Michael estaba tranquilo mientras les mostraba el camino al interior del castillo del Cielo. Incluso sin necesidad de mirar alrededor, Elisa podía sentir las miradas de las personas a su alrededor. La mayoría de los ángeles los miraban con una mirada cautelosa, ya que sabían quién era Ian y quién era su nieta.
Por otro lado, Elisa no prestaba atención a la gente. En cambio, observaba el lugar. Después de un rato, frunció el ceño —No veo ninguna alma humana aquí.
Michael parecía ser una de las personas que solo habla cuando es necesario y le disgusta entretener charlas superficiales. Sin embargo, en este punto, giró la cabeza y miró a Elisa.
—Respondió —En el Cielo, ¿qué crees que es lo más importante para nosotros, los ángeles, proteger?
Ian tarareó ante la pregunta —¿Tu Rey?