—Misión completa, Jefe. —escuchó Deborah,
Escuchar a Joker decir esas palabras provocó una sensación surrealista en los corazones de Deborah y Cazador. Con el motor encendiéndose y el vehículo empezando a moverse, el alivio los envolvió.
Estaban salvados.
Esto no era un sueño.
Alguien había venido a ayudarlos y rescatarlos.
A medida que el vehículo se alejaba del estrecho callejón de la entrada trasera, los pensamientos giraban en sus mentes. Suspiraron aliviados, solo para sobresaltarse cuando una fuerte explosión estalló detrás de ellos.
A pesar de sus heridas y cuerpos adoloridos, Deborah y Cazador voltearon a mirar atrás. Sus ojos se agrandaron al ver un incendio consumiendo el almacén que acababan de abandonar.
—¡BOOM!
Otra explosión alimentó las llamas crecientes. Deborah se cubrió los labios, una lágrima rodando por su mejilla. Su cuello se tensó, las lágrimas cayendo incontrolablemente.