Confesión de Seren- Muramos Juntos

Drayce estaba lejos del palacio ya que tenía asuntos importantes que atender fuera y había visitado el territorio fuera de la capital. Cuando terminó el trabajo y regresó al palacio, ya era tarde en la noche.

«Debe estar dormida ya», pensó Drayce al entrar al palacio y extender sus sentidos auditivos, pero no pudo oír nada. «Debo refrescarme rápidamente y acompañarla a dormir. Estoy seguro de que ha extrañado mi presencia todo el día».

Drayce fue directamente a sus aposentos donde su ayudante personal, Orien, lo recibió.

—¿Hubo alguna pregunta sobre mí desde la residencia de la Reina? —preguntó Drayce.

—No, Su Majestad —respondió Orien, lo que sorprendió a Drayce. «¿La habré molestado al estar fuera todo el día?» se preguntó mientras dejaba que Orien le quitara la túnica.

—El baño está listo, Su Majestad.