Li Xue mantenía un silencio firme. Su actitud se veía bastante calmada y compuesta en ese silencio, muy diferente a la que mostraba antes. Tanta facilidad en su manera de actuar solo sujetaba dos posibilidades en el momento.
O ha renunciado a su ansiedad, ¡o ha elegido estar del lado de la paciencia!
Pero cuál de ambas era su elección era realmente difícil de decir. Su actitud en el momento no decía mucho. Sus ojos se quedaban mirando el suelo con algún pensamiento como si todas sus respuestas estuvieran escritas allí en algunos cuentos enigmáticos que todavía tenía que resolver.
De repente sus labios se curvaron hacia arriba cuando sus pestañas parpadearon en respuesta. Sus ojos se movieron del suelo para mirar de nuevo a la mujer que estaba sentada en su asiento, esperando escuchar la próxima respuesta que vendría de ella.