Dragón ya no está en control.

Tan cerca y, sin embargo, tan lejos.

Primo no pudo evitar recordar la frase tan pronto como sintió esa pistola presionada contra la parte trasera de su cabeza. Bajó la mirada, posándola en Joker que yacía dentro, inconsciente. Cuando levantó rápidamente los ojos, vio a más personas deslizándose fuera de las sombras con sus armas.

«Supongo que Carnero nos traicionó...» pensó, sólo para ver otro cuerpo en el asiento del conductor. «...o tal vez no. Bueno, estamos jodidos, pero igual lucharé hasta el final».

Primo rápidamente agarró la pistola que tenía escondida en su parte frontal, planeando luchar hasta el final. ¿Quién sabe? Quizá tenga suerte y sobreviva a esto —justo como cuando sobrevivió a una explosión que le arrancó el brazo. Sin embargo, justo cuando Primo se movió, la persona detrás de él le dio una patada detrás de la rodilla para forzarlo a bajar.