Violeta se detuvo a mirar alrededor porque había perdido el rastro del majestuoso lobo gris.
Olfateó el aire pero por todas partes olía a dulce, y no pudo determinar la dirección en la que él había ido.
Violeta estaba frustrada. ¿Cómo podía perder el rastro de su compañero, dos veces en una sola noche?
Estaba a punto de invocar de nuevo los vientos para pedir ayuda, pero entonces oyó un pequeño ruido a su derecha, y antes de que pudiera reaccionar, ambos cayeron y él la inmovilizó con su cuerpo.
Violeta luchó para liberarse, pero era como si él conociera sus movimientos antes de que los hiciera.
Gruñó de frustración y liberó su aura Alfa.
Todo se detuvo.
Violeta parpadeó. ¿Se había excedido? ¿Lo había lastimado?
Se sobresaltó cuando él le lamió el hocico y saltó hacia un lado.
Dio dos vueltas como si persiguiera su propia cola y luego se lanzó hacia los arbustos.
¡Violeta no podía creerlo! ¿La estaba provocando?