—¡Dijeron que mi madre era la persona que les arrebató todo! Mi padre y mi gran padre adoraban mucho a mi madre. Para nosotros, su existencia era como todo nuestro mundo. —Los ojos de Xiong Zi Ying eran escarlatas.
—He matado a miles de mis enemigos, pero ninguno de ellos pudo calmar mi sed de sangre. Tengo que dormir con pesadillas todas las noches. La tierna sonrisa de mi madre, el cálido abrazo de mi padre y el amor incondicional de mis abuelos estaban profundamente grabados en mi alma. Incluso cuando estaban muriendo, no olvidaron salvarnos del infierno. —Sus dedos se movieron, destruyendo las montañas y el bosque y asustando a las bestias y a las personas en la isla.
La isla entera tembló como un terremoto, el mar tembló y las criaturas estaban inquietas, como si sintieran su aterradora respiración, ira y resentimiento.
Sospechaban que algunas criaturas terroríficas habían hecho esto.