasta hace poco, que fue lo que pasó?

— Ventajas de axostarme con el dios del Cauce, Tris —dijo Ariel con una sonrisa.

Pocos meses después, Edward cumplió 5 años. La ceremonia fue un fastidio lleno de niños estirados, y Edward no se veía contento, aunque saludaba como solo un noble podía hacerlo. Estuvimos en su fiesta de cumpleaños, aunque interactuamos poco, para evitar las rumores

Días después, le hicimos una fiesta en casa, solo los de siempre: la familia. El niño estaba feliz. Paul , como siempre, le regaló su primera espada y le dio el típico discurso de un hombre que usa una espada, blablabla, etcétera, etcétera. Ariel estaba emocionada; fue una linda celebración. Incluso Ariel se quedó unos días en casa con los niños, y Edward volvió a ser el niño de antes. También me reconcilié con Ariel, ya que fue tonto de mi parte el no ir a verla. En mi estupidez, dejé a los niños tristes esas semanas en que no fui a Ars. Debo separar mi relación con Ariel de la de mis hijos.

Ese año, Lara ingresó a la universidad. Tampoco quiso ir a la clase especial, y hubo algunos idiotas que la molestaron por ser mestiza, pero Lara no les dio importancia y golpeó a varios niños nobles. Se hicieron populares Lara y Lucy, tenidas por su fuerza y por no tolerar a los abusivos . De hecho, Jinas me dice que es como si yo nunca me hubiese ido de la universidad.

Así también pasó el tiempo y llegó el quinto cumpleaños de Siegh. Lo mismo: una fiesta en casa donde llegó Ariel también con mis hijos, y celebramos en familia, además de Luke, Tris y una embarazada Elmore que espera su primer hijo con Luke. Fue una celebración hermosa, llena de comida y juegos infantiles. Papá, como siempre, le regaló una espada a Siegh y su discurso de todos los años. Siegh estaba feliz con ello; a pesar de ser muy fuerte, aún es tímido y aún llora cuando siente susto.

Yo le regalé un libro con las historias de todos los héroes que veía yo cuando niño en mi otro mundo : un libro con ilustraciones especialmente hecho para él, con héroes como Superman, Batman, Spiderman, Moon Knight, Iron Man, Los Cuatro Fantásticos, Luke Skywalker, Wolverine, etcétera, etcétera. Él estaba feliz con ellos. Kalman también le dio unos regalos, que eran unas dagas. Últimamente, Sieghart lo llama maestro. Cuando le consulté a Orsted, me dijo que lo dejara; tener un discípulo ayudaría a Alek a madurar.

De más está decir que Perugius también le envió un regalo: un hermoso libro de tapa de plata. Era una edición de magia con círculos mágicos y sus fundamentos; de hecho, le dijo que le enseñaría personalmente a crearlos.

Siegh cumplió 5 años y yo ya tenía 27 años, y la vida era hermosa. Esa noche, después de que los invitados se fueron y los niños se durmieron, tuve una noche épica. Nanahoshi aceptó que Ariel hiciera una mega orgía con nosotros, así que fue una noche mágica.

Después de esa memorable sesión de sexo, hablé con todas mis chicas por primera vez todas juntas en la cama .

— Llegó la hora —les dije.

— ¿Hora de qué? , si vas a pedir por atrás olvidalo, Me dijo Silphy

— Jaja pervertidas, no es eso. Vamos a tomarnos unas vacaciones. Iremos a Millishion, les dije y todas ellas sonrieron.

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Mientras tanto, en el continente Milis, en los territorios élficos…

— ¿Quién anda ahí? —dijo un guardián elfo.

— Soy un aventurero, voy de paso rumbo a los laberintos de las montañas de los enanos.

— Regresa por donde viniste, humano. Estás en territorio de los elfos del Gran Bosque.

— Creí que este era un paso público, dijo el encapuchado .

— Así es, pero de día. Vuelve mañana, le dijo el guardia .

— No puedo, debo llegar pronto. Déjame pasar, no soy un enemigo.

— ¡Da un paso más, humano, y te juro por San Milis que te mueres! Dijo el elfo apuntandolo con un arco.

— ¡Bah! Un elfo seguidor de Milis que dice que un humano no puede pasar… ¡qué irónico ! Creí que Milis era un humano, dijo el encapuchado .

— ¡Última advertencia! ¡Aagh! —dijo el elfo, que se quejó de dolor mientras veía al hombre de traje púrpura oscuro a su lado.

— ¿Me vas a matar? Dijo el elfo asustado.

— No, no soy un asesino, solo busco algo —dijo el tipo misterioso, sacándose la capucha, revelando orejas élficas y pelo castaño claro y ojos verdes .

— Eres uno de nosotros, pero nunca te había visto, ¿eres un mestizo? ¿O Un elfo que le gustan las humanas? .

— ¿Sabías que los elfos eran considerados humanos hasta antes de la Primera Guerra Humano-Demonio? Les llamaban “tribu de las orejas largas”, y fueron quienes comandaban a las tribus humanas en la primera gran guerra. Mírense ahora, orgullosos de ser una raza superior… ¡jaja! Ilusos, solo tienen la bendición de escuchar mejor y vivir más, pero sois igual de débiles que cualquier otro niño humano.

— ¿Cómo te llamas? Le pregunto el elfo Guardián.

— No te daré mi nombre, tranquilo. Solo te lancé un hechizo que te dejará paralizado unos minutos hasta que me vaya. Adiós, niño.

— Espera, ¿qué buscas?

— ¡Ooh, eso! Tal vez puedas ayudarme. Busco algo llamado… (……).

Después de que el hechizo se acabó, el elfo llegó con el líder.

— Debo hablar con el líder del Clan Esko, de inmediato.

— Deberías estar en guardia, Igvar —le dijo otro elfo.

— Un intruso me atacó. ¡Rápido, llama a Eskol!

Cuando el líder elfo llegó, le preguntó qué había pasado, y el guardia le dijo lo que le había sucedido y que había sido atacado por otro elfo.

— ¿Otro elfo? ¿Vestía de púrpura? Maldita sea, el elfo oscuro de las montañas.

— ¿Es grave mi señor ?

— No, nunca ha atacado a nadie, bueno no gravemente, dijo.

— El maldito me asustó —dijo el guardia.

— Tranquilo, si quisiera matarte lo habría hecho. ¿No te dijo qué buscaba?

— Sí, él dijo que buscaba una joya.

— ¿Una joya?

— Sí,el la llama Rostelina.