—Los ojos de Elia estaban entrecerrados y sus mejillas comenzaban a sonrojarse. Su sonrisa prometía tanto placer... —Reth gimió y se impulsó sobre sus rodillas, buscando el núcleo de ella con primero un dedo, luego un segundo, llamándola mientras ella echaba la cabeza hacia atrás y sus caderas se movían contra su toque. Con un gruñido de aprobación, se inclinó sobre ella, tomando su boca y profundizando con su lengua en un reflejo de su toque que Elia acogió, abriendo las rodillas para darle acceso sin restricciones mientras tiraba de sus hombros y suspiraba su nombre, chupaba su lengua, luego hacía rodar la plana de su lengua contra la de él.