Cinco años pasaron...
Violeta se estaba mirando en el espejo. Su largo cabello negro caía en cascada por su espalda, y sus ojos azul hielo resaltaban en su rostro objetivamente atractivo, que era una mezcla de las mejores partes que le dieron sus padres (según su padre).
A Violeta le encantaba lo suave que se sentían sus ropas ceremoniales contra su cuerpo. Era un sencillo conjunto de dos piezas de cuero marrón oscuro que cubría su pecho y una falda, pero el intrincado bordado de hilo de plata lo hacía lucir elegante.
Pasó los últimos cinco años entrenándose y estudiando, y tanto los Guardianes de la Medianoche como la Manada de Aulladores Oscuros la aceptaron como la próxima Alfa. También tenía una buena relación con las brujas y otras manadas aliadas en la llamada Coalición de Hombres Lobo de América del Norte.