Le tomó una fracción de segundos a Li Xue contemplar todo el significado de las palabras del Director. Y cuando se dio cuenta, su expresión casi se tornó pálida. —¿Qué quieres decir? El conductor todavía no debe haber llegado a la escuela, ¿cómo puede no estar allí? —preguntó con una voz casi horrorizada.
El Director en el otro lado no estaba menos asustado. Dado su estado de pánico, se podría decir que en su carrera era la primera vez que se encontraba con una situación así. Teniendo las reglas y regulaciones de la escuela todas estrictas y serias, nunca había visto venir esto hasta ahora. Además, había otra razón que había mantenido sus nervios al límite.
Sabiendo la identidad de la pequeña como hija de Feng Shufen, ya podía visualizar lo complicado que podría volverse la situación. —Señora, hemos revisado cada detalle a través de las imágenes de CCTV en nuestra escuela, pero no hay rastros. Tememos que alguien la ha secuestrado.
¿Secuestrado?
¿Quién podría ser?